No es un secreto que tu cuerpo experimenta diversos cambios cuando viajas en avión, y esto le pasa a todos, sin importar la frecuencia con que usen este medio de transporte. Aun así, hay pequeñas cosas que puedes hacer para que el trayecto sea lo más cómodo posible. A veces evitar un tipo de comida en particular o dejar en casa tus zapatos elegantes puede hacer la diferencia entre un vuelo tranquilo y uno completamente miserable.
Por eso, hoy te contamos 5 cosas que no debes hacerle a tu cuerpo antes o durante un viaje en avión.
1. Beber alcohol en la misma cantidad que en tierra
Recordemos cómo funciona el consumo de bebidas alcohólicas. Cuando tomas varias copas durante un periodo breve de tiempo significa que tu cuerpo está lidiando con más alcohol del que tu hígado puede procesar; en ese caso, la sustancia viaja por tu flujo sanguíneo sin metabolizar e incrementa tu nivel de alcohol en la sangre. Eventualmente todo eso llega a tu cerebro, donde actúa como un sedante y reduce las inhibiciones, lo cual se puede manifestar sintiéndote más feliz que de costumbre o poniéndote agresivo. Por si fuera poco, incrementa el flujo de líquido a través de los riñones, por lo que resulta más sencillo deshidratarte.
Lo siguiente que debes recordar es que, debido a la altura en que vuela un avión comercial, las cabinas necesitan ser presurizadas para replicar una atmósfera parecida a la que te enfrentas en tierra y que sea posible respirar. Aunque la atmósfera de la cabina te permite respirar, no es igual a la que estás acostumbrado. Como explica el blog de la aerolínea KLM, un ambiente con menor presión disminuye la capacidad del cuerpo de absorber oxígeno y provoca un ligero aturdimiento.
Por lo anterior, cuando estás en un avión puedes sentir los efectos del alcohol más rápido debido a los bajos niveles de oxígeno en tu sangre. No es que te emborraches más, simplemente te afecta antes.
Si a eso le añades que el aire de la cabina es muy seco y el efecto diurético de las bebidas alcohólicas, deshidratarse resulta especialmente fácil. Imagínate, según le dijo el fisiólogo Ritesh Bawri al sitio web NDTV, “la humedad en una cabina es menor que la de un desierto. Una persona adulta puede perder hasta dos litros de agua en un vuelo de 10 horas”.
El sitio web Eater recomienda que, si vas a pedir un trago, tomes agua antes del vuelo y durante (pide un vaso de agua por cada trago o compra una botella antes de abordar). También ayuda comprarte un bocadillo antes o comerte las botanas que te ofrezcan en el avión.
Foto: iStock
2. Comer alimentos grasosos antes o durante el vuelo
La hinchazón y la acumulación de gases son efectos comunes de viajar en avión, indica el sitio web USA Today. Sucede por más de una razón: el cambio de presión atmosférica provoca que los gases en tu cuerpo se expandan, además de que permanecer sentado por varias horas no ayuda a sentirte más ligero.
Existe una lista de alimentos que deberías evitar antes y durante el vuelo , con el fin de reducir la incomodidad. Te lo advertimos: no te va a gustar.
En primer lugar están las grasas saturadas, que por sí solas son difíciles de digerir cuando estás en tierra, dice el blog de Skyscanner Nueva Zelanda; en esta lista se encuentran en alimentos fritos, la repostería, los lácteos y las carnes procesadas.
Foto: Unsplash/ David Fedulov
Tampoco es buena la alta ingesta de sal, pues contribuye a deshidratarte (lo cual, como ya vimos, no es difícil en un avión ).
Normalmente no habría problema que comieras alimentos como cebolla, coliflor, col o frijoles, pero en una cabina de pasajeros también pueden hacerte sentir “inflado”, según el sitio web ABC News. Lo mismo sucede con las frutas secas, dice el sitio web Bustle.
Por su parte, las bebidas carbonatadas producen inflamación y tienen efecto diurético.
Foto: Unsplash/ Eric Prouzet
3. Usar zapatos o pantalones apretados
La hinchazón de piernas y pies cuando viajas en avión es algo común, dice la Clínica Mayo. Normalmente es algo inofensivo, aunque incómodo. Lo peor que puedes hacer es ponerte zapatos apretados o pantalones pegados.
Sucede por las horas que pasas sin actividad. Sentarse con los pies en el suelo por mucho tiempo hace que la sangre se acumule en las venas de las piernas. Además, la posición de las piernas cuando estás sentado aumenta la presión en las venas de tus extremidades, lo cual contribuye a la hinchazón de pies.
Foto: Unsplash/ Jordan Nix
Estas son algunas cosas que puedes hacer para prevenir y aliviar la incomodidad:
-Usar pantalones holgados.
-Caminar un poco por la cabina cada hora.
-Aunque estés sentado, flexiona y extiende tus rodillas y tobillos frecuentemente.
-Cambia tu posición en el asiento con cierta regularidad, evitando cruzar las piernas.
Existe una afección llamada trombosis venosa profunda, que ocurre cuando se forman cóagulos de sangre peligrosos en las venas, generalmente en las piernas; estos coágulos pueden provocar una embolia pulmonar, lo cual es potencialmente fatal. Pasar largos periodos de tiempo sentado y la ropa muy apretada puede incrementar el riesgo de padecer trombosis venosa profunda, de acuerdo con el sitio web Airfarewatchdog. Para los viajeros, lo mejor es evitar cualquier tipo de ropa que sea tan apretada como para dejarte marcas en la piel y, si vuelas frecuentemente, vale la pena comprarte unas medias de compresión.
4. Dormirte durante el despegue o aterrizaje
¿Has sentido que se te tapan los oídos cuando vuelas? Este es un malestar en el tímpano llamado barotraumatismo, que ocurre cuando la presión del aire entre el oído medio y la presión del medio ambiente están en desequilibrio, explica la Clínica Mayo. Ocurre durante el despegue y el aterrizaje, puede experimentarse como incomodidad, dolor moderado, congestión o pérdida momentánea del oído.
Por lo general, el efecto desaparece cuando tragas saliva o bostezas. Pero si te duermes durante los momentos críticos del vuelo tu cuerpo deja de hacer esas cosas activamente para ecualizar la presión de tus oídos, lo que puede conducir a contraer infecciones, sentir mareo o, en los peores casos, tener daño en el tímpano o pérdida del oído, dice MedlinePlus.
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5. Dejarte los lentes de contacto
La presión atmosférica en la cabina de pasajeros, la menor cantidad de oxígeno y el aire seco contribuyen a que te sientas incómodo con lentes de contacto, especialmente en vuelos mayores a tres horas, asegura la Asociación Americana de Optometría. La sensación se pone peor si se te ocurre dormir una siesta.
Foto: Unsplash/ Amanda Dalbjorn
La recomendación es cambiar tus lentes de contacto por gafas o lubricar los ojos con gotas aprobadas para su uso con lentes de contacto.
Recuerda comprar una botella solución para lentes de contacto que cumpla con las restricciones para el equipaje de mano.
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