Cerca de Yucatán, en el Golfo de México, había una isla …o, tal vez no. Eso es un misterio. Bien podría ser la Atlántida mexicana, pero eso es solo especulación. Lo que sí es seguro es que este pedazo de tierra ha sido protagonista de muchas teorías y mitos.
Es la Isla Bermeja. Un pedacito de tierra que se ha convertido en un asunto controversial durante muchos años. La isla, en realidad, no existe; no en el presente. Es una isla fantasma que aparece en mapas de México realizados entre los siglos XVI y XIX, y, se dice, que hasta en documentos de agencias federales de Estados Unidos.
Las coordenadas de este lugar, de acuerdo con aquellos mapas, son: 22º 33’ N y 91º 22’ W, y está ubicada a unos 100 kilómetros al noroeste de la península de Yucatán, en el Golfo de México.
Si la buscas en Google Maps, su punto de ubicación es marcado con un signo de interrogación. Varios usuarios bromean asegurando que Isla Bermeja tiene buena comida, hoteles espectaculares, que la naturaleza y las vistas son impresionantes; pero que su único defecto es que continuamente es azotada por huracanes.
Otros más escriben que su desaparición fue provocada. Y que un tratado entre México y Estados Unidos, allá por el año 2000, favorecía más al país vecino y perjudicaba al nuestro haciéndolo perder los derechos de explotar los grandísimos yacimientos petrolíferos en aquella zona conocida como el Hoyo de la Dona pues, al no haber más territorio nuestro en esa región, México no podría extender más sus dominios. Y, ¿adivinen cuál país sería el ganador?
A pesar de no haber testigos que hayan estado en la isla, está puesta en la cartografía desde 1570; mapas de España, Portugal e Italia también lo confirman. Hay un registro de Isla Bermeja de 1864, en la Carta Etnográfica de México.
Foto: Wikimedia Commons. Richard Mount
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Ayudaría a incrementar el valor patrimonial para México, pues el territorio sería más amplio, también su posición geográfica estratégica es importante, ya que ayuda a definir los límites continentales entre México y Estados Unidos. Y, de ser real, se cree que este lugar estaría repleto de yacimientos de petróleo. Obviamente esto en términos económicos beneficiaría a México.
La isla fantasma está envuelta en varias teorías que buscan explicar su supuesta desaparición.
1. Se dice que esta isla podría estar en el fondo del mar, al haber sido hundida por un maremoto.
2. La otra teoría señala a Estados Unidos como el actor antagónico de esta trama.
3. Otra teoría involucra a Estados Unidos a finales del siglo XX, ya que este país tenía intereses comerciales en esta zona por la creencia de que alberga un gran pozo petrolero. Sin embargo, al pertenecer al territorio mexicano, supondría un problema y entonces la CIA tuvo que intervenir usando tecnología muy avanzada al estilo de las mejores películas de acción para desaparecerla para siempre.
4. Los más sesudos intentan darle sentido a los misterios de esta isla buscando explicaciones científicas, como que Bermeja desapareció por la erosión marina o que, debido a las condiciones del ecosistema, nunca pudo haberse formado una isla.
Los rumores son tan fuertes que, en la primera década del siglo XXI, el gobierno mexicano decidió hacer una investigación para esclarecer todos los temas relacionados con este islote.
Foto: Wikimedia Commons. NOAA
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Es así como investigadores de la UNAM y la UAM, así como otros expertos, emprendieron un viaje en el buque Justo Sierra para buscar este misterioso lugar.
Y se cree que es una de las expediciones más confiables, puesto que el buque Justo Sierra es de los barcos que cuentan con equipos más modernos para la investigación; además, los investigadores que llevaba a bordo son de los más especializados del país.
Esta investigación hizo tres expediciones donde se analizaron registros históricos y cartográficos que sustentan su existencia, así como una serie de pruebas geoquímicas, sedimentarias, entre otros.
Temáticamente, la investigación demostró que existen documentos suficientes para sugerir la existencia de la llamada Isla Bermeja; sin embargo, es posible que las coordenadas sean distintas a las que conocemos.
Los otros estudios (sedimentarios, barimétricos, aéreos y de micropaleontología) demuestran que no hubo una isla en las coordenadas que tenemos, y no fue así en los últimos 500 años.
De manera que la Isla Bermeja sigue siendo un misterio.
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