La lavanda es una planta a la que se le atribuyen propiedades sedantes, antiinflamatorias, digestivas, antibacterianas, cicatrizantes y antisépticas. Se utiliza en cosméticos, elementos decorativos, aromáticos o incluso en alimentos.
La mayoría de sus especies florecen entre finales de primavera y principios de verano, particularmente en julio, ofreciendo un espectáculo visual por sus espigas de color violeta.
Para disfrutar de esta experiencia, lánzate al pueblo mágico de Tequisquiapan, donde se encuentra la granja de lavanda Lavyn. Te contamos por qué deberías de visitarlo.
Lavyn es una granja agroturística que utiliza prácticas sustentables y artesanales en el proceso de crecimiento de diversas plantas aromáticas, principalmente la lavanda. Con esta elaboran productos cosméticos y comestibles.
Su historia se remonta a 2019. En ese entonces, la parcela que hoy ocupa no tenía un solo árbol y no era aprovechada. Poco a poco, se fue creando un espacio verde que regenerara el medio ambiente; se plantaron 850 truenos, 20 árboles de fresnos, jacarandas y pirules; y más de 2,000 plantas aromáticas, como lavanda, romero, verbena y eucalipto.
Preocupados por el entorno, construyeron una cisterna que capta agua de lluvias y utilizan un sistema de riego por goteo, que optimiza su uso.
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La actividad principal de Lavyn es el taller de destilación. Conocerás el proceso de plantación, la cosecha, su aprovechamiento, además de algunos tipos de lavanda. Por supuesto, serás parte del destilado de la planta para extraer aceites esenciales e hidrolatos (extractos con menor concentración) a través de una técnica artesanal llamada arrastre de vapores en alambique de cobre.
Participarás en el armado del alambique y disfrutarás de una experiencia sensorial al momento de percibir los primeros aromas tras el destilado. Al final, te llevarás a casa el hidrolato que tú mismo prepararás.
Si prefieres algo más breve, se realizan visitas guiadas para descubrir, a través del olfato, los tipos de lavanda y otras plantas que ahí se cultivan, pasarás por el invernadero para ver cómo crecen en esquejes.
Tras el tour, ¿qué te parecería un picnic al aire libre? Perfecta para parejas, esta es la segunda experiencia de Lavyn. Se colocará una mesa y sillas en medio de los plantíos de lavanda, con vistas a algunas montañas.
Es perfecto para probar productos regionales, como un vino y quesos de cabra, acompañados con pan, fruta y otras delicias.
La granja de lavanda Lavyn está en la comunida La Tortuga, a unos 15 minutos en auto del centro de Tequisquiapan.
Desde CDMX, es un trayecto de aproximadamente 3 horas.
Abre de miércoles a viernes de 10:00 a.m. a 3:00 p.m.; sábados y domingos de 10:00 a.m. a 4:00 p.m. Los lunes y martes permanece cerrada.
La visita guiada cuesta $80 pesos por persona. Incluye recorrido y degustación de té de lavanda y verbena.
El taller de destilado tiene un costo de $500 pesos por persona y dura unas 3 horas. Incluye tour por la granja, guía en el taller y 60 mililitros de hidrolato.
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La tarifa del picnic es de $800 pesos para 2 personas. Incluye una botella de vino de Freixenet a elegir (tinto, rosado, blanco dulce o blanco seco), 400 gramos de quesos de cabra La Biquette, fruta, nueces, pan y mermelada. Si vas con niños, puedes agregar una limonada de lavanda por $50 extras.
Página web: lavyn.mx
Facebook: “Lavyn granja de lavanda”.
Instagram: @lavyntequis
Teléfono y Whatsapp: (414) 226 6883.
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