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Si ya conoces la ciudad y no sales de Millennium Park, sal de tu zona de confort en tu próximo viaje y busca lugares menos populares, pero igual de atractivos. Te damos algunas pistas…
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. Field Museum
En este sitio descubrí que podría subirme a una báscula junto a mis padres y ni así alcanzaría los 272 kilos que pesa el cráneo de Sue, el esqueleto de tiranosaurio más completo que se conserva en el mundo. También me paré junto al fémur de Máximo —el dinosaurio más grande descubierto hasta la fecha, con 37 metros de largo— para darme cuenta de que ese hueso me ganaba en altura (mide más de dos metros). Y supe que los parientes más cercanos de estos animales no son los cocodrilos ni otros reptiles, sino los pájaros.
Foto: Field Museum
El Field Museum no solo está dedicado a la evolución, sino a las formas de vida que proceden de todas las épocas y diferentes regiones del planeta. En su colección —que inició hace casi 125 años—, lo mismo encuentras piezas funerarias egipcias, joyería con miles de años, que una auténtica casa maorí. El esqueleto original de Sue, de 12 metros de largo, está expuesto al público. Muy cerca se encuentra el “Monstruo de Tully”, el fósil de un extraño animal marino que se encontró en el estado de Illinois.
Foto: Field Museum
2. Viaja en el tiempo
A finales del siglo XIX, Pullman fue una ciudad industrial con más de mil casas, creada para los trabajadores ferroviarios. En 1894 surgió una de las huelgas más importantes en la historia de Estados Unidos. Hoy en día las estructuras de ladrillo, pertenecientes al neogótico y al estilo Reina Ana, están tan bien conservadas que la comunidad es reconocida como Monumento Nacional.
Pullman se ubica a media hora del centro (o Loop) de Chicago, y se puede llegar en tren del Metra Rail Service. El centro de visitantes tiene una muestra sobre cómo era la vida cotidiana, y diversas asociaciones históricas dan paseos guiados. En octubre, durante un fin de semana, los habitantes abren las puertas de sus hogares para que los conozcas.
Foto: Governor's State University
3. Chelea con estilo
Si te gusta la cerveza artesanal, es casi obligatorio que te des una vuelta por el centro de producción de Goose Island. Probablemente ya has escuchado de la marca y te parezca comercial, pero fue una pionera en el movimiento de las pequeñas cervecerías en Chicago a finales de los ochenta. En la sede principal, en el barrio de West Town, dan recorridos guiados sobre la historia de sus etiquetas icónicas, con catas de ediciones poco comunes. Vas a enloquecer cuando percibas el aroma de la bodega donde se añejan las cervezas en barricas de bourbon.
Foto: Jorge Garaiz. EL UNIVERSAL
4. Siéntete insignificante
No necesitas ser especialista en la materia para disfrutar la exhibición del Chicago Architecture Center, que estrenó edificio en agosto pasado. Lo más llamativo es la gran maqueta de la ciudad, con más de cuatro mil piezas, la cual narra de manera clarísima la historia del destino, con efectos de luz y video.
Otra sala recopila modelos a escala de rascacielos emblemáticos locales e internacionales para que te des cuenta de todo lo que se ha construido desde que la Torre Willis era considerada el edificio más alto del mundo (entre 1973 y 1998).
Foto: Choose Chicago
5. Encuentra un tesoro
El Randolph Street Market es un sueño para quienes aman las cosas vintage y odian los productos hechos en serie. Luce como si todas las abuelas cool de la ciudad hubieran sido saqueadas. Los vendedores llevan ropa de marca, muebles, ornamentos, libros, vinilos y alimentos gourmet que difícilmente hallarás en otro lugar. Abre sus puertas una vez al mes. De mayo a septiembre, hay ventas al aire libre.
Foto: Randolph Street Market
6. Ponte gordito, pero contento
Chicago
es el destino para los viajeros “de buen diente”: las porciones son enormes y existen varios antojos con el sello de identidad local. Aquí, la pizza lleva los ingredientes por dentro y el hot dog se prepara con pepinillos y pimiento. Si te unes a un recorrido gastronómico, conocerás la evolución de cada platillo y probarás un poquito de todo en los mejores lugares. Recomendamos los paseos de Bobby’s Bike Hike; inician en la pizzería Giordano’s, a unos pasos de Millennium Park.
Foto: iStock
7. Escritor por un día
El American Writers Museum resulta especial por su interacción con el espectador: mientras “toqueteas” la exhibición, vas descubriendo información sobre la vida y datos curiosos de los autores más destacados del país vecino. No creas que se discriminan épocas o ámbitos, pues en el mismo lugar conviven Edgar Allan Poe y William Faulkner con el crítico de cine Roger Ebert y el rapero Tupac Shakur.
Una de las galerías está llena de pantallas táctiles que ponen a prueba tus habilidades de redacción. Los ejercicios te orillan a entender el poder de las palabras y la precisión que se necesita para crear un texto trascendente.
Diario, en las máquinas de escribir de la última sala se colocan hojas en blanco con una frase inicial tomada de alguna obra célebre. La idea es que cada viajero aporte otra línea para crear algo diferente.
Foto: American Writers Museum
8. Explora una estación abandonada
Hace 20 años, los habitantes de Chicago no imaginaban que la Ruta Bloomingdale, una línea ferroviaria que se quedó sin propósito, sería una atracción turística. En su recorrido de aproximadamente cuatro kilómetros, se acondicionó un parque lineal con murales e instalaciones de arte temporales. Todo el año alberga eventos musicales, observaciones astronómicas, noches de fogata, carreras y desfiles. Puedes iniciar tu camino desde el Walsh Park, a 15 minutos en auto del centro.
Si tienes ganas de recorrerla en bici, renta una por medio de la plataforma Divvy (www.divvybikes.com); funciona de manera parecida a la Ecobici.
Foto: Choose Chicago
9. “Cae” sobre la ciudad
El mirador de la torre 360 Chicago, el cuarto rascacielos más alto de la urbe, te pone de frente al abismo. Su atracción Tilt consiste en una pared de cristal que se inclina en un ángulo de 45° por fuera del edificio, dejándote con una increíble vista a 313 metros del suelo.
Si te da miedo quedar suspendido, pero no te quieres perder la vista, acude a una clase de yoga en el piso 94 del edificio; se imparten cada sábado.
Foto: 360 Chicago
10. Escucha cuentos para dormir
Moxy es una cadena hotelera con un objetivo claro: apapachar al millennial y al viajero que lo es de corazón. Muebles retro y textiles con mensajes sarcásticos decoran su propiedad en Chicago. Para entretener a los hiperactivos huéspedes, el lobby ofrece juegos de arcade y un estudio de grabación. Se instaló una barra de tacos (no son iguales a los que comemos, pero están bastante ricos) abierta las 24 horas del día.
Foto: Marriott
En las suites hay un servicio peculiar: si levantas la bocina de tu teléfono de disco, una voz te cuenta una historia para que duermas bien.