La península de Yucatán es como un gigantesco “queso gruyere”, cuya superficie está agujerada por miles de cenotes que se formaron a partir de un complejo sistema de ríos subterráneos. Para los mayas representaban una fuente principal de agua dulce y eran vistos como portales al inframundo. Ya sea por su connotación espiritual, su misterio o simplemente por la belleza natural que encierran, son una verdadera fascinación para viajeros de todo el mundo.
Algunos hoteles y alojamientos de Quintana Roo y Yucatán ofrecen la oportunidad de dormir a solo unos pasos de un cenote, para ir a nadar y disfrutar el paisaje a la hora que desees o en relativa privacidad. Aquí enlistamos ocho de ellos.
Hacienda Tres Ríos - Quintana Roo
En un parque ecológico que se extiende por 132 hectáreas, este resort “todo incluido” abarca solo el 5%. Un cenote a cielo abierto serpentea entre la selva y los manglares hasta llegar al mar; puedes seguir su curso a bordo de un kayak o flotando con un chaleco salvavidas y equipo de esnórquel, en un tranquilo recorrido que toma alrededor de 15 minutos y es gratuito para los huéspedes del hotel. También se permite acceder a una parte del cenote desde la playa, si prefieres refrescarte en una zona poco profunda donde puedas pisar.
El hotel está a una hora de Cancún, faltando 20 minutos para llegar a Playa del Carmen. Tiene 255 habitaciones, aunque no lo parece por el tamaño de la reserva natural que lo aloja. Además, se mantiene un programa de prácticas sustentables y las construcciones se encuentran instaladas sobre cientos de pilotes, permitiendo que el agua transcurra por debajo y la vegetación crezca sin problemas.
Foto: Hacienda Tres Ríos
En este territorio habitan 90 especies de animales como venados, osos hormigueros y hasta grandes felinos. Desde tu suite con terraza o los senderos del hotel, no es raro escuchar aves exóticas, monos araña o uno que otro coatí curioso. Es una opción para vivir una experiencia cercana a la naturaleza pero con todas las comodidades de un resort familiar, como aire acondicionado, espacios amplios, minibar, caja de seguridad, cafetera, batas de baño, dulces bajo tu almohada por las noches, televisión e internet.
La propiedad cuenta con seis restaurantes y tres bares. Hay acceso a la playa, albercas y servicios de spa.
Las tarifas van desde 265 dólares (cinco mil 672 pesos) por noche, para dos personas.
Foto: Hacienda Tres Ríos
Cenote San Ignacio - Yucatán
La oportunidad poco común de nadar en un cenote de noche está disponible en este hotel boutique. La caverna cerrada es como un jacuzzi natural, con partes de poca profundidad y zonas más profundas para esnorquelear tranquilamente. Ha sido acondicionado con iluminación especial y ventilación para reducir la humedad.
El hotel, ubicado a 40 minutos en auto desde el centro de Mérida, está integrado por cuatro cabañas con techo de palma y muebles rústicos. Cada una tiene cama queen size, smart TV y minibar; las dos más lujosas incluyen tina.
Foto: Hotel boutique Cenote San Ignacio
Para pasar el tiempo, el hotel boutique ofrece un espacio con alberca, hamacas artesanales, un huerto orgánico y bicicletas. También organizan cenas románticas, por si viajas en una ocasión especial.
Los precios van desde dos mil 600 pesos por noche, en ocupación doble. Contemplan desayuno.
Foto: Hotel boutique Cenote San Ignacio
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Aktun-Ha - Quintana Roo
Es una cabaña de cristal y techos de palma, que da la sensación de estar “perdido” en la selva: desde sus paredes transparentes únicamente ves naturaleza en completa privacidad. Se encuentra en Puerto Morelos, un destino rústico y eco friendly en Riviera Maya, a 40 minutos de Cancún.
Su “joya de la corona” es un cenote pequeñito de color azul turquesa, dentro de una caverna. A él se accede mediante una gran escalinata recta. Puedes refrescarte ahí el tiempo que quieras durante tu estancia.
Foto: Aktun-Ha
La cabaña es para seis personas. Tiene una habitación, sala de estar, cocina equipada, asador, dos baños completos y cuatro medios baños. Hay televisión pero no esperes señal de internet o teléfono (únicamente cobertura AT&T), este lugar es de desconexión total. Para transportarte, puedes pedir bicis.
Está disponible en Airbnb. Está reconocida con los distintivos Superhost y Limpieza Avanzada, que el sitio web otorga a los alojamientos destacados por sus servicios y por cumplir con estándares de seguridad sanitaria.
El costo por noche es de siete mil 437 pesos, tomando en cuenta los seis huéspedes.
Foto: Aktun-Ha
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Hacienda Temozón - Yucatán
Una propiedad que vivió su época de esplendor entre finales del siglo XIX y principios del XX, cuando la industria henequenera en Yucatán se encontraba en pleno auge; sin embargo, la hacienda existe desde el siglo XVII y alguna vez se dedicó a la ganadería.
Foto: Hacienda Temozón
En la actualidad, 28 distintas estructuras de la hacienda original fueron restauradas para operar como habitaciones de lujo que mantienen un estilo acorde con la historia de la región, con techos altos, puertas dobles y colores vivos. Cada una lleva el nombre del uso que en el pasado tuvo la edificación, como Farmacia o Escuela. La suite presidencial se ambientó donde antes estaba el dormitorio del dueño de la hacienda.
El cenote cerrado de la hacienda no es para nadar, pero funciona como spa con un hipnotizante espejo de agua. Se dan masajes individuales y de pareja, exfoliaciones, faciales y tratamientos corporales con ingredientes naturales de la región.
