Si te has subido a un avión , seas viajero frecuente o no, es muy probable que te haya tocado experimentar una turbulencia , pues es uno de los fenómenos más comunes que existen en la aviación . A pesar de eso, muchos turistas siguen sintiendo terror tan solo de imaginarla o la reconocen como una de las peores cosas que les pueden pasar durante sus vacaciones.
Pero, ¿qué tan peligrosa es en realidad la turbulencia? Eso es lo que te responderemos el día de hoy.
¿Qué es una turbulencia?
Para hacer los temores a un lado, muchas veces no hay nada como encontrarle una explicación a las cosas. En este caso, ¿por qué la cabina del avión puede comenzar a sacudirse de la nada?
El sitio web Simple Flying explica que, para empezar, debemos recordarnos que un avión a 10 mil metros de altura no está volando en el vacío; está rodeado por corrientes de aire que, aunque no podamos ver, influyen en él.
Diversos factores como el clima provocan que las corrientes de aire fluyan con diferente velocidad, patrones de movimiento, intensidad o dirección. Cuando un avión atraviesa un punto donde ocurren estos cambios, sucede la turbulencia.
Piensa, por ejemplo, en la corriente de un arroyo o un río cuando se encuentra con piedras de diferentes tamaños: el agua fluye en diferentes direcciones y a veces hay remolinos, ¿qué pasa si navegas por ahí en una lancha?
En términos más científicos, un artículo de la Universidad de Melbourne define la turbulencia como el momento en que una aeronave pasa a través de una perturbación natural en la atmósfera.
Hay muchas cosas que pueden causar una turbulencia : desde una tormenta o un frente frío, hasta la cercanía con una cordillera o atravesar cierto tipo de nubes.
Entre las acciones que los pilotos toman para evitar o lidiar con la turbulencia está cambiar la altitud, unos metros arriba o abajo, para volar en un ambiente más estable.
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Intensidad de la turbulencia
Existen diferentes grados de intensidad que puede alcanzar una turbulencia y, que de ahí, pueda considerarse peligrosa o no. Pero, antes de que decidas nunca más volver a volar, te anticipamos que “peligroso” no necesariamente significa que el avión vaya a caer.
1. Ligera. Este es el tipo más común, que está presente en la mayoría de los vuelos y muy probablemente has sentido en la cabina del avión.
Para los pasajeros significa un poco de movimientos bruscos y, a veces, la sensación de vacío en el estómago por un par de segundos. No falta quien se marea o derrama un poco de refresco porque le estaba tomando, pero no es algo grave.
Según el sitio web canadiense CBC, en términos de altitud una turbulencia ligera puede significar ascender o descender un metro. Es decir, prácticamente nada.
2. Moderada. Aquí puede haber movimientos más bruscos y sería difícil para el pasajero, por ejemplo, caminar por el pasillo de la cabina. Sin embargo, la aeronave está bajo control del piloto en todo momento, asegura el sitio web Simple Flying.
Digamos que este es el tipo de turbulencia del que le cuentas a tus amigos tras finalizar el viaje pero, a menos que ignores por completo las reglas de seguridad y te lastimes dentro de la cabina, en términos de vuelo no es algo peligroso.
Este tipo no es tan común como parece: representa entre 1% y 5% de la turbulencia experimentada en los vuelos, dice el artículo de la Universidad de Melbourne.
Es posible subir o bajar entre 3 y 6 metros de altitud.
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3. Severa. En este caso, un avión cambia de altitud hasta por 30 metros y hasta es posible que el piloto pierda el control momentáneamente, recuperándolo rápidamente, le dijo el instructor de aviación y piloto experimentado Robert Johnson al sitio web canadiense CBC.
Cuando hay una turbulencia severa sí puedes lastimarte seriamente si no tienes el cinturón de seguridad abrochado. Hablamos sobre caerte del asiento, saltar en el asiento y golpearte en el techo o que te caiga encima una maleta del compartimento superior. Este tipo de turbulencia puede ser especialmente peligroso para los sobrecargos que estén caminando por el pasillo.
Antes de que te asustes, debes saber que la turbulencia severa es muy poco frecuente. El profesor Todd Lane, asociado de la Universidad de Melbourn, asegura que ocurre en 0.001% de los vuelos a nivel mundial.
El piloto Petter Hörnfeldt, del canal de YouTube Mentour Pilot, dijo en 2019 que en 18 años de carrera en aviación solamente había experimentado turbulencia severa una vez, y por un par de segundos.
4. Extrema. Aquí sí hay peligro. En una turbulencia extrema la aeronave es casi imposible de controlar y existe riesgo significativo de daño estructural.
Sin embargo, es aun menos frecuente que la severa. El piloto Patrick Smith, autor del blog Ask The Pilot, dice nunca haber experimentado una. Tampoco lo ha hecho el instructor Robert Johnson, con 30 años de carrera. Petter Hörnfeldt, de Mentour Pilot, mencionó en un video que jamás había estado “ni cerca” de vivirla.
¿Debemos tenerle miedo a las turbulencias?
El autor Patrick Smith asegura que, desde la perspectiva de un piloto, una turbulencia es “más un problema de conveniencia que de seguridad”. Él explica que los aviones están preparados para soportar mucho “castigo” sin sufrir daños estructurales.
Además, existen diversas herramientas para evitar lo más posible las turbulencias, desde pronósticos del clima hasta reportes en tiempo real hechos por otros pilotos.
Solamente hay un caso registrado de un avión que se estrelló a causa de una turbulencia , de acuerdo con la Universidad de Melbourne. Ocurrió en 1966, en un vuelo que salió de Tokio.
Entre 1980 y 2009, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) registró solo 3 muertes debido a turbulencia ; una de esas personas era sobrecargo, mientras las otras dos eran pasajeros que no estaban usando cinturón de seguridad.
El profesor Todd Lane (Universidad de Melbourne) opina que “es más peligroso conducir tu auto al aeropuerto que volar”.