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En un bosque de Hidalgo existe un conjunto de cabañas suspendidas en los árboles, a varios metros del suelo. Están ahí para conectar con la naturaleza, tomar como punto de partida para actividades de aventura o simplemente desconectarte por completo del mundo durante un par de días.
Nos referimos a Pinochueco, un alojamiento fuera de lo común ubicado a solo 10 minutos en coche desde el Pueblo Mágico de Huasca. Hace unos meses estrenaron un glamping en las alturas, que parece la versión lujosa y romántica de la casa del árbol que todos soñábamos cuando éramos niños.
A continuación, en Destinos te platicamos cómo es este lugar y qué ofrece.
Foto: Cortesía
Glamping Pinochueco, en el bosque de Huasca
Por si no estás familiarizado con el concepto de glamping, debes saber que consiste en un alojamiento que ofrece el contacto con la naturaleza de un campamento, sin olvidar comodidades como una cama suavecita y un baño completo; viene de la combinación entre “camping” y “glamour”.
Este nuevo glamping está integrado por cabañitas de madera situadas a cinco metros de altura; no están apoyadas en los árboles, sino en soportes independientes. Por dentro y por fuera su estilo es sobrio y minimalista, combinando los tonos de la madera con el color negro y solo uno que otro toque de colores neutros.
Las cabañas se instalaron en un pequeño claro del bosque, no se deforestó esta zona ni se intervino de manera significativa el lugar. Esto te permite apreciar mejor el escenario y disfrutar la calma que ofrece; no es raro que el único sonido sea de los pájaros y las ardillas.
Foto: Cortesía
Según nos contó Christian Palacios, director de Pinochueco, la idea para este original alojamiento fue traer a la realidad las casas del árbol que en nuestra infancia veíamos mucho en películas y series, pero que rara vez podíamos disfrutar de verdad.
Cada una tiene capacidad para dos personas. Están equipadas con una cama matrimonial, escritorio, algunas repisas y una cafetera de grano molido. Tienen un balcón con una mesita de madera para salir a desayunar o pasar horas platicando mientras admiran la vista panorámica del bosque. Todas las cabañas disponen de baño privado, pero está en la planta baja.
Si hace frío puedes disfrutar la vista desde adentro, pues la fachada de la cabaña posee ventanas de piso a techo. Además, justo arriba de la cama hay una sección de techo transparente, para ver las estrellas durante las noches despejadas. Entre el suelo y el piso de la cabaña también se instaló una red donde puedes sentarte a platicar, a un par de metros de altura.
El complejo no tiene restaurante, pero sí hay varias opciones para comer ahí mismo. Cuenta con un área común con asadores, para que armes la carnita asada. Por si no quieres preparar nada, la administración de Pinochueco tiene el contacto de una persona que hace entregas de comida desde Huasca hasta las cabañas (con costo extra); puedes pedir tacos, barbacoa o platillos de algún restaurante cercano, por mencionar ejemplos.
Esta región boscosa es perfecta para el senderismo, los paseos en bici o las cabalgatas; pídele a la administración que te contacte con un touroperador local. Entre los atractivos cercanos se encuentran los Prismas Basálticos (columnas de roca perfectamente simétricas, ubicadas alrededor de cascadas), la Peña del Aire o las antiguas haciendas mineras como Santa María Regla.
Foto: Cortesía
Para concluir un día de actividades, nada como una fogata o una proyección de cine privada en la oscuridad del bosque.
El precio promedio para pasar una noche en el glamping es de mil 200 pesos por dos personas. La estancia mínima es de dos noches. Toma en cuenta es que la anticipación debe ser de unos cuatro meses, porque los lugares se agotan rápido; es posible que si eliges fechas entre semana sea menor el tiempo de espera. Aunque se trate de un lugar con bastante demanda, debes saber que cada espacio se sanitiza antes de que lleguen más huéspedes.
¿Y si vas en familia?
Foto: Cortesía
Tal vez el glamping no te convenga mucho si quieres ir con varios miembros de la familia o entre amigos. Sin embargo, Pinochueco posee varias cabañas más grandes donde sí pueden acomodarse.
Las cabañas familiares también se encuentran suspendidas entre los árboles; la diferencia es que el acceso se hace mediante puentes colgantes y son más amplias que los glampings. Para añadirles comodidad, cuentan con cocineta.
En las cabañas familiares el número máximo de ocupantes es de cinco personas. Los precios van desde 2 mil 265 pesos por noche.
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