es un país pequeñito, que hasta mediados del siglo pasado permanecía prácticamente aislado del mundo y para los años sesenta no tenía un solo asentamiento urbano. Está enclavado en el Himalaya haciendo frontera con China e India; es vecino de la nación donde el Covid-19 fue identificado por primera vez y de uno de los países que han sido más golpeados por la pandemia.
Sin embargo, su caso es muy distinto: en un año y medio de contingencia sanitaria ha registrado 2 mil 249 contagios y una sola muerte (al 8 de julio de 2021), en una población de 770 mil personas, aproximadamente.
Te contamos algunos datos sobre este país asiático y la manera en que ha afrontado la pandemia.
Foto: Unsplash/ Unma Desai
El Covid-19 en Bután
Diversos factores han contribuido a que en este país el manejo de la pandemia sea considerado un ejemplo, según han reportado organizaciones como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y medios internacionales. A continuación te platicamos un poco sobre las acciones tomadas.
El 15 de enero de 2020, un par de semanas después de que China reportara un brote de neumonía de origen desconocido a la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Bután se comenzó a monitorear signos de enfermedades respiratorias, además de usar escaneo de fiebre en su aeropuerto y puntos de entrada, relata el diario The Atlantic. Cuando surgió la contingencia sanitaria, el país contaba con apenas 3 mil trabajadores de la salud y un solo equipo que servía para hacer pruebas PCR.
El primer caso confirmado de Covid-19 se dio hasta el 6 de marzo de 2020. Seis horas tras la noticia, se había rastreado y puesto en cuarentena a 300 posibles contactos del hombre.
El 16 de marzo, cinco días después de que la OMS declarara la pandemia, se impuso una cuarentena obligatoria para todos los residentes con posible exposición al virus y se aisló a los casos positivos. El tiempo de confinamiento establecido para personas con posible exposición fue de 21 días, una semana más de lo que la OMS recomendaba.
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Se llevó a cabo un programa masivo de pruebas y rastreo de contactos, por medio de una app. Durante la cuarentena a nivel nacional, el gobierno entregó comida, medicinas y productos esenciales a casas particulares.
El rey Jigme Khesar Namgyel Wangchuck creó un fondo de ayuda financiera para quienes habían visto afectado su modo de sustento, mientras los miembros del parlamento cedieron un mes de salario en apoyo, los hoteleros prestaron sus propiedades como instalaciones de cuarentena y los agricultores donaron cosechas.
A principios de abril, Bután fue noticia por haber vacunado con primera dosis al 60% de su población tras nueve días de campaña, según el diario Al Jazeera.
De acuerdo con un texto de The Lowy Institute publicado en abril de 2021, un posible factor que ha beneficiado el manejo de la pandemia es el alto nivel de control que el gobierno butanés mantiene sobre la vida diaria. Al ser un país cuyas primeras elecciones se realizaron en 2008 tras décadas de monarquía, el gobierno consiste en varias capas que ayudan a mantener un control centralizado.
Por otro lado, se podría mencionar el respeto que la población tiene hacia su monarquía. Los butaneses suelen poner la foto del rey junto a imágenes de Buda y otras figuras religiosas, dice The Lowy Institute; por ejemplo, si el monarca pide voluntarios para llevar a cabo campañas de vacunación en pueblos enclavados en las montañas, los ciudadanos le responden.
De hecho, el rey Jigme Khesar Namgyel Wangchuck se volvió viral en junio pasado porque se publicaron fotos de su viaje a pie de cinco días a lo largo de la frontera este del país para asegurarse de que se cumplieran las medidas de seguridad, informaron sitios web como Indiatimes.
Se dio a conocer que el monarca ha realizado entre 14 y 15 viajes similares desde que la pandemia comenzó.
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Datos curiosos sobre Bután
Estas son algunas de las curiosidades que probablemente no sabías sobre el país. Bután abarca una superficie de 38 mil 394 kilómetros cuadrados, de manera que podría compararse en tamaño con el estado de Puebla. Su idioma oficial es conocido como dzongkha y la religión que más se practica es el budismo, principalmente tibetano.
1. Hasta los años sesenta Bután no tenía una moneda oficial, sino funcionaba mediante trueque. Actualmente su moneda es el ngultrum; 3.72 ngultrums equivalen a un peso mexicano.
2. En todo el país no hay un solo semáforo. Incluso en su capital, el flujo del tránsito es controlado por oficiales de policía.
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3. En Bután se encuentra la montaña sin escalar más alta del mundo: Gangkar Puensum, que alcanza 7 mil 570 metros. Desde los años noventa no se permite el montañismo en lugares por encima de seis mil metros, pues culturalmente se cree que las montañas son hogar de las deidades locales y presagio de prosperidad en los valles.
4. El país estuvo cerrado al turismo hasta 1974, de acuerdo con la agencia Koryo Tours. Antes de la pandemia recibía unos 63 mil visitantes al año, pero es uno de los lugares más estrictos a la hora de otorgar una visa.
Para obtener el documento necesitas contratar un viaje con una agencia autorizada, y solo hasta que te dan la visa puedes reservar el vuelo.
5. Fumar, además de cultivar o vender tabaco, está prohibido en Bután.
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6. Fue uno de los últimos países del mundo en introducir la televisión, señala la agencia AndBeyond; esto sucedió en 1999, el mismo año en que llegó el internet. Sin embargo, la mayoría de la población no tiene acceso a este último, según la Enciclopedia Británica.
7. Bután es famoso por su concepto de Felicidad Nacional Bruta, un indicador que busca medir el bienestar de una manera más completa que el Producto Interno Bruto. Esta filosofía surgió desde 1972, dice el Foro Económico Mundial, y se basa en cuatro pilares: desarrollo sustentable y socioeconómico, conservación del medio ambiente, preservación de la cultura y buen gobierno.
8. El país tiene un mandato en su constitución para mantener 60% de su territorio cubierto de vegetación, de manera permanente.
9. Existe un tipo de construcción que es característica de Bután, especialmente en las regiones del Himalaya. Se trata del dzong, una especie de fortaleza-monasterio que está presente en prácticamente cada población. Actualmente es un foco de la vida política, social, religiosa y económica de un pueblo.
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