De los 213 geoparques mundiales de la Unesco, México cuenta con 2: uno en Hidalgo y otro en Oaxaca. Ambos son espacios de gran valor geológico, natural, cultural, arquitectónico y turístico.
A partir de 2015, la Unesco impulsó la creación de geoparques mundiales para reconocer el patrimonio geológico a nivel internacional.
De acuerdo con su página oficial: “los geoparques mundiales son áreas geográficas únicas y unificadas en las que se gestionan sitios y paisajes de importancia geológica internacional, con un concepto holístico de protección, educación y desarrollo sostenible. Un geoparque mundial utiliza su patrimonio geológico, en conexión con todos los demás aspectos del patrimonio natural y cultural del área”.
Cada geoparque se compone de diversos sitios geológicos (geositios) que resaltan por sus características particulares que los convierten en lugares de relevancia científica y/o escénica.
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Actualmente, la Red Global de Geoparques contabiliza 213 de estos sitios, distribuidos en 48 países.
Este geoparque se extiende por 1,912 kilómetros cuadrados y comprende 9 municipios del estado de Hidalgo: Pachuca, Atotonilco el Grande, Omitlán de Juárez, Singuilucan, Epazoyucan, Mineral de la Reforma, Mineral del Chico, Mineral del Monte y Huasca de Ocampo; estos últimos 3 considerados pueblos mágicos.
Ubicado en la Sierra de Pachuca, sus paisajes se componen principalmente de montañas de entre 2,200 a 3,000 metros sobre el nivel del mar, grandes extensiones de bosques de coníferas, miradores naturales, barrancas pronunciadas, formaciones rocosas y un legado minero que, aunque data de tiempos prehispánicos, tuvo mayor auge a finales del siglo XIX con la llegada de migrantes ingleses.
Concentra un total de 31 geositios, los cuales incluyen presas, miradores, peñas, minas, exhaciendas, exconventos, museos y otros edificios históricos, entre los que destacan:
La región montañosa del noroeste de Oaxaca conocida como la Mixteca es hogar de este geoparque mundial, el cual abarca 415 kilómetros cuadrados, distribuidos en 9 municipios: San Andrés Sinaxtla, San Bartolo Soyaltepec, San Juan Teposcolula, San Juan Yucuita, San Pedro Topiltepec, Santa María Chachoapam, Santiago Tillo, Santo Domingo Tonaltepec y Santo Domingo Yanhuitlán.
Hace miles de años, en el lugar existía un lago con sedimentos, que luego se convirtió en los lomeríos actuales debido al movimiento de las placas tectónicas. Por ello, la tierra es muy erosionable, presentando gran variedad de rocas, tierra con tonalidades rojizas y ocres y cerros que parecen haber sido ‘rebanados’.
Además, esta región ha sido históricamente habitada por el pueblo Ñuu Savi (mixteco), por lo que cuentan con algunas zonas arqueológicas y un gran legado cultural apreciable en sus tradiciones, artesanías y arquitectura.
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A pesar de su tamaño más reducido, cuenta con 35 geositios, entre los que destacan:
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