Sí, sí… Praga es una ciudad encantadora y posiblemente la primera que se nos viene en mente cuando hablamos de República Checa. Sin embargo, Brno, la segunda metrópoli más grande de aquel país, posee eso que solemos llamar “belleza exótica”.
Esta ciudad es como el resultado de colocar en un shaker un poco de historia medieval, otro tanto de la Segunda Guerra Mundial, mucha cultura, arte, buena comida y bares muy peculiares.
El atractivo de Brno no es convencional. Si eres paciente, caminas sin tanta prisa, pero, sobre todo, si observas con detenimiento, sus calles y edificios te revelarán sus secretos.
Llegar a Brno desde Praga es sencillo: puedes hacerlo por medio del tren llamado Regiojet. Los boletos te saldrán entre 12 y 25 dólares (265 y 553 coronas checas respectivamente) para el viaje de dos horas y media. La otra opción es de tres horas en autobús, desde la estación ÚAN Florenc. Los pases cuestan unos 12 dólares.
El punto neurálgico de la ciudad es La Plaza de la Libertad, en donde armoniza el comercio con la arquitectura y todo tipo de actividades.
La respuesta es Georg Placzek… Los restaurantes alrededor de La Plaza de la Libertad colocan mesas y sillas para comensales y turistas. Uno de ellos es Kebab King y, como su nombre lo dice, preparan kebabs, una especie de taco árabe hecho de pan pita que se rellena con carne similar al pastor, verduras, crema y salsa picante al gusto.
Lo curioso es que este expendio de kebab está justo en el inmueble que alguna vez fue el hogar del físico George Placzek, quien, de 1943 a 1946, se mantuvo como uno de los líderes de grupo del Manhattan Project —encabezado por el mayor general Leslie Groves y el físico estadounidense Robert Oppenheimer—, el cual desarrolló las bombas nucleares Little Boy y Fat Man, empleadas contra Japón durante la Segunda Guerra Mundial.
A unos cuantos metros está la iglesia de San Jacobo o Santiago, pero lo sorprendente está justo debajo de ella. Se trata de los restos óseos de más de 50 mil personas, cuidadosamente colocados de manera artística para proyectar figuras y sombras… Cráneos que te miran profundamente sin ojos.
El osario de Brno es el segundo más grande de Europa, después del de París. Y, a pesar de que data del siglo XVII, fue descubierto en 2001, pero se abrió al público hasta 2012.
Al descender por la escalera que conduce a las históricas catacumbas, la luz disminuye.
Las paredes, las columnas y los arcos se vuelven de hueso. Se dice que los restos fueron colocados debajo de la iglesia cuando ésta se quedó sin espacio para su disposición en el cementerio.
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Los esqueletos hablan y, gracias a su pigmentación, relatan las causas de la muerte de quienes fueran sus propietarios. Los huesos amarillentos revelan que aquellos humanos perdieron la vida por el cólera, mientras que los rojizos fallecieron por causa de la peste.
El osario está dividido en diferentes salas y pasillos, apenas iluminados, que los visitantes pueden explorar. Uno de los puntos destacados es el corredor en forma de cruz, donde los huesos se han dispuesto de manera simétrica.
Si estás interesado en visitar el Osario de Brno, ten en cuenta que solo puedes hacerlo en grupos pequeños y con un guía turístico autorizado. Los recorridos ofrecen una perspectiva única sobre la historia de la iglesia y el destino final de muchos de sus antiguos habitantes.
Es una de las plazas históricas aledañas al centro y es uno de los puntos de encuentro favoritos entre los brunenses. Se trata de un mercado de frutas, verduras, flores y artesanías al aire libre que se remonta desde la Edad Media. Rodeando la plaza encuentras cafés y restaurantes pintorescos.
En el centro destaca la Fuente del Parnaso, construida entre 1690 y 1695, con un diseño del arquitecto y escultor austriaco Johann Bernhard Fischer von Erlach, quien tenía una gran influencia del arte barroco. En la base aparece Hércules sujetando a Cerbero con una cadena, y en la cima hay una estatua de la diosa Europa.
A un costado se levanta el Teatro Reduta. Es el más antiguo de Europa Central y en el que el compositor alemán Mozart brindó un concierto cuando tenía 11 años de edad.
En la colina Petrov se erige este enorme templo de estilo gótico del siglo XIII, que cuenta con un par de torres de 83 metros de altura. Si aguantas la subida y llegas a la cima, tendrás una espectacular postal de la ciudad.
Las campanas tienen que sonar tradicionalmente a las 12:00 horas. Sin embargo, esta iglesia las toca a las 11:00, pues cuenta la leyenda que tras varios meses del asedio sueco durante la Guerra de los Treinta Años, el dirigente de las tropas nórdicas, Lennart Torstenson, prometió retirarse el 15 de agosto, cuando escuchara las campanas. Se dice que los pobladores se enteraron de esto y, por ello, las tañeron antes de tiempo.
