Si quieres conocer bien los atractivos turísticos que ofrece el estado de Oaxaca, necesitas al menos una decena de viajes. Y para comprobarlo basta con enlistar algunos: está la espectacular gastronomía, su capital (que es Patrimonio de la Humanidad), sus zonas arqueológicas, artesanías únicas y maravillas naturales.
En esta ocasión, es con este último rubro que buscaremos despertar tu instinto viajero. Son 7 sitios naturales que debes visitar al menos una vez en la vida y que seguro querrás repetir. Eso sí, se trata apenas de una probadita del estado, uno de los consentidos de los turistas.
Hierve el Agua
Es uno de los escenarios naturales mejor conocidos de Oaxaca y, de hecho, que únicamente existe aquí y de manera similar en Pamukkale, Turquía. Es un pequeño conjunto de cascadas petrificadas, que lucen como gigantescas velas chorreadas. Se han ido formando desde hace miles de años, por el agua cargada de minerales que brota desde el interior de las montañas y cuando hace contacto con el aire se calcifica.
La cascada más alcanza unos 60 metros. En la zona conocida como El Anfiteatro hay un par de pozas naturales situadas justo al borde del precipicio; en temporada de sequía las pozas son cristalinas y en tiempo de lluvias se ponen más verdosas.
Se encuentra en el municipio de San Lorenzo Albarradas, a una hora y media en auto desde Oaxaca de Juárez.
Por cierto, el nombre se debe a que el agua brota desde pequeños manantiales formando burbujitas, pero no es termal.
Actualización: el 24 de marzo de 2021 se anunció el cierre definitivo al turismo de Hierve el Agua.
Foto: Sectur Oaxaca
Sierra Norte
Una enorme área natural con ecosistemas muy distintos entre sí: desde bosques tropicales y de pino hasta climas de montaña, distribuidos en alturas de 100 a 3 mil 300 metros sobre el nivel del mar. En ellos habitan aproximadamente 2 mil especies de plantas, muchas de ellas endémicas. También hay 400 especies de pájaros y 350 de mariposas, además de animales como el jaguar o el ocelote.
En la Sierra Norte de Oaxaca algunas comunidades indígenas, conocidas como Pueblos Mancomunados, se han organizado para ofrecer experiencias turísticas en medio de la naturaleza. Dependiendo de la zona que visites puedes practicar ciclismo, observar aves, caminar hasta bellísimos miradores, convivir directamente con los locales o hacer actividades de aventura como tirolesas en el bosque o cruzar un puente colgante de vértigo. Checa los paquetes aquí.
Foto: Cortesía Expediciones Sierra Norte
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Laguna de Manialtepec
Este cuerpo de agua, muy cerca de Puerto Escondido, fue privilegiado con uno de los fenómenos naturales más peculiares que ocurren en México: la bioluminiscencia. Gracias a la existencia de ciertos microorganismos el agua alcanza tonalidades fluorescentes, que se perciben mejor cuando estás nadando en la laguna y haces movimientos con los brazos.
Hay tours nocturnos para apreciar el espectáculo pero debes ser afortunado, porque varios factores deben cumplirse para que veas la bioluminiscencia.
Parque Nacional Lagunas de Chacahua
Ubicada en la costa de Oaxaca, a una hora y media de Puerto Escondido, esta reserva natural tiene manglares, dunas, selvas, lagunas y playas, en las cuales viven las especies de tortuga laúd, carey y golfina. Existe un iguanario y cocodrilario para conocer la fauna de la región.
En el parque nacional también ocurre el fenómeno de la bioluminiscencia.
Foto: Sectur Oaxaca
Mil Islas
Por una inundación de la presa Miguel Alemán, en los años cincuenta surgió este paisaje con decenas de islas, que pueden medir desde unos cuantos metros hasta varios kilómetros cuadrados; dependiendo de la época del año, algunas incluso quedan cubiertas por el agua.
Se trata de un destino rústico y sin tumultos, donde es posible hacer paseos en lancha, remar en kayak, dormir en una cabañita o hasta acampar.
Está en el municipio de San Pedro Ixcatlán, al norte del estado.
Foto: Sectur Oaxaca
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Tehuacán-Cuicatlán
En 2018, la Unesco reconoció como Patrimonio de la Humanidad a la reserva de Tehuacán-Cuicatlán, que comparten los estados de Oaxaca y Puebla. No solo por sus maravillas naturales, sino por la cultura: es un lugar donde la evidencia de adaptación humana data de 12 mil años atrás.
Es una de las zonas áridas o semiáridas con la mayor diversidad en Norteamérica, según reconoció el organismo internacional. Existen aproximadamente 86 especies de cactáceas en la región, y algunas pueden medir hasta 20 metros. Además, es refugio de aves como la guacamaya verde.
Foto: Secretaría de Cultura y Turismo de Puebla
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Bahías de Huatulco
Son nueve bahías esparcidas a los pies de la Sierra Madre del Sur: Cacaluta, Chachacual, Chahué, Conejos, Órgano, Maguey, San Agustín, Santa Cruz y Tangolunda. En total reúnen 36 playas donde hay atractivos para todos los gustos: zonas de poca profundidad ideales para familias, aguas cristalinas con arrecifes que se admiran haciendo esnórquel, áreas para sentir adrenalina en una moto acuática y un gran rango de hoteles, que van desde lo rústico hasta los resorts todo incluido.
Foto: Alan Carranza. EL UNIVERSAL