Yucatán
se distingue por su herencia cultural y sus maravillas naturales . Gracias a su suelo hecho de piedra caliza y al desgaste de las rocas a raíz de la lluvia, esta entidad alberga uno de los fenómenos naturales más peculiares del mundo: los cenotes . El territorio de la península es como un gigantesco queso gruyère.
Estas cavernas inundadas tenían un significado especial para la civilización maya , debido a su profunda conexión con la naturaleza . Cada cenote cumplía una función específica dentro de esta cultura, ya sea como espacio para ceremonias religiosas o como fuente de abastecimiento para la población.
Estas formaciones de agua se conservan en gran medida como sitios de interés histórico y ecológico. No solo es asombroso e interesante verlos sino, en muchas ocasiones, resulta irresistible sumergirte en sus aguas cristalinas. Si quieres darte una vuelta por Yucatán en el futuro, aquí te presentamos algunos de sus cenotes más importantes.
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(Foto: Gobierno del Estado de Yucatán)
Cenote Sagrado de Chichen Itzá
El Cenote Sagrado es una parada obligatoria por su localización y su relevancia histórica. Está ubicado dentro de la Zona Arqueológica de Chichen Itzá , al norte de la pirámide de Kukulcán. Tiene aproximadamente 60 metros de diámetro y unos 13 de profundidad.
Se cree que los mayas utilizaban este cenote como sitio ritual para los sacrificios humanos. Durante este proceso, los antiguos pobladores lanzaban piezas de cerámica, joyas de jade y cobre al fondo del cenote , las cuales se han recuperado con el paso de los años.
(Foto: Visit Mérida)
Xlacah
Chichen Itzá
no fue el único asentamiento importante para la civilización maya . A 22 kilómetros de la ciudad de Mérida , la zona arqueológica alberga distintos puntos de interés para los amantes de la historia: la estructura piramidal conocida como el Templo de las Siete Muñecas, el Museo de los Pueblos Mayas y el cenote de tipo abierto Xlacah, que luce como un manantial al aire libre.
Las aguas cristalinas de este cenote se extienden a lo largo de 100 metros y alcanzan los 45 metros de profundidad en algunas partes, asegura Turismo Yucatán . Está decorado con numerosos lirios acuáticos y es el hogar del pez veleta, para quienes gustan del contacto con la naturaleza .
Refréscate en el cenote Xlacah después de tu recorrido por Dzibilchaltún, mientras contemplas la grandeza de la cultura maya .
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(Foto: Facebook Cenote Ik Kil Oficial)
Ik Kil
Ik Kil se caracteriza por su abundante flora y fauna. Este cenote forma parte del hábitat de varias aves silvestres como los pájaros toh, los tucanes, los loros y los cardenales. En sus alrededores también residen grillos, ranas y monos cuyos sonidos complementan el ambiente exótico de esta formación de agua .
Además de su riqueza natural, el cenote Ik Kil no fue ajeno a las tradiciones mayas . Al igual que el Cenote Sagrado, este pozo era uno de los lugares predilectos para la realización de ritos religiosos, especialmente para los sacrificios, afirma el sitio oficial del Parque Ecoarqueológico Ik Kil.
Contempla la vista de este cenote desde sus escaleras de piedra, practica esnórquel en sus aguas, que alcanzan 40 metros de profundidad o nada con los peces y las tortugas, pero no te pierdas este destino único.
(Foto: Gobierno del Estado de Yucatán)
X’Kekén
X’Kekén (cerdo en idioma maya) recibe su nombre a raíz de una leyenda popular: los locales cuentan que un campesino perdía constantemente a su cerdito, el cual regresaba lleno de lodo, hasta que un día el campesino decidió seguir al animal, que finalmente lo llevó hasta este cenote en forma de caverna subterránea.
Según el sitio web del Gobierno de Yucatán, el sol entra al cenote X’Kekén a través de un pequeño orificio en el techo de la bóveda. Este rayo de luz ilumina el agua turquesa y le da un efecto de espejo de manera que en la superficie se duplica la imagen de las estalactitas del techo, aportándole al lugar una apariencia misteriosa.
Está dentro de la localidad de Dzinup, en el municipio de Valladolid, Yucatán. La ventaja de visitar este cenote es que a pocos metros hay otro llamado Samulá, un paisaje natural adornado con raíces colgantes de árboles, estalactitas y aguas transparentes. Aprovecha la cercanía de ambos pozos y cuando pase la pandemia visítalos en el mismo viaje.
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(Foto: Página Oficial Cenote San Ignacio)
San Ignacio
Este cenote tipo caverna se encuentra a 20 minutos de Mérida, sobre la carretera hacia Campeche. Sus aguas de color azul turquesa tienen una profundidad máxima de 8 metros, aunque ciertos puntos no rebasan los 140 centímetros. Por este motivo, se considera un espacio seguro para todos los turistas.
En su interior, existe un efecto térmico inverso; es decir, si afuera hace mucho calor, la temperatura del cenote se mantiene fresca. Por el contrario, si es un día templado, la caverna se calienta.
Es la atracción principal del complejo ecoturístico San Ignacio, conformado por varias cabañas y un restaurante especializado en gastronomía yucateca, indica su página oficial. Esta opción de hospedaje es ideal para los visitantes más aventureros, ya que el cenote de San Ignacio está a 25 minutos de las grutas de Calcehtok y la zona arqueológica de Oxkintok; también está a 50 minutos de la ciudad maya de Uxmal y la Ruta Puuc.
Ten en cuenta que la entrada a los cenotes permanece cerrada debido a la pandemia actual por Covid-19, determinó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Por esta razón, se recomienda que visites estas maravillas naturales en algún viaje a futuro.
Antes de pensar en un viaje, infórmate sobre el estado del semáforo epidemiológico y de las actividades no esenciales permitidas en el destino. Debes considerar que la pandemia aún está presente y que los protocolos establecidos por las autoridades pueden cambiar de un momento a otro.