El turismo se convirtió en una de las actividades sociales y económicas más destacadas a nivel global. Sin embargo, desde hace varios años, la llamada ‘industria sin chimeneas’ comenzó a afectar el medio ambiente , la cultura de las comunidades y la calidad de vida de los habitantes de ciertas ciudades turísticas que fueron víctimas de su propio éxito. La llegada de la pandemia aceleró ciertos cambios que urgentemente se requerían en la manera de viajar .
Más sostenible ambiental y socialmente, más comprometido con el desarrollo de las comunidades, menos rápido y más consciente. Estas son algunas de las tendencias que se vislumbran para el turismo que emergerá en la próxima década tras la Covid-19 en un entorno en el que el cambio climático , la globalización y la llegada de nuevos millones de turistas de países emergentes obligará al sector a afrontar el futuro de forma diferente a las pasadas décadas.
¿Cómo viajaremos en la próxima década? Estas son 7 de las principales tendencias detectadas…
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Los confinamientos perimetrales nos han obligado a parar los motores y buscar opciones de ocio y experiencias más cercanas. Portales como Viator.com, Civitatis.com o Hellotickets.com ofrecen visitas guiadas y experiencias en destinos cercanos , incluso sin salir de tu ciudad. Barcelona, Ciudad de México , Lima, Buenos Aires o Bogotá ofrecen muchos recorridos guiados para que los ciudadanos hagan turismo doméstico . Esta tendencia, además, es una forma de apoyar la industria local.
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Es una tendencia que viene de años atrás, pero crece cada año. Y en tiempos de la Covid-19 , las mascotas pueden ser el mejor compañero de viaje. A muchos los salvaron de la soledad en los tiempos más duros del confinamiento, y además se están convirtiendo en viajeros cada vez más habituales.
En Europa, Francia, Alemania, Italia y Austria son los mejores destinos para los viajeros que quieran disfrutar de una travesía en compañía de sus perros y hasta gatos. A nivel mundial menos de 10% de los hoteles aceptan hospedar a mascotas, aunque la cifra sube al 55% en Berlín y a 36% en Paris según un estudio de Trabber.com. En América Latina las líderes son México y Brasil. Esta web permite filtrar los resultados de sus búsquedas para conocer cuales sí, y también cuales no aceptan mascotas.
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El turismo es una de las principales actividades económicas del mundo, y los flujos de viajeros han sido siempre una herramienta para el desarrollo económico de un país. Esto ha llevado a una generación de “ turistas activistas ” que con su gasto apoyan las políticas de un país y sus gobiernos.
Por ejemplo, miembros de la comunidad LGTBIQ+ podrían boicotear a los gobiernos polaco u húngaro no visitando sus países, y viajando, por ejemplo, hasta Taiwán primer país de Asia en aprobar el matrimonio igualitario. Lo mismo puede ocurrir con hombres y mujeres feministas respecto a Qatar, Dubái y otros países del golfo, como protesta por la situación de las mujeres; o con quienes apoyen la causa saharaui, en Marruecos.
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Una de las principales tendencias del sector. No hace falta ser un ecologista radical para darse cuenta de la urgente necesidad de viajar de forma sostenible , o, simplemente no habrá a dónde viajar. En este sentido, se verán más marcadas ciertas tendencias para que el impacto al entorno durante tu visita sea el menos posible. ¿Cómo? Muchos viajeros ya utilizan más el tren o el autobús para trayectos de corto y medio radio, en vez de un avión, y hasta comparten coche (disponible en Europa con sistemas como BlaBlaCar…).
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Cada vez más compañías aéreas, Como Iberia, permiten compensar el CO2 que emitimos durante un vuelo mediante la compra de derechos de CO2 (cuyo dinero se ocupa, en teoría, en acciones medioambientales).
Otros portales permiten calcular las huellas de CO2 que deja nuestro viaje en cualquier medio de transporte y compensarlo mediante una donación. Un vuelo en clase turista, entre España y México, produce alrededor de tres toneladas de CO2. Compensarlo costaría alrededor de 50 euros en proyectos de reforestación, según el sitio web de la fundación myclimate.org
Foto: Mesón de la Abundancia
Ahora se trata de buscar destinos que permiten desplazarse a pie y descubrirlos a paso lento. Barcelona y Venecia, tal vez ya no serán la prioridad de muchos. La ausencia de fama desbordada y del exceso de actividades permite, entre otras ventajas, obtener precios más asequibles, integrarse más en el destino, descubrir su gastronomía local, su gente y sus entornos. Nada de cocinas fusión, ni de agridulces. Italia, por ejemplo, al igual que otros destinos europeos, está a la vanguardia de esta modalidad conocida como slow travel o slow tourism (viajar tranquilo o sin prisas), que es la antítesis de los otrora viajes de “5 capitales en 4 días”.
Pero otros destinos más pequeños, como Guanajuato, Queretaro, Puebla, o todos los Pueblos Mágicos van a estar muy demandados el año que viene. En Europa el turismo rural ha sido el sector que mejor sobrevivió a la pandemia, por ejemplo.
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Son destinos que permiten desplazarse a pie y descubrirlos a paso lento. La ausencia de fama desbordada y del exceso de actividades permite, entre otras ventajas, obtener precios más asequibles, integrarse más en el destino, y descubrir su gastronomía local, su gente y sus entornos. Nada de cocinas fusión, ni de agridulces. En Europa, la UE e Italia están a la vanguardia de esta modalidad conocida como slow travel o slow tourism ( viajar tranquilo o sin prisas), que es la antítesis de los otrora viajes de “5 capitales en 4 días”.
Cada vez hay más viajeros virtuales que buscan visitar las principales atracciones turísticas del mundo ‘a golpe de ratón’. A través de tu computadora, de un dispositivo móvil o con lentes de realidad virtual es posible recorrer los principales museos y zonas arqueológicas del planeta. Aunque emergentes, existen portales como cyark.org o artsandculture.google.com que permiten hacer recorridos guiados por monumentos en todo el mundo.
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Tras un año de cancelaciones y cierre de fronteras que dejaron varados a miles de turistas, la pandemia ha impulsado una tendencia en el sector que ya venía de tiempo atrás: por ejemplo, los nómadas digitales no solo reservan en línea sus viajes, sino que, sobre la marcha, modifican de un momento a otro su plan que incluye visitas a ciudades, museos o actividades. Es decir, cada vez más, se va a reservar con poco tiempo y con la posibilidad de hacer cambios de itinerario de un día para otro, más cuando la situación del viajero en un destino puede variar en pocos días.
Todas las empresas que se dedican al negocio de los viajes -desde las aerolíneas , pasando por hoteles hasta touroperadores que organizan actividades o excursiones - deberán no solo digitalizarse, sino flexibilizar sus condiciones para hacer cambios o cancelaciones online para que la experiencia de sus clientes no se convierta en una pesadilla.