En este 2020 se cumplen 19 años de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos. Desde los ataques, la política y sociedad de nuestro país vecino se sacudió en muchísimos aspectos y niveles. Entre los ámbitos que cambiaron está la industria de la aviación y, específicamente, los hábitos de viaje de millones de personas.
Antes del 9/11, la seguridad aérea era totalmente distinta. Para que te des una idea, en 2004 se reveló que algunos de los extremistas que participaron en los atentados el 11 de septiembre de 2001 lograron abordar a pesar de que activaron detectores de metal en los filtros de seguridad.
Cómo eran los viajes en avión antes del 9/11
Ahora suena muy extraño, pero antes del 11 de septiembre de 2001 estaba permitido llevar tijeras y cuchillos en el equipaje de mano, siempre y cuando midieran menos de cuatro pulgadas (10 centímetros, aproximadamente) de largo, explica el sitio web Bustle.
De acuerdo con el reporte final de la Comisión 9/11, se utilizaron armas blancas durante el secuestro de los aviones.
En 2013, en la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) se propuso volver a permitir cuchillos en la cabina de pasajeros, más pequeños que los de la política anterior. Sin embargo, la idea se descartó a causa de las reacciones opuestas entre sobrecargos y familiares de víctimas del 9/11.
En México está prohibido llevar objetos punzocortantes en el equipaje de mano, indica el AICM. En el caso de tijeras y cortauñas, su filo no puede medir más de 6 centímetros.
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Es la agencia que se creó para endurecer la seguridad en los aeropuertos estadounidenses y evitar que volviera a ocurrir un hecho similar a los atentados. Nació oficialmente el 9 de noviembre de 2001, según el National Museum of American History.
Antes de que la seguridad se volviera más estricta, tus amigos y familia podían acompañarte hasta la puerta, antes de abordar, afirma Business Insider. Además, a partir del surgimiento de la TSA se introdujo equipo más especializado para revisar el equipaje.
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Después del 11 de septiembre de 2001 se mejoró la seguridad para la cabina de mando, según la BBC. Las puertas tendrían que ser lo suficientemente fuertes para resistir el estallido de una granada.
El sistema de seguridad puede variar entre fabricantes de aviones, países y aerolíneas. Por ejemplo, en los aviones de Airbus, el piloto puede impedir la entrada a la cabina aunque la persona de afuera sepa el código de acceso; esto funcionaría en caso de que un atacante obligara a la tripulación a que le diera la clave.
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Esta es una práctica controversial por parte de la TSA, pues desde que la agencia existe ha sido motivo de quejas entre los viajeros. Es una revisión exhaustiva por parte de un oficial de tu mismo género, quien pasa sus manos por tu cuerpo en busca de contrabando u objetos prohibidos. Se considera necesaria si activaste una alarma en el filtro de seguridad o si te rehúsas a pasar por una máquina de rayos X, asegura USA Today.
Los cacheos pueden aplicarse incluso en niños. Sin embargo, el proceso es distinto, menos invasivo.
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Hay que aclarar que “tengo una bomba” nunca ha sido una broma muy celebrada en un aeropuerto. Sin embargo, hace algunas décadas decir eso no provocaba que te arrestaran o, incluso, que la terminal cesara sus operaciones. Eso sí puede pasar hoy en día, explica el sitio web Bustle.
Tan solo en febrero de este año, la pasajera canadiense Nathalie Dorothee Tremblay fue arrestada justo después de abordar su vuelo en Fort Lauderdale, Florida. La razón: cuando una sobrecargo preguntó de quién era la maleta que no cabía en el compartimento superior, la mujer dijo que “había una bomba en ella”. La sobrecargo reportó inmediatamente el hecho y la terminal entera dejó de funcionar mientras se descartaba la presencia de explosivos en el equipaje.
Esta es una de las reglas que más generan molestia entre los viajeros. Pero no se estableció a causa del 9/11, sino por un ataque terrorista frustrado de 2006. El plan involucraba el uso de sustancias líquidas para detonar explosivos en una serie de vuelos que iban de Reino Unido hacia Estados Unidos.
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