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Tláloc
fue uno de los dioses más venerados por los pueblos nahuas de Mesoamérica. Su nombre deriva del náhuatl tlalli “tierra” y octli “néctar”, "el néctar de la tierra". También, para algunos historiadores su nombre significa "el que hace brotar". Era el dios de la lluvia, el rayo y los terremotos; esta deidad se extendió rápidamente por Mesoamérica gracias a los mexicas, desde Tula y Teotihuacán, donde los mayas tuvieron contacto con estos últimos y lo adoptaron con otro nombre, el dios Chaac. Aquí te mencionaremos algunos templos o espacios dedicados al dios de la lluvia en México .
Teotihuacán
En el Templo de Quetzalcóatl , o también conocido como la Pirámide de la Serpiente Emplumada, en Teotihuacán , se encuentran figuradas talladas del dios Quetzalcóatl, quien era el protector de los hombres y quien robó el maíz para dárselo a los mismos. Enseguida se encuentran figuradas talladas del dios de la lluvia , Tláloc , en donde ambos dioses, se cree, complementaban un ritual para la cosecha.
Pero una nueva teoría ha surgido: hay expertos que creen que este templo no estaba dedicado a las deidades, sino que era una especie de calendario. Es un bello templo que tienes que explorar para ver las maravillas del pasado prehispánico.
Foto:Visitar Teotihuacan
Pirámide de Teopanzolco
Después del sismo del 19 de septiembre de 2017, se descubrió un templo dedicado a Tláloc en el interior de la pirámide de Teopanzolco , en Cuernavaca. El "Templo viejo", nombre de origen náhuatl, presenta vestigios de una estructura oculta dedicada al dios de la lluvia donde se estima que esta construcción data de 1150 de nuestra era y es creación de la cultura tlahuica.
Foto: INAH
Templo Mayor
En el Templo Mayor existía una torre dividida en dos capillas o altares en lo alto. Una de ellas estaba dedicada a Huitzilopochtli, dios principal de los mexicas que representaba al Sol y la guerra. La capilla o altar del costado era dedicada a Tláloc ; de él dependía el sustento de las sociedades agrícolas.
Por ser un dios acuático, se le asociaba con remolinos de agua, conchas, caracoles, peces, ranas, y rayos, por lo que era común ver estos símbolos dentro de Tenochtitlán. Actualmente se pueden apreciar algunos objetos encontrados en el Templo Mayor dentro de la Sala 5, dedicada al dios de la lluvia.
Foto: Templo Mayor
Uxmal
Los mayas incorporaron al dios de la lluvia mexica cuando ellos tuvieron un periodo de larga sequía en la actual región de Uxmal, en Yucatán. Este suceso propició la veneración de Tláloc y de Chaac, dios de la lluvia de los mayas para que ambos pudieran otorgarles lluvias. Por ello, se puede apreciar en la Torre de los Mascarones, en Uxmal, y en otros edificios, a ambos dioses en los relieves.
Foto: yucatan.gob.mx
Monte Tláloc
Fue una de las lugares sagrados por los pueblos de la Triple Alianza (Texcoco, Tenochtitlán y Tlacopan), al ser uno de los sitios en donde existía agua potable cerca de los valles, por ello se le asoció al dios Tláloc. Entre los años 350 y 900 d.C. se construyó una calzada de 150 metros de longitud que llevaba a un adoratorio en la cima. Por si fuera poco, se cuenta que, entre los días 7 y 12 de febrero, (o los "nemontemi", los cinco días finales del calendario azteca), una “montaña fantasma” aparece entre las cumbres del Pico de Orizaba y la Malinche.
Monolito de Tláloc
Actualmente se encuentra en el Museo Nacional de Antropología . Fue hallado en San Miguel Coatlinchán, en el estado de México, en 1964. Este monolito tiene una altura de siete metros y un peso de 168 toneladas. Para su traslado se necesitó una plataforma rodante de 64 llantas.
Como dato insólito, justo el día en que se trasladó el monolito, una feroz lluvia azotó a la Ciudad de México.
Foto: INAH