Imagínate tener la oportunidad de viajar al pasado de nuestro país: ver las antiguas construcciones en esplendor, saber cómo era la vida y estar presentes, aunque fuera de manera pasiva, en momentos clave que forjaron el México que hoy conocemos.
Tal vez ese sueño nunca se haga posible como tal. Sin embargo, para nuestra fortuna existen lugares que nos pueden dar una idea de cómo se sentía vivir en el México de siglos atrás. En esta ocasión no nos referimos a museos o lugares que atestiguaron grandes batallas, sino a hoteles alojados en propiedades con cientos de años de existencia.
Te dejamos una pequeña selección de hoteles históricos en distintas ciudades, para vacacionar en este mes patrio o más adelante.
Casona de la China Poblana – Puebla
Foto: Casona de la China Poblana
Su nombre no es casualidad. Se dice que en esta residencia del siglo XVII vivió la famosísima “China Poblana”. Una leyenda cuenta que se trataba de la princesa Mirnha de la India, que fue raptada y traída por casualidad a la ciudad de Puebla, como resultado del tráfico de esclavos. Aquí en México la bautizaron como Catalina de San Juan. Se ganó el cariño de la familia para la cual trabajó en un principio, el respeto de la comunidad por su dedicación a la iglesia, y la admiración de otras mujeres por la belleza de sus vestidos bordados con lentejuelas.
Tiene 10 suites temáticas y ninguna se parece al resto; mientras una es rústica, en otra el mobiliario es de estilo francés. Casi todas poseen balcones que dan hacia el centro histórico de la ciudad y muchas conservan muros, techos o estructuras antiguas. Las amenidades son de la marca Pineda Covalín.
Entre ellas destaca, por ejemplo, la suite La China Poblana, con su espectacular cúpula de abanico sobre la cama. La más lujosa se llama Puebla de los Ángeles, tiene un jacuzzi forrado con mosaicos de talavera, baño con detalles de ónix y piso de piedra natural.
En el patio central del hotel, que está rodeado de arcos, hay un restaurante tradicional con toques de autor, donde la especialidad es el mole poblano.
Cuánto cuesta. Desde 2 mil 200 pesos por noche, en ocupación doble.
Hotel de la Soledad – Morelia
Foto: Hotel de la Soledad
Ubicado en el centro, es uno de los alojamientos más antiguos de la ciudad, pues existe desde el siglo XVIII y desde antes de la Guerra de Independencia ya fungía como mesón aunque, por supuesto, en el transcurso de su historia pasó por varias épocas de abandono o cambio de dueños. La planta baja es la parte más antigua de la propiedad, fue construida aproximadamente en 1735; la planta alta es del siglo XIX y conserva el estilo arquitectónico inicial.
Actualmente es un hotel boutique de lujo, reconocido con Cuatro Diamantes de la Asociación Automovilística Estadounidense (AAA).
Dispone de 40 habitaciones, distribuidas en diferentes categorías; en cada una puedes encontrar muros de piedra y acabados en ónix, mármol o cantera, además de comodidades como batas suavecitas, pantuflas y televisión HD. Algunas de las suites más lujosas ofrecen jacuzzi privado.
El restaurante del hotel, Marogui, se especializa en cocina michoacana y está a cargo del chef ejecutivo Josué Ontiveros. Puedes probar corundas, uchepos, sopa tarasca, enchiladas morelianas o trucha a la macadamia, por mencionar ejemplos.
Cuánto cuesta. A partir de 3 mil 465 pesos por noche, en ocupación doble.
Hacienda Sepúlveda – Lagos de Moreno, Jalisco
Foto: Hacienda Sepúlveda
En 1684, un hombre llamado Juan de Sepúlveda recibió como regalo 171 hectáreas de tierra que se convertirían en una hacienda agrícola y ganadera. Varios siglos después, su casco histórico forma parte de un lujoso hotel de descanso en un Pueblo Mágico.
Se dice que, al formar parte de la ruta del Camino Real a Zacatecas, es posible que algunos insurgentes pasaran por esta propiedad o incluso fuera sede de reuniones previas al inicio de la Guerra de Independencia. Además, en una de las suites están los restos de una ruta de escape hacia a la azotea que, se dice, data de la Revolución.
