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Este año, la ciudad de Querétaro está de manteles largos al cumplir 22 años de ser declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad , por la riqueza arquitectónica que embellece las casonas y las calles de su centro histórico . Pero, también hay otro suceso importante, por tercera ocasión se convierte en sede del Hay Festival, una tremenda fiesta internacional dedicada a las artes, la literatura y la ciencia.
El evento se realizará del 6 al 9 de septiembre para ofrecer a sus asistentes conferencias, ciclos de cine, talleres y conciertos, como el de Celso Piña , entre otras actividades.
“Durante el festival la gente puede encontrarse en la calle con artistas de la talla de Patti Smith o Venki Ramakrishnan, Premio Nobel de Química”, asegura Mauricio Sánchez, director de Turismo y Asuntos Internacionales del Municipio de Querétaro.
El Hay Festiva l también es un buen pretexto para conocer los atractivos turísticos que ofrece la capital queretana, que van desde sus templos y museos, un paseo en tranvía por el centro, una caminata nocturna de leyendas y hasta un recorrido por los 74 arcos de su acueducto.
Sin embargo, si eres de los que ya conoce los clásicos del centro histórico , Mauricio Sánchez nos recomienda cinco nuevas zonas que están dando de qué hablar en la ciudad:
Barrio de la Cruz.
Sube por sus calles serpenteantes, las cuales te llevarán hasta el Exconvento de la Cruz . Aquí, del 12 al 15 de septiembre “los concheros” danzan sin parar por tres días para celebrar las Fiestas de la Exaltación de la Santa Cruz.
En el barrio se han abierto pequeñas galerías de diseño local, panaderías artesanales y restaurantes de cocina internacional.
Cervecería Hércules.
Un espacio más que se suma a la tendencia de la cerveza artesanal, dentro de una antigua fábrica de textiles. Tiene un jardín con mesas comunales para hacer degustaciones de cerveza recién salida del barril, una sala de cine y, en la azotea, un restaurante.
Náutico Juriquilla
. Se ubica al norte de la ciudad, a orillas de una presa. Opera como un centro gastronómico, con cuatro restaurantes de especialidad italiana y argentina. Se organizan recorridos en pequeñas embarcaciones para admirar el paisaje, el cual está conformado por antiguos puentes de cantera.