Si te gusta la tecnología, el terror, las alturas, los juegos mecánicos extremos, la historia y los efectos audiovisuales, no lo pienses más y lánzate a Aztlán Parque Urbano, donde encontrarás atracciones que involucran todos estas características.
Desde góndolas que giran 360°, experiencias inmersivas con imágenes de la gran Tenochtitlán, carritos que viajan en la espalda de dinosaurios, una enorme rueda de la fortuna y hasta una casa de espantos en realidad virtual… te presentamos los 5 mejores atractivos del este novedoso parque de diversiones en la CDMX.
Quizá no sea la más alta ni la más rápida, pero el llamado Remolinete me dejó sorprendido y con bastante adrenalina. Desde fuera, tiene un aspecto muy curioso: asientos de color rojo vivo, la estructura cde color azul turquesa y su torre móvil está decorada con foquitos y una máscara de luchador en la punta.
En sí, es una especie de péndulo con trayectoria elíptica. La plataforma de los asientos gira circularmente en su propio eje. Durante unos 5 minutos, todo fueron piruetas y volteretas por el aire, donde mis oídos únicamente pudieron percibir 2 sonidos: el del viento y los gritos de quienes nos atrevimos a subir.
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La estatura mínima obligatoria para disfrutar del Remolinete es de 130 centímetros. Su costo es de $60 pesos por persona.
Personalmente, me encantan los dinosaurios, pero no tanto los juegos extremos. No obstante, me atreví a subirme a la Montaña Jurásica, que son góndolas con capacidad 4 personas, decoradas como si fueran en el lomo de un pterodáctilo.
La experiencia es alucinante, pues esta ave prehistórica emprende el vuelo para dar piruetas de arriba a abajo en círculos, pero al mismo tiempo da volteretas de 360° sobre tu propio eje… ¡una locura! El recorrido dura unos 5 minutos y, además, frente al juego hay una réplica robotizada de un pequeño tiranosaurio.
A todo esto se le agrega un poquito de nostalgia, pues detrás de esta atracción aún se conserva parte de la estructura de la montaña rusa de la Feria de Chapultepec. La entrada a esta atracción tiene un valor de $100 por persona y es obligatorio medir, al menos, 120 centímetros.
No todo son “fierros”, movimientos bruscos, altas velocidades y giros retorcidos. En el Parque Aztlán también hay una experiencia que involucra realidad virtual. Se llama Siniestro y sí, el nombre ya da una pista de qué trata: terror.
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Ponte los visores y adéntrate en un recorrido por el Hospital de San Pablo para enfrentar extraños fenómenos paranormales. Más vale que sepas trabajar en equipo, pues la experiencia es multiusuario. Es decir, todos colaboran para resolver el misterio y salir de este tenebroso sitio.
Se permite la entrada a mayores de 12 años en adelante. La actividad tiene un costo de $100 por persona.
Esta enorme rueda de la fortuna busca posicionarse como un icono de la CDMX y como el principal atractivo del parque. Aztlán 360 es su nombre oficial, mide 85 metros de altura y cuenta con 40 cabinas, la mayoría con capacidad para 6 personas y unas cuantas más para 4.
El recorrido es muy ameno y dura de 15 a 20 minutos. Las vistas… ni te cuento, son panorámicas increíbles de toda la ciudad: Polanco por un lado, Reforma por el otro, al fondo los volcanes (si el cielo está despejado) y el creciente skyline capitalino casi a nivel de tus ojos.
Los asientos son muy cómodos e incluso tiene bocina con Bluetooth para que te conectes y escuches música y luz que puedes controlar. Es la atracción más cara del parque, pues un viaje tiene un costo de $120 pesos por persona. Toma en cuenta que la estatura mínima para subir es de 105 centímetros.
Sin duda, la experiencia inmersiva de El Quinto Sol fue mi parte favorita del nuevo Parque Aztlán. Como su nombre lo dice, está inspirada en la leyenda de los 5 soles mexicas, y también muestra la grandeza de la antigua Tenochtitlán.
Al entrar, solo ves una gigantesca bóveda con paredes grises y proyectores. Vaya contraste cuando cierran las puertas y comienza la experiencia, pues te transporta a un viaje épico lleno de proyecciones en pisos, paredes y techo que relata la leyenda que dio origen a Aztlán. Pude ver cómo los guerreros y dioses como Quetzalcóatl y Tezcatlipoca recorren todas las paredes, la Piedra del Sol brillar en el techo, códices antiguos... dimos un paseo por los canales y pirámides de Tenochtitlán y finalmente nos adentramos en un entorno selvático, para admirar la biodiversidad de nuestro país.
Lo disfruté mucho, pues en cada rincón había algo que ver. Duró 10 minutos y el tiempo se me pasó volando. Entrar a esta experiencia requiere una estatura mínima de 70 centímetros y tiene una tarifa de $100 pesos por persona.
Para mayor información, visita su página web: aztlanparqueurbano.com
Facebook “Aztlán Parque Urbano”.
Instagram: @aztlan.parqueurbano
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