Antiguamente, el término hacienda se utilizaba en referencia a un conjunto de bienes (de ahí lo de Secretaría de Hacienda), y por eso, durante los primeros años de la colonia española en México, las llamadas haciendas eran en realidad estancias asignadas a los encomenderos (personas que tenía asignados a cierto número de indígenas) españoles, destinadas a trabajarse para obtener beneficios económicos.
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Durante el siglo XVII, las estancias fueron creciendo en extensión y número a lo largo de todo el país. En Yucatán , su actividad primordial era la producción de ganado, pero durante el siglo XIX, muchas de estas haciendas, especialmente las cercanas a Mérida , se transformaron en henequeneras , cuando el cultivo del agave se consolidó, después de la Guerra de Castas.
(Foto: Cortesía.)
El esplendor del oro verde
El henequén , llamado el oro verde , creó un escenario completamente nuevo. Esta es una planta del género de los agaves, originaria del estado de Yucatán, donde fue cultivada por los mayas en la época prehispánica. Llamada ki en maya, proliferó en esta época debido a la utilidad de sus fibras, especialmente para la fabricación de sogas y cordeles.
Su exitoso comercial trajo gran prosperidad a la zona y a sus haciendas. Su producción era adquirida sobre todo por cordelerías estadounidenses, que usaban las sogas para amarrar las pacas de paja, entre otros múltiples usos, lo que trajo muchos dólares al país.
Esta riqueza se expresaba en la casa principal, donde vivía el hacendado; en la casa de máquinas, donde se llevaba a cabo la parte más industrial de la producción del henequén; en la iglesia o capilla, que formaba parte de la casa principal; y hasta en las casas de los trabajadores, modernas también, de mampostería y teja. Estas haciendas, generalmente, comprendían enormes extensiones de terreno.
La producción y comercio del henequén generaron tantas ganancias, que prácticamente paralizaron otras actividades productivas en el estado y Yucatán se convirtió en escenario de gran progreso y esplendor, como aún lo atestiguan las antiguas y señoriales mansiones del Paseo Montejo , en Mérida, muchas de las cuales pertenecían a estos ricos hacendados.
Existían cerca de 1,000 haciendas henequeneras y de todas ellas, 850 contaban con sus propias plantas desfibradoras y empacadoras. Estas productivas propiedades estaban en manos de unas 400 familias. Las 20 o 30 más poderosas constituyeron la famosa casta divina , apodo que incluso las mismas familias adoptaron. Las haciendas henequeneras crecieron y se llenaron de lujo y comodidades.
Pero, a mediados de 1940, cuando se inventaron los hilos sintéticos, la industria del henequén cayó en picada y con ella, las haciendas.
(Fotos: Cortesía.)
Xcanatún
Por fortuna, algunos cascos de haciendas condenados a convertirse en escombros, han podido recobrar su auge y esplendor, al ser adquiridos por personas y empresas que, invirtiendo en su restauración, las han convertido en hoteles, restaurantes, paradores de lujo, museos, casas de campo y recreo o en centros destinados a eventos sociales.
Preservando los detalles arquitectónicos que la caracterizaron durante su época de bonanza económica —gracias al comercio del henequén—, la Hacienda Xcanatún se ha transformado en un atractivo hotel y restaurante.
Está ubicada a solo ocho kilómetros de Mérida; para llegar al lugar hay que tomar la carretera Mérida-Progreso y doblar, a la altura del Parque de Industrias No Contaminantes, en un desvío hacia el noreste que comunica con el poblado de Xcanatún.
Aunque los datos históricos sobre la hacienda son escasos, se sabe que la finca comenzó a edificarse a principios de 1800, y que durante la década de los veinte fungió como estancia ganadera, propiedad de Manuel Zapata Martínez, y después pasó, de una generación a otra, como herencia familiar.
Actualmente, el grupo asiático de hospitalidad de lujo, Banyan Tree Hotels & Resorts, anunció el lanzamiento de su tercera propiedad en México: Hacienda Xcanatún, la cual operará a través de su marca de lujo, Angsana.
La hacienda no solo está ubicada a solo 15 minutos del centro de Mérida, sino que está a 10 minutos de la zona arqueológica de Dzibilchaltún y a 20 minutos de las playas de Puerto Progreso.
(Foto: Cortesía.)
Chic y tradicional
La renovación de la Hacienda Xcanatún, es una reinterpretación contemporánea de las legendarias haciendas henequeneras. “México es la puerta al turismo de lujo del continente americano, por lo que debíamos tomar la oportunidad de renovar una propiedad como ésta. Hacienda Xcanatún es la primera propiedad de Angsana en el país y estamos orgullosos de traer la marca a un paraíso como es la península de Yucatán.”, dijo al respecto del lanzamiento Peter Hechler, director regional de Operaciones para el Medio Oriente, Europa, África del Norte y América de la marca.
Con un estilo local, histórico y chic con la inspiración clásica yucateca, el hotel conserva la estructura original del espacio, pero incorpora elementos modernos de construcción y decoración.
Ahora se presenta como un espacio actual, con la filosofía del lujo despreocupado , y busca aprovechar la cercanía con sitios atractivos de la península yucateca.
El hotel tiene 18 suites renovadas con un diseño interior creado por el despacho mexicano Estudio 240; el restaurante Casa de Piedra, dirigido por la renombrada chef Paloma Ponce; y el Spa by Ansagna, que conserva la tradición asiática. El spa ofrece tratamientos de inspiración oriental con aromaterapia, uso de ingredientes naturales y técnicas premiadas a nivel mundial.
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(Foto: Cortesía.)
El restaurante insignia tiene una cocina que se basa en los orígenes de la región, con ingredientes locales, inspirada en la técnica francesa con acentos y toques mexicanos.
Ahí se ofrecen desde clases de cocina, hasta otro tipo de actividades gastronómicas y de maridaje, diseñadas especialmente para huéspedes y pensadas para tener un mayor vínculo con la historia e identidad gastronómicas del estado.
La Hacienda Xcanatún forma parte de la Comisaría Meridiana de Xcanatún y sostendrá varios proyectos de inclusión y colaboración comunitaria. A su vez, la propiedad busca conservar la flora y fauna naturales de su entorno; en su jardín hay iguanas, ardillas, coatimundis, garzas y aves muy diversas.
(Foto: Cortesía.)
La renovada propiedad abrió sus puertas el 1° de julio, de acuerdo con las indicaciones de seguridad sanitaria del gobierno federal y estatal, y con la aplicación global de su programa estrella Santuario Seguro , con la aplicación de más de 40 protocolos, procedimientos y medidas preventivas que cubren las necesidades derivadas a la situación sanitaria actual, con el fin de asegurar el bienestar de todos los huéspedes que visiten sus espacios.