Aunque el Estado de México, Puebla y Jalisco lideran la lista de los estados con más pueblos mágicos —cada uno con 12—, Veracruz no se queda atrás, pues cuenta con 8 de estos destinos que ofrecen atractivos y experiencias que no te puedes perder.
Si no los conocías, aquí te decimos cuáles son y algunas de sus principales atracciones.
En la selvática zona norte del Totonacapan, Papantla es un pueblo mágico reconocido por su producción de vainilla —producto con denominación de origen—, la danza de los voladores y la zona arqueológica El Tajín, declarada Patrimonio de la Humanidad desde 1992.
En las faltas del Parque Nacional Cofre de Perote, este pueblo mágico es conocido como la ‘puerta de las montañas de América’, por su entorno montañoso, lluvioso y exuberante, con cascadas como la de Texolo, de 80 metros de altura, grandes plantaciones de café, calles empedradas, casonas y monumentos coloniales como la Parroquia de Santa María Magdalena.
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Custodiado por el Pico de Orizaba, este pueblo mágico rodeado por bosques y envuelto en un clima frío y húmedo, se distingue por sus atractivos ecoturísticos con un mirador de cristal, teleférico, tirolesa y un emocionante tobogán en la montaña. En el centro del pueblo, conserva edificios históricos, como el Palacio de Hierro, la Catedral de San Miguel Arcángel y el Exconvento de San José de Gracia.
Muy cerca de Orizaba, Córdoba también está rodeado por montañas y bosques. Visita el Portal de Cevallos, una joya colonial donde se firmaron los Tratados de Córdoba, que sellaron la independencia de México. No te vayas sin conocer la Catedral de la Inmaculada Concepción, el Museo del Café, la zona arqueológica de Toxpan y la Exhacienda de San Francisco de Toxpan.
En las faldas del Pico de Orizaba, Coscomatepec fue escenario de una importante batalla por la Independencia en 1813, por lo que cada año se escenifica este hecho. Además, una de sus tradiciones más arraigadas es la Danza de los Santiagos, una disputa entre moros y cristianos.
Sus pobladores son excelentes artesanos talabarteros. Pasea por su centro histórico empedrado, con edificios coloniales como la iglesia de San Juan Bautista.
De espíritu cafetalero, fue el primer pueblo mágico de Veracruz, ya que recibió este distintivo en 2006 por su abundante naturaleza, la Plaza Artesanal Los Azulejos; dos museos, uno dedicado a las orquídeas que abundan en la región, y otro más que muestra el proceso de producción de café. Las exhaciendas La Ceiba Gráfica, Zimpizahua y El Trianón son un trío de joyas imperdibles.
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En un bosque húmedo, Naolinco es un pueblito mágico de esencia colonial, con coloridos callejones empedrados y casonas coloniales. A las afueras, hay varias cascadas de hasta 80 metros de altura. En el centro, no te pierdas su corredor comercial con ropa y artículos de piel. En Día de Muertos se vive un ambiente místico, con altares coloridos, el panteón iluminado con velas, y ‘La Cantada’, un ritual con cantos.
En los cálidos y lluviosos bosques de la Sierra Madre Oriental, Zozocolco goza de exuberante naturaleza con manantiales y pozas de agua cristalina como La Junta, El Caliche, El Callejón y del Diablo, donde dicen que se aparece el Diablo. Además, destaca la Iglesia de San Miguel Arcángel —del año 1600—, construida en el Cerro de las Golondrinas con un mirador. No dejes de ir al Festival de Globos de Papel China, un evento donde se exhiben enormes piezas elaboradas por el ingenio y las manos mágicas de sus artesanos.