Una pieza de granito negro pulido se erige en uno de los costados de La Plaza de la Libertad. Son casi las 11:00 horas y la gente se arremolina a su alrededor. Se trata del Reloj Astronómico de Brno. Pretendían que tuviera la forma de una bala, pero, al final, los brunenses le encontraron forma de vibrador y así le llaman de cariño.
Es una obra realizada por Oldrich Rujbr y Petr Kameník. Diariamente, a las 11:00 horas, expulsa una pequeña esfera de cristal que cae por una de las cuatro aberturas del reloj. Es muy codiciada como souvenir por ciudadanos y turistas.
Cada una de las piezas es diseñada por el artista Jaroslav Svoboda y creada a mano por artistas vidrieros dirigidos por Lukáš Verner.
El sol se oculta y las calles se iluminan con los neones que emanan de los bares. Los jóvenes son los dueños de la noche. Los estudiantes se olvidan de la escuela y sus deberes, solo quieren divertirse, levantar un par de tarros con sus amigos y gritar a todo pulmón ¡Na zdravi! (salud).
Claro, Brno debe proveer esparcimiento para los casi 90 mil estudiantes de las 33 facultades de educación superior que ahí tienen su base. Los bares son los espacios preferidos en un país que tiene el índice más alto de consumo de cerveza per cápita al año (182 litros).
Te compartimos 5 bares de la ciudad de Brno que debes conocer:
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1. Pivní Burza. El concepto de este bar es muy diferente a los demás establecimientos tradicionales. Opera bajo el modelo de una bolsa de valores. El precio de las cervezas cambia en tiempo real, según la demanda y la oferta; te diviertes mucho con los amigos al competir quién consigue el mejor precio por su trago.
Al entrar al bar te prestan una tarjeta electrónica que te permite pedir cervezas. En las pantallas del bar, verás una lista de cervezas con sus precios, que fluctúan según cuánta gente las está pidiendo. Cuando alguien ordena una cerveza en particular, su precio aumenta ligeramente, y cuando la demanda disminuye, el precio baja. Pivní Burza te entretiene todo el tiempo.
2. Jekyll & Hyde Bar. Si te apasionan las películas clásicas y los cocteles creativos, no tienes que buscar más. Louis Stevenson, autor de la novela El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, está presente en cada rincón de este local, tan intrigante como misterioso.
Sus cocteles son el sello de la casa, ya que son cuidados a la perfección y con ingredientes de primera. Incluso te sorprenden con la presentación.
Como sugerencia, prueba el “Intento No. 6, té de la tarde”, una bebida servida con “polvo crujiente”, que no solo es una bolsita de té, también representa la división del alma del Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
3. The bar that doesn’t exist. Son tres pisos de libertad creativa sobre las barras. Los cantineros son profesionales y se esmeran en complacer a los clientes que se arremolinan junto a ellos para no perderse la manera en la que preparan los cocteles. Todo un performance.
En el lugar cuelgan del techo elegantes candelabros de cristal y hay sofás Chester por doquier. La carta de alimentos es pequeña, pero no hay fallas con lo que se te antoje. Aquí las hamburguesas son las reinas.
4. La Gaviota Terraza, Lounge & Sky Bar. Y, si de plano extrañas el ambiente rumbero y quieres escuchar ritmos a los que estás acostumbrado mientras disfrutas de un trago muy latino, llegaste al lugar indicado. Una cuba tradicional o una caipirinha son clásicos que puedes poner a prueba mientras disfrutas de una excepcional vista del centro de Brno.
5. Yume Anime Bar. ¿Cervezas, cocteles deliciosos y tus ánimes favoritos? No, no se trata del cielo, sino de este peculiar establecimiento, que te ayuda a desconectarte unos instantes de la cotidianidad y te lleva de la mano a un pequeño viaje por la cultura japonesa a través del ánime y el manga.
Brno tiene de todo y es una ciudad que se disfruta tanto de día como de noche, depende de tu presupuesto y tus intenciones.
Su esencia de modernidad y frescura, pero en un escenario, por llamarlo de alguna manera, “clásico europeo”, la convierten en una urbe que no puedes ignorar, por nada del mundo, cuando viajes a República Checa.
Vocabulario indispensable para sobrevivir en República Checa
Básicamente con estas cinco primeras palabras sobrevivirás; las demás son ya ornamentales.
Tren: toma el Regiojet; el viaje dura dos horas y media. Boletos: entre $205 y $430 pesos mexicanos.
Autobús: lo abordas en la central de camiones de ÚAN Florenc. El trayecto es de casi tres horas. Boleto: $205 pesos.
Grandezza Hotel Luxury Palace. Un cinco estrellas con estancias desde $2,300 pesos la noche. Se ubica justo en el Mercado de la Col. grandezzahotel.com
Cosmopolitan Bobycentrum. Muy cómodo y con todas las amenidades disponibles. Es uno de los mejores por su relación precio-calidad: $1,400 pesos por noche por habitación. Te prestan bicicletas durante tu estancia. hotelcosmopolitan.cz
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