Ciudad clave en la guerra de Independencia y en la instauración de la democracia en los Estados Unidos, Boston es de una personalidad de lo más ecléctica: es conservadora, de costumbres arraigadas y orgullosa de su pasado pero, al mismo tiempo, es dinámica, progresista y tolerante. Esto es lo que la capital de Massachusetts ofrece en un itinerario de 48 horas.
Para el primer día considera al menos media mañana para el Freedom Trail. En pleno centro, el llamado “Sendero de la Libertad” es una ruta señalada con ladrillos rojos en la que, a lo largo de aproximadamente cuatro kilómetros, conocerás los principales edificios y monumentos relacionados con la independencia, desde el parque Boston Common, el más famoso de la ciudad y el más antiguo de Estados Unidos, hasta Bunker Hill, en Charlestown, uno de los primeros barrios de la ciudad de Boston. Consulta tours y horarios disponibles en thefreedomtrail.org.
Prosigue tu paseo por el centro hasta la zona peatonal de Downtown Crossing y al histórico Quincy Market, mismo que forma parte del complejo Faneuil Hall Marketplace , y en el que debes pedir la sopa de langosta clam chowder que le ha dado fama al lugar.
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Por la tarde visita el encantador distrito de Back Bay. Es un auténtico museo al aire libre por su arquitectura clásica, gótica y victoriana, ideal para ir de shopping.
Otra recomendación sería adentrarte en el aristocrático barrio Beacon Hill, con sus pintorescas edificaciones de marcado estilo inglés. Charles Street es su calle comercial más popular, con decenas de tiendas de antigüedades, boutiques, bares y restaurantes de moda.
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Inicia el segundo día visitando Cambridge. Localizada al otro lado del río Charles, esta emblemática zona alberga los campus de la célebre Universidad de Harvard y del MIT . Después, encamínate hacia el área de Fenway Kenmore en la que se ubica el estadio de los Red Sox, el Fenway Park , y los museos de Bellas Artes , entre los más grandes del mundo, y el Isabella Stewart Gardner , construido a semejanza de un palacio veneciano renacentista. La colección de este último abarca desde objetos de la antigua Roma hasta obras de arte del siglo XIX. Desde aquí no te será difícil llegar a South End, un distrito de intensa vida artística, animado ambiente y buena oferta gastronómica que se concentra sobre todo en Tremont Street y Harrison Street.
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