Lo que todo comenzó con la instalación de una imagen de la Inmaculada Concepción de María debajo de una carpa de plástico, se convirtió en uno de los santuarios religiosos más bonitos en el Caribe mexicano… El Santuario de María Desatadora de Nudos, en Cancún.
Inmerso en la naturaleza de este popular destino de playa, no hace falta ser religioso para disfrutar de su tranquilidad y recorrer sus pasillos decorados con miles de listones blancos, rodeados de plantas y estructuras de madera.
Este santuario fue creado en 2015 por el sacerdote Luis Pablo Aguilar Garza, quien cuenta haber llegado a Cancún únicamente con la imagen de la Virgen María Desatadora de Nudos.
El terreno donde se instaló estaba completamente virgen y fue donado por una familia. Ahí, colocó una carpa de plástico, la cual protegía el cuadro de la Virgen. Poco a poco, curiosos y devotos se acercaban al lugar, al tiempo que comenzaron a colocar los primeros listones.
Después de un tiempo, visitantes y devotos esparcieron rumores sobre las cualidades milagrosas de la Virgen, lo cual llamó la atención de locales y foráneos. El santuario fue cambiando de apariencia, gracias al arquitecto brasileño Eduardo Faust.
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Faust, especialista en arquitectura sacra, eligió un concepto rústico caribeño con algunos elementos orientales, por lo que hoy en día el santuario se compone de estructuras de madera y techos de palapa, amplios jardines con vegetación nativa y estrechos senderos de piedra que recorren toda la propiedad.
Este rincón de tranquilidad cuenta con una capilla principal; zonas de descanso, de reflexión y de meditación; una cafetería y varios arcos metálicos donde los visitantes y creyentes atan listones blancos, creando pasillos o túneles muy llamativos.
El padre Luis Pablo comenta que la idea de construir el santuario con este concepto se debe a la necesidad de crear una iglesia moderna, sencilla y que sirva como lugar de encuentro incluyente y abierto para todos, incluso para animales.
La intención es que los visitantes se queden entre una y dos horas para contemplar el entorno y experimentar las texturas, imágenes, colores, melodías sagradas y aromas.
Esta práctica se remonta a la Alemania del siglo XVII, pues las parejas que se casaban ataban sus manos con un listón blanco, simbolizando la unión eterna, lo que hoy equivale al lazo.
De acuerdo con la leyenda, un sacerdote alemán hizo una oración a la Virgen María para que evitara la separación entre el noble Wolfgang Langenmantel y su esposa Sophie Imoff, cuyo listón, spuestamente, tenía muchos nudos debido a sus problemas.
El sacerdote colocó el listón en la imagen religiosa y pidió que lo desatara. Días después, notó que efectivamente había escuchado su petición.
Wolfgang y Sophie se reconciliaron. Pasaron muchos años y uno de sus nietos se convirtió en sacerdote. Este mandó pintar un cuadro para plasmar la imagen milagrosa de María Desatadora de Nudos.
Desde entonces, se volvió común que la gente devota colocara cerca de la Virgen un listón blanco con una petición y, en caso de ser resuelta, la persona debería regresar y poner un listón de otro color con un mensaje de agradecimiento.
El Santuario está en el Polígono Sur de Cancún, con dirección en Avenida 145, Polígono Sur, Jardines del Sur.
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La entrada al santuario es completamente gratuita.
Como bien dijimos, no es necesario profesar la fe católica para visitar este lugar, pues es un espacio que recibe a todos aquellos que buscan la paz, relajación, la reflexión y la conexión con la espiritualidad propia.
Abre todos los días de 8:00 a.m. a 8:00 p.m.