Foto: Hacienda Temozón
El hotel posee áreas verdes, una gran alberca y un restaurante basado en el uso de ingredientes orgánicos, pan hecho en casa y pesca de los pueblos costeros cercanos.
La hacienda se ubica a una hora de Mérida. Una noche para dos personas puede costar desde 339 dólares (siete mil 217 pesos).
Foto: Hacienda Temozón
Akumal Natura Glamping - Quintana Roo
Si te atrae la idea de acampar pero no te convence mucho dormir en el suelo o no tener un baño cerca, el concepto del glamping te va a gustar porque une lo mejor de dos mundos: lugares de camping con cama y otras comodidades.
Akumal Natura, en particular, está conformado por tiendas de campaña con techo de palapa, que en su interior guardan una mullida cama, muebles rústicos, amenidades orgánicas, toallas y un baño completo. Se encuentra en un área natural localizada muy cerca de Akumal, un pequeño destino de playa en Riviera Maya; queda a 15 minutos en auto de Tulum y, si viajas desde Cancún, haces casi dos horas de camino.
Cerca de las tiendas de campaña, tras descender una escalinata, encuentras un cenote semiabierto de color turquesa y con una colección de estalactitas en su techo. Se permite nadar y en este lugar suelen organizarse bodas íntimas (es necesario checar disponibilidad debido a la pandemia). Entre mayo y julio, es posible distinguir en la caverna el brillante plumaje del pájaro toh, según nos contó Antonio Alonso, director de la propiedad; esta pequeña ave, común en la península de Yucatán, posee una cola larga que puede mover como un péndulo.
Foto: Akumal Natura Glamping
Akumal Natura mantiene un programa de prácticas amigables con el medio ambiente, como biodigestores para el manejo de residuos y senderos iluminados con LED. Creó un centro de rescate animal cercano, a 20 minutos del glamping; si pides un tour puedes ver loros, venados y hurones. El alojamiento también produce miel de abeja melipona, una especie endémica de esta región que se caracteriza por no tener aguijón.
En bici, llegas rápidamente a la playa o a la Laguna de Yal-Ku, un hermoso cuerpo de agua donde se permite practicar esnórquel.
Las tarifas parten desde mil 881 pesos por noche, tomando en cuenta dos personas.
Foto: Akumal Natura Glamping
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Nativus Tulum - Quintana Roo
Un sendero de madera se abre paso entre los manglares para llevarte a este oscuro cenote a cielo abierto. Casi ningún turista llega hasta aquí, además de los huéspedes de Nativus. Aquí el tiempo se pasa dando vueltas en kayak, nadando o practicando paddle board.
Al otro lado del sendero hay un conjunto de tiendas de campaña que siguen los preceptos del glamping. Cada una cuenta con su baño privado y una ducha tipo caída de lluvia al exterior, para que literalmente te bañes en medio de la selva. Es un lugar para desconectarte y convivir con la naturaleza, sin televisión, aire acondicionado o mucha luz por la noche; sin embargo, sí tiene Wifi.
Foto: Nativus
El hotel se localiza a 20 minutos desde la zona hotelera de Tulum, en un punto aislado y silencioso. A solo cinco kilómetros queda la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an, que es Patrimonio de la Humanidad.
Como actividades adicionales, se ofrecen clases de yoga (en una palapa o en el cenote, al atardecer) y terapia de sonido. Hay bicis en renta para transportarte y la playa está a cinco minutos (el hotel no tiene acceso directo, pero sí convenio con otro alojamiento).
Pasar una noche en una tienda de campaña para dos cuesta 149 dólares (tres mil 164 pesos), e incluye desayuno.
Foto: Nativus
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Hacienda San Lorenzo Oxmán - Yucatán
Es una hacienda construida en 1746 que ha sido rehabilitada para recibir visitantes de un día y huéspedes. A las aguas color turquesa de su cenote semiabierto se puede acceder de dos maneras: mediante unas escaleras o con un “salto de Tarzán” sosteniéndote de una cuerda.
Se ubica a las afueras del Pueblo Mágico de Valladolid, a dos horas en auto desde Mérida.
Las habitaciones de estilo tradicional cuentan con aire acondicionado, televisión y Wifi. En la hacienda hay alberca, jardines y un restaurante.
Puedes reservar una habitación en Airbnb; la tarifa mínima es de mil 324 por noche en ocupación doble, incluye desayuno. Cuenta con los distintivos de Superhost y Limpieza Avanzada.
Foto: Hacienda San Lorenzo Oxmán
MangleX - Quintana Roo
Este hotelito ecológico se encuentra a solo unos metros de Nativus, en la parte más remota de Tulum. También tiene su propio cenote a cielo abierto y en forma de canal, en el que es posible practicar kayak y paddle.
La diferencia es que MangleX no es un glamping, sino posee cuatro cabañitas construidas sobre pilotes por encima de los manglares. Cada cabaña con techo de palma está equipada con una cama queen size, mosquiteros, ventilador y electricidad, además de una terracita privada para admirar el paisaje.
El hospedaje depende en gran medida de la energía solar y sus construcciones son de materiales locales. Solamente en la recepción del hotel encuentras Wifi para comunicarte con el resto del mundo.
Foto: MangleX
El club de playa del hotel más cercano, al cual puedes acceder como huésped de MangleX, está a 100 metros de distancia.
Una noche te cuesta cuatro mil 422 pesos para dos personas, a través de Booking.com.
**Los precios pueden variar. Nuestras búsquedas fueron para los primeros días de abril de 2021 e incluimos impuestos.