El mezcal es uno de los destilados en tendencia. Aunque comúnmente se le asocia con Oaxaca, lo cierto es que actualmente son nueve estados que poseen municipios con denominación de origen: Durango, Guanajuato, Guerrero, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Tamaulipas, Zacatecas y Michoacán.
En este último, la región del Lago de Pátzcuaro es productora del destilado. Entre sus destilerías destaca la que fabrica Lágrimas de Yunuén, un mezcal añejado de una manera muy curiosa. Este proceso lo llaman 'ahogo' y 'desahogo' de mezcal, el cual se basa en una antigua leyenda purépecha.
Ambos pasos son transformados en toda una experiencia abierta al público, en la que se incluye una ceremonia mística, actividades culturales y gastronomía. Te contamos más.
El ahogo y desahogo del mezcal es un producto turístico nuevo en Michoacán. Esta práctica es impulsada por la destilería Fuego Eterno Mezcal, presidida por Arno Villacaña, quien nos platicó más de esta curiosa experiencia.
Básicamente, el mezcal se añeja en botellas de vidrio en el fondo del lago de Pátzcuaro, a orillas de la isla de Yunuén, la segunda más pequeña de la región.
El ciclo de ahogo y desahogo de Lágrimas de Yunuén es así:
Cada año, el 1 de noviembre, en sintonía con las festividades de Noche de Muertos, el destilado se ‘ahoga’ en esas aguas durante una ceremonia purépecha dirigida por tatas y nanas (abuelos y abuelas) de Yunuén.
“Buscando las tradiciones, leyendas y nuevas formas de añejamiento detectamos que la maduración en agua, dentro de botellas de cristal, mejora sustancialmente al mezcal [...] haciéndolo más untuoso, suave al retrogusto, pero dejando un caudal prolongado. Sus aromas florales se incrementan, es cristalino y de transparencia muy buena”, nos explicó Villacaña.
Las botellas permanecen en el fondo del lago poco más de un año. El sábado siguiente a Día de Muertos se ‘desahogan’ o sacan del fondo. Nuevamente, se celebra una ceremonia purépecha. Cuenta Villacaña que se hace precisamente ese día para ofrecer una atracción turística después del 1 y 2 de noviembre.
Anualmente, se sumergen 200 litros, sacando 140 el primer año, 20 al segundo, tercero y cuarto año (su máximo añejamiento), pues según las tradiciones purépechas, el alma transmuta al cuarto año.
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Poner en práctica un nuevo y curioso método de añejamiento no es la única razón para hacer el ahogo y desahogo del mezcal, ya que esta actividad se compagina con una antigua leyenda de la Isla de Yunuén.
Se cuenta que hace muchos años, la isla era casa de una princesa de excepcional belleza, llamada Hapunda. Un día, un grupo invasor buscó raptarla. Al ver la guerra y la superioridad de los rivales, la joven desesperada invoca al lago y le suplica que la ayude a salvar a su pueblo.
El lago acepta con una condición: que Hapunda se ‘una’ con él. Hapunda entonces se sacrifica diluyéndose en las aguas del lago. El ejército enemigo, al no encontrarla, se retira.
El lago, al ver el gesto de amor de la princesa, le permite regresar cada año con los suyos en forma de garza. “Esta (Yunuén) es la única isla de Pátzcuaro que cuenta con garzas”, asegura Arno Villacaña.
Y en recompensa por la valentía de los guerreros que protegieron a Hapunda, el lago de Pátzcuaro separa las lágrimas derramadas por la princesa y las devuelve al mundo terrenal en forma de mezcal.
Las lanchas parten del Embarcadero de Ucazanastacua para dar un paseo por el lago de Pátzcuaro hasta llegar a la isla de Yunuén para presenciar la ceremonia purpépecha de ‘cosecha’ conducida por los tatas y nanas de la comunidad.
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Después de la ceremonia, se ofrecen platillos típicos de la región, elaborados por cocineras tradicionales, en colaboración con chefs expertos.
Hay bailes típicos, degustaciones de mezcal, por supuesto, una destilación en vivo y una demostración de la pesca tradicional de la zona con redes de mariposa.
El costo para vivir el desahogo del mezcal es de $2,500 pesos por persona. Incluye transporte a la isla Yunuén desde el embarcadero de Ucazanastacua, comida y cena típica, ceremonias, demostraciones, bailables, música y degustación de mezcal.
“Una parte importante ganancia de las ventas es invertida en la isla en proyectos económicos y de restauración”, agrega Villacaña.
Página web: lagrimasyunuen.com
En Facebook: ‘Lágrimas de Yunuén’
Instagram: @lagrimasdeyunuen
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