Viajar en avión
es un verdadero cúmulo de pequeños rituales que debes cumplir. Desde acomodar tu equipaje y llegar a tiempo, hasta hacer 3 filas distintas en tu paso por el aeropuerto , y para ese momento todavía ni siquiera despega la aeronave.
Hoy quisimos recordarte algunas cosas que no debes hacer durante tu vuelo.
1. Hacer bromas sobre explosivos o amenazas falsas
Más allá de que bromear sobre bombas a bordo de un avión se considere de mal gusto, es algo que realmente podría traerte problemas y por eso nunca debes hacerlo.
Por ejemplo, en 2019 una pasajera canadiense le hizo una broma a la sobrecargo sobre un explosivo en su equipaje de mano, durante un vuelo que iba de Fort Lauderdale a Montreal. Bastó una simple frase para que la turista fuera reportada al capitán de la aeronave, la terminal del Aeropuerto de Ft. Lauderdale-Hollywood cerrara para que se hiciera una revision y se retrasaran 3 vuelos. Al final el chiste le costó una multa de 5 mil dólares, de acuerdo con el diario USA Today.
Durante el mes de mayo de 2018, se presentaron 10 bromas o declaraciones falsas relacionadas con ataques terroristas en vuelos de Indonesia, según el diario The Jakarta Post. Todos los casos terminaron con el pasajero expulsado del avión, revisiones completas o interrogatorios oficiales. En uno de ellos, 10 pasajeros entraron en panico y se lanzaron desde una salida de emergencia antes de despegar.
A veces, ni siquiera es necesario estar a bordo del avión para meterte en problemas. En 2014, la aerolínea American Airlines informó a las autoridades estadounidenses tras un tuit de amenaza escrito por una chica neerlandesa de 14 años. La empresa siguió el protocolo de seguridad aunque la usuaria de Twitter reveló su identidad y se disculpó entre sus mensajes.
2. Dormirte durante el despegue o aterrizaje
¿Has sentido que se te tapan los oídos cuando vuelas? Este es un malestar en el tímpano llamado barotraumatismo, que ocurre cuando la presión del aire entre el oído medio y la presión del medio ambiente están en desequilibrio, explica la Clínica Mayo. Ocurre durante el despegue y el aterrizaje, puede experimentarse como incomodidad, dolor moderado, congestión o pérdida momentánea del oído.
Por lo general, el efecto desaparece cuando tragas saliva o bostezas. Pero si te duermes durante los momentos críticos del vuelo tu cuerpo deja de hacer esas cosas activamente para ecualizar la presión de tus oídos, lo que puede conducir a contraer infecciones, sentir mareo o, en los peores casos, tener daño en el tímpano o pérdida del oído, dice MedlinePlus.
3. Dejarte los lentes de contacto
La presión atmosférica en la cabina de pasajeros, la menor cantidad de oxígeno y el aire seco contribuyen a que te sientas incómodo con lentes de contacto, especialmente en vuelos mayores a tres horas, asegura la Asociación Americana de Optometría. La sensación se pone peor si se te ocurre dormir una siesta.
La recomendación es cambiar tus lentes de contacto por gafas o lubricar los ojos con gotas aprobadas para su uso con lentes de contacto.
Recuerda comprar una botella solución para lentes de contacto que cumpla con las restricciones para el equipaje de mano.
4. Usar cubrebocas con válvula
Foto: Unsplash/ Ashkan Forouzani
Prácticamente todas las aerolíneas prohíben este tipo de cubrebocas a bordo. Tanto la Organización Mundial de la Salud como los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos desaconsejan su uso porque permiten que el aliento de una persona escape sin ser filtrado, haciendo posible que contagien a otros si son casos asintomáticos de Covid-19.
Siempre debes revisar bien cuál es la política de la aerolínea con la cual viajarás, porque algunas piden que uses doble cubrebocas; también es buena opción llevar uno de respaldo en tu bolsa o mochila.
5. Reclinar tu asiento durante despegues o aterrizajes
Es una de las principales indicaciones que vas a escuchar de los sobrecargos durante un vuelo, y no tiene sentido que te pongas a debatirlo. ¿Por qué?
El despegue y el aterrizaje son los momentos considerados críticos durante un vuelo, en los cuales existe mayor probabilidad de que ocurra una emergencia.
La respuesta más sencilla es que, en el caso de una evacuación de emergencia, los asientos tendrían que estar acomodados de tal manera que ofrezcan el mayor espacio posible al pasajero que va detrás de ti, como lo explica el piloto y autor de aviación John Cox para su columna del diario USA Today.
Piensa en la última vez que estuviste en un asiento de avión convencional y la persona frente a ti se reclinó por completo. ¿Qué tan difícil hubiera sido en ese momento pararte hasta alcanzar una posición relativamente erguida, o cuánto te tardas en llegar al pasillo si estás junto a la ventanilla? Tal vez la diferencia no parezca muy dramática en condiciones normales, pero imagínalo en una situación de emergencia, cuando mucha gente puede entrar en pánico y cada segundo cuenta, como señala el sitio web News.com.au.
Sin embargo, acelerar la salida no es la única razón por la cual te piden que endereces el asiento. La revista Air&Space explica que, si tu asiento no está completamente levantado, funcionará como una catapulta en caso de que el movimiento del avión provoque que te muevas hacia adelante: mientras más reclinado esté, mayor distancia recorre la cabeza del pasajero y el “latigazo” es mucho más fuerte.
Por si fuera poco, un asiento reclinado no permite que ninguno de los dos pasajeros (el que lo reclinó y su compañero de atrás) adopte la posición para emergencias o aterrizajes forzosos. Es decir, agacharte hacia enfrente con las manos sobre la cabeza, apoyándote sobre la superficie del asiento.
6. Elegir un mal asiento si te mareas fácilmente
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Para quienes nos mareamos con facilidad, un momento de turbulencia durante un vuelo puede convertirse en una pesadilla (y no solo para nosotros, sino para el vecino).
Solo para que lo sepas. El mareo ocurre cuando el sistema nervioso central recibe mensajes contradictorios de los sistemas sensoriales, como el oído interno o los receptores de presión de la piel. Por ejemplo, si estás sentado y de repente el avión comienza a “subir y bajar” una y otra vez, pero tus ojos están mirando un “punto estático”, eso puede causarte el mareo.
Lo que puedes hacer para evitarlo, además de tomarte una pastilla para el mareo antes del viaje, es buscar un asiento donde el movimiento será más suave. De acuerdo con el sitio web Bustle, tu mejor apuesta en un avión es elegir un lugar que se encuentre a la altura de las alas; es decir, más o menos en la parte central de la aeronave.
No decimos que la turbulencia vaya a desaparecer mágicamente, pero sí es una zona del avión que suele sacudirse menos (especialmente en aeronaves de fuselaje ancho, o con doble pasillo).
7. Acomodar mal tu equipaje de mano
Foto: iStock
Para nadie es un secreto que el espacio en la clase económica del avión nunca sobra, tanto en asientos como compartimentos para el equipaje. Por eso es importante respetar los protocolos y reglas, para permitir que el viaje no solo sea lo más cómodo posible para ti.
Más allá de la comodidad, acomodar mal el equipaje de mano en el compartimento de arriba puede provocar que el vuelo se retrase.
En la mayoría de los aviones, la manera correcta y más eficiente de acomodar tu maleta en el compartimento superior es verticalmente, con las ruedas hacia afuera, de acuerdo con el sitio web Quartz. Nunca la coloques de manera horizