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Aunque su nombre en náhuatl, axólotl , significa “monstruo de agua” , el ajolote es, para muchos, más querido y admirado que una estrella pop.
Pero no siempre fue así: por largos años estos anfibios endémicos de México (Ambystoma mexicanus ) fueron prácticamente ignorados , pero al darse a conocer que están en grave peligro de extinción, debido al paulatino deterioro de su hábitat natural: el Lago de Xochimilco y sus alrededores, acapararon los reflectores, especialmente debido por su divertida y simpática apariencia que se expresa en esa ‘sonrisa’ permanente.
Pero, ahí donde lo ves, tan tierno, vulnerable y pequeño, el nombre del ajolote mexicano proviene de una dramática leyenda.
Según cuenta la historia, que aparece en el Códice Borgia , Xólotl era el hermano gemelo de Quetzalcóatl a quien ayudó a robar huesos humanos del Mictlán , el inframundo, para que los dioses pudieran restaurar a la raza humana en la era del quinto sol .
Foto: Istock
Para cumplir este objetivo, se reunieron todos en Teotihuacán , 'la ciudad donde los hombres se convierten en dioses', para darle vida al sol que alumbraría esta nueva era .
Después de vencer algunos obstáculos, por fin lograron crear al sol, pero éste estaba estático , no tenía la capacidad de moverse por sí mismo, algo indispensable para echar a andar el ciclo de la vida .
Para lograr que el sol se moviera, los dioses decidieron ofrecer sus propias vidas, y Quetzalcóatl se encargó de irlos matando uno por uno.
Sin embargo, Xólotl no estaba dispuesto a autoinmolarse, así que aprovechando su capacidad para transformarse, huyó y se escondió, primero, en un maizal. Ahí tomó la forma de un maíz doble (xólotl) pero su hermano lo descubrió y huyó de nuevo, esta vez hacia un magueyal, donde se convirtió en un maguey doble (mexólotl).
Cuando lo volvieron a encontrar, no le quedó más remedio que huir hacia el agua , donde finalmente se transformó en axólotl , el “monstruo de agua” que es hoy, pues fue su última encarnación antes de morir .
Foto: Istock
Así que como ves, este pequeño anfibio tiene una gran historia que vale la pena preservar y difundir.
Debido a que, naturalmente, debe vivir en su lugar de origen , existen algunos lugares en la zona de Xochimilco y algunas otras de la ciudad que participan en la preservación de este querido animalito y a donde puedes ir a conocerlo:
1. Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco de la Universidad Autónoma Metropolitana
En este centro se imparte periódicamente un curso básico para el mantenimiento de ajolotes en cautiverio. Para visitarlo debes llamar antes.
Dirección:
Antiguo Canal Cuemanco 3, Pista Olímpica Virgilio Uribe, Ciudad de México.
Teléfono:
55 5641 9834.
2. Embarcadero Puente de Urrutia “Aves del Paraíso», en Xochimilco
Este embarcadero ‘eco’ ofrece recorridos colectivos a un precio muy razonable por la llamada ‘Ruta del ajolote’.
Dirección:
Calle Puente de Urrutia s/n, Pueblo Gregorio Atlapulco, Alcaldía Xochimilco. Ciudad de México
Teléfono
: 55 8470 5973.
Foto: Archivo El Universal
3. Parque Tezozómoc
Este parque al norte de la ciudad posee un ajolotario que alberga cerca de 300 ejemplares en el lago del sitio. Puede visitarse por el público en general.
Dirección:
Manuel Salazar s/n, Hacienda del Rosario, Prados del Rosario, CDMX.
Teléfono:
55 5382 7209