Algunos dicen que este paraíso les recuerda la isla hawaiana de Kauai; a otros, el sureste asiático, como al empresario Sol Kerzner . Pero no, este escenario de palmeras, playas kilométricas y acantilados tapizados de selva está justo aquí, en México , en Riviera Nayarit .
Kerzner, quien fuera fundador y CEO de Kerzner International (lamentablemente falleció a los 85 años, en marzo de 2020), desarrolladora y operadora de resorts de alta gama en todo el mundo, viajó a este lugar y no tuvo que ver más, supo que no había mejor escenario para establecer aquí la segunda propiedad con el sello exclusivo de One & Only , según explica un artículo publicado por la revista TravelAge West .
Foto: Cortesía One & Only Mandarina
Así nació One & Only Mandarina , en la ladera de una montaña frente al mar, con 104 habitaciones y suites dispersas en ese terreno escarpado, escondidas entre la vegetación, sin que se noten demasiado porque la intención, más, bien, es que se fundan con el paisaje. Debutó en tiempos de pandemia, apenas en noviembre de 2020.
En entrevista, Serge Ditesheim , gerente general del resort, nos describe su entorno: “es un lugar con mucha energía, donde se encuentran tres influencias poderosas: el mar, la selva y las montañas de la Sierra de Vallejo”.
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El baño de gong
Después del viaje de un poco más de una hora, desde el aeropuerto de Puerto Vallarta, la limusina llega al resort . Cada vez que hay huéspedes nuevos, en la recepción se toca tres veces un gong de 450 kilos, elaborado por las manos artesanas de una familia del estado de Hidalgo que, desde hace 60 años, fabrica campanas de iglesias, cuenta Ditesheim.
El gong es un instrumento milenario de China. Se dice que su sonido es sagrado y que emite vibraciones capaces de purificar cada célula del cuerpo, eliminar el estrés y las emociones negativas. Así que, todo lo pese en el alma y en la mente, no entrará a este santuario.
Las habitaciones y el escenario mágico
Foto: Cortesía One & Only Mandarina
“Las 104 habitaciones están desconectadas entre sí en un espacio de 33 hectáreas. Su arquitectura y decoración son de estilo contemporáneo minimalista. Me gusta que haya poca decoración. En algunos hoteles en los que me he hospedado, siento que mi estancia no es cálida, que soy ajeno a ese lugar donde metieron un arte o una decoración que no son míos, que no conectan conmigo. Aquí -continúa Serge Ditesheim-, el verdadero arte son los ventanales de piso a techo, lo que puedes ver a través de ellas y por donde entra la asimetría de la selva, los contrastes de los árboles y del mar muy azul, muy fuerte”.
Las habitaciones construidas sobre los acantilados tienen, efectivamente, una vista privilegiada del Pacífico mexicano . Las cortinas son telones que se abren hacia una terraza con alberca privada dejando al espectador asomarse a este paisaje tropical donde es probable que se sienta el único ser humano que habita ese lugar.
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En los interiores con pisos, paredes y techos de madera y concreto, destacan los tonos tierra. Todo el conjunto crea una atmósfera elegante y cálida sin dejar de integrarse a la naturaleza de la Riviera Nayarit .
Foto: Cortesía One & Only Mandarina
El arte y la decoración del One & Only Mandarina
Tanto en estos espacios como en las áreas públicas se utilizaron para la construcción y decoración del One & Only Mandarina maderas como tornillo y parota; rocas volcánicas de la misma zona; muebles de estudios de diseño mexicano contemporáneo; y objetos decorativos y utilitarios de popotillo, vidrio, barro y cerámica, además de textiles elaborados por maestros artesanos de Michoacán, Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Ciudad de México y Jalisco.
La filosofía
Para Serge Ditesheim, el resort busca resaltar las culturas y tradiciones de la región, retomar elementos que puedan destacar en la cocina, en la decoración, en un ritual de spa, en los ingredientes que lleva un coctel; pero, por sobre todas las cosas, preservar la naturaleza permitiendo que su belleza fluya porque, finalmente, ese es el corazón del One & Only Mandarina.
La experiencia gastronómica y la playa
El resort cuenta con tres restaurantes o, más bien, como Ditesheim los llama, tres destinos…
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Alma, sobre un acantilado, está abierto para desayunos comidas y cenas. Aquí mismo se instalaron dos albercas de borde infinito (prácticamente son uno de los emblemas del hotel) y el Treetop Bar, un bar entre los árboles con vistas de ensueño al mar. Una de las albercas, por cierto, es volada. Desde aquí, se puede ver el 60% de la propiedad.
Foto: Cortesía One & Only Mandarina
El Jetty Beach Club abre durante el día. De cocina sencilla, con asador de leña, se preparan mariscos y carnes de la región. Para llegar a esta zona de playa dorada y oleaje gentil hay que tomar un carrito desde el resort. Se puede llegar caminando pero las bajadas son bastante empinadas. El club de playa dispone de dos albercas, cabañas privadas y un muelle. “Es uno de los grandes escenarios para la entrega de anillos porque se puede montar una cena romántica”.
Y, por último, Carao , con el sello distintivo del chef mexicano Enrique Olvera . El protagonista no solo es el menú -un festín de sabores locales y productos del mar-, a la par, también domina el paisaje. El restaurante sobre un acantilado, con espacios tanto en interiores como en exteriores, se convierte en un mirador para contemplar el atardecer, uno de los más bonitos del Pacífico mexicano. Su bar de mixología de autor y la música tropical ofrecen un ambiente íntimo de donde uno no se querrá ir. Aquí también hay una alberca solo para adultos.
Más allá del resort
Foto: Cortesía One & Only Mandarina
One & Only Mandarina lleva a sus huéspedes a conocer la cultura y la naturaleza que rodea a la propiedad a través de recorridos en bicicleta, caminatas guiadas por la selva para observar aves, varias especies de plantas y para visitar a La Abuela, un árbol milenario que se antoja abrazar; se organizan excursiones en paddle board o kayak a través del estuario cercano al hotel; y se visitan pequeños pueblos para conocer sus tradiciones y trabajos artesanales.
También se inauguró el Mandarina Polo & Equestrian Club para tomar clases de polo, equitación o realizar alguna cabalgata por la zona.
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Y, si aún, se busca más apapachos, el spa sabe cómo consentir al huésped en el temazcal, con un masaje o con algún otro ritual de purificación basado en la cultura cora o wixárika.
se encuentra en El Monteón, Municipio de Compostela, en Nayarit, a unos 40 minutos de Punta de Mita y a 30 de San Pancho.