Las 26 habitaciones del hotel tienen una historia curiosa, que incluso se refleja en el nombre de cada una (no olvides preguntar por qué se llama así). Puedes saber en qué parte de la hacienda original te estás quedando: hay suites en donde antes estaban las casas de los trabajadores, en las caballerizas o graneros, por ejemplo.
El estilo de las habitaciones está pensado para conservar esa atmósfera antigua, aunque los servicios son de lujo. Algunas de las suites tienen jacuzzi, sala, terraza o tinas de mármol.
En la propiedad se ofrecen diversas actividades para pasar el tiempo, dependiendo de tus planes de viaje. Hay alberca, jacuzzi exterior, paseos a caballo, un lago para remar, un laberinto y espacio para fogatas. Si solo quieres relajarte visita el spa, alojado en el antiguo molino de la hacienda; tiene temazcal y diversos tratamientos corporales o faciales.
Cuánto cuesta. Hay tarifas desde 2 mil 499 pesos por noche, en ocupación doble.
Hotel Museo Palacio de San Agustín – San Luis Potosí
Foto: Hotel Museo Palacio de San Agustín
Una mansión del siglo XVII fue restaurada y acondicionada para funcionar como hotel, aunque no cambió para nada su espíritu. Pasar una noche aquí es como viajar en el tiempo (si eso incluyera televisión en tu suite y aire acondicionado, por supuesto). Esta casona perteneció originalmente a la Orden de San Agustín.
Se le llama hotel museo porque la mayor parte de su decoración está compuesta por antigüedades y obras de arte pertenecientes a distintos siglos. Es posible encontrar mobiliario con historia incluso en tu dormitorio.
Los muros de piedra, candelabros y muebles de madera completan la atmósfera en las habitaciones. Algunas cuentan con balcón.
El hotel tiene restaurante, alberca interior, spa y una cava subterránea perfecta para una cena romántica.
Cuánto cuesta. Tarifas desde 3 mil 450 pesos por noche, en ocupación doble.
Mansión Iturbe – Pátzcuaro, Michoacán
Foto: Mansión Iturbe
La historia de este hotel se remonta a 1540, en la época que se construyeron las primeras casas para las familias españolas que siguieron a Vasco de Quiroga después de que se trasladara la diócesis de Michoacán a esta naciente ciudad. Se trataba de edificaciones de adobe con un nivel y techos de viga. Entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, aquí se ubicó la residencia de José María Abarca y Monasterio, quien participó en la Conspiración de Valladolid.
La propiedad está considerada como patrimonio arquitectónico de Pátzcuaro y catalogada como Monumento Histórico por el INAH.
Todas sus habitaciones cuentan con televisión con cable, amenidades de lujo y cafetera. En ellas hay techos altos y muebles de madera.
El hotel tiene un restaurante especializado en cocina tradicional michoacana.
Cuánto cuesta. Hay habitaciones desde mil 335 pesos por noche, para dos personas.
Casa del Rector – Guanajuato
Foto: Casa del Rector
Esta propiedad destaca por sus antiguos habitantes, entre los cuales se encuentra Joaquín Obregón González, gobernador del estado a finales del siglo XIX, y Armando Olivares Carrillo, fundador y primer rector de la Universidad de Guanajuato. Del primero se conservan algunas herrerías con iniciales, y en honor al segundo se le dio nombre al hotel.
Más allá de la fachada virreinal de estilo neoclásico, hay poco más de una docena de habitaciones de distintas categorías. Algunas cuentan con sala, terraza y vista hacia el centro de la ciudad.
En contraste a su carácter histórico, las instalaciones de la Casa del Rector están decoradas con obras de artistas mexicanos contemporáneos.
Cuenta con una cafetería donde también se sirve pan artesanal, restaurante al aire libre y un rooftop con alberca y bar.
*Nota. Los precios pueden variar dependiendo de las fechas. No tomamos en cuenta los días festivos, solo tarifas estándar.