Las autoridades de Brujas, en Bélgica, quieren limitar su número de turistas. Tienen miedo de que se convierta en un destino saturado. Un “Disneyland”, de acuerdo con el alcalde de la ciudad.
El año pasado, 8.3 millones de visitantes llegaron a la ciudad europea, que cuenta con 117 mil 260 habitantes. De ellos, 6 millones solo estuvieron ahí por un día, asegura el diario Daily Mail.
Por esta razón, ya se están tomando medidas para reducir el número de turistas. En primer lugar, se retiraron las campañas de publicidad en ciudades cercanas como Bruselas (a 1 hora de distancia) o París (a 3 horas). Muchos viajeros llegan a los grandes destinos turísticos y desde ahí organizan excursiones de un día hacia lugares más pequeños, como Brujas.
También se impuso una restricción a los cruceros: solamente 2 barcos pueden permanecer al mismo tiempo en el puerto, en lugar de 5. Se les está pidiendo a las navieras que visiten la ciudad entre semana, cuando hay menos gente.
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Incluso, las autoridades están pensando en restringir las “tiendas de souvenirs monótonas”, para preservar la autenticidad y diversidad del destino.
El alcalde de Brujas,
Dirk De fauw, explicó al diario Het Nieuwsblad que tienen que controlar las llegadas de visitantes “si no queremos convertirnos en un completo 'Disneyland'”.
“Tenemos que apuntar hacia el turismo de calidad, gente que se quede aquí por unos días, coma bien y visite museos. No hacia las grandes multitudes que llegan aquí en autobús o crucero por tres horas y luego se regresan”.
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