Se dice que en la Ciudad de México existe una entrada al inframundo. Descubre la leyenda de este misterioso lugar que funge como el puente entre los vivos y los muertos.
Se trata de la Caverna o la Cueva de Cincalco, cuyo nombre viene del náhuatl y se traduce como "la casa de las mazorcas". Para los pueblos antiguos, como el mexica o el tolteca, era un sitio sagrado y vamos a explicarte por qué.
¿Cuál es la leyenda de la Cueva de Cincalco, el inframundo en CDMX?
Carlos Hernández y Fernández es una persona conocida dentro del Bosque de Chapultepec , no solo por darle mantenimiento a algunos lugares y atracciones como los lagos, el mototrén, la Quinta Colorada o el Audiorama, también por ser el portador de la leyenda que hay detrás de este misterioso lugar.
Imagen: chapultepec.org.mx
Referido como el “Guardián” de Chapultepec , Carlos conoce al pie de la letra esta historia y gran parte de lo que ha pasado en el lugar escondido entre rocas bajo los árboles.
Cuenta la leyenda que los ahuehuetes y demás árboles del mítico bosque, a través del tiempo, vieron cómo varias civilizaciones llegaron para asentarse y proclamarlo su territorio.
Culturas como la mexica, teotihuacana y tolteca llegaron a ser sus pobladores. Huémac o, en otras palabras, “el de las manos grandes”, fue el último gobernante tolteca y era conocido sobre todo por ser aficionado a las apuestas en el juego de pelota.
En una suerte que cambiaría el curso de la historia, el regidor del pueblo apostó con los tlaloques, sacerdotes del dios del agua (Tláloc), y ganó, por lo que exigió como recompensa piedras de jade y plumas de quetzal. Sin embargo, los tlaloques le pagaron con mazorcas de maíz.
Huémac, enfurecido y ofendido, rechazó el pago, lo que también fue un insulto para los tlaloques y en un arranque de odio decidieron castigar al gobernante y a todo el pueblo con una severa sequía de cuatro años.
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¿Dónde está la puerta al inframundo en CDMX?
Tal como lo advirtieron los tlaloques, el pueblo se vio seriamente afectado por la sequía. Pero una vez cumplido el lapso, Huémac decidió volver al bosque con quienes habían logrado sobrevivir. Ante la llegada del gobernante, los tlaloques le entregaron una vez más maíz, pero esa ocasión la historia fue diferente.
En un acto de reflexión, Huémac le otorgó mayor valor al maíz que al jade que había pedido antes, y para reparar el daño que le había hecho a su pueblo, caminó hacia la Cueva de Cincalco, hacia la puerta del inframundo, para nunca más volver. Los relatos cuentan que pasó sus últimos días en el interior de la caverna .
Imagen: chapultepec.org.mx
Hasta el día de hoy varias personas fieles a las leyendas y tradiciones de los pueblos antiguos se reúnen en la entrada 'al inframundo' para rendir ofrendas a Tláloc o encender una veladora como guía para alumbrar el camino de las almas que atraviesan el portal entre el mundo de los vivos y los muertos.
Aunque no se pueden visitar las entrañas de la Cueva de Cincalco , la entrada está a la vista de todo el público. El mítico lugar se encuentra dentro del Audiorama del Bosque de Chapultepec, abierto de martes a domingo, en un horario de 9:00 a 16:00 horas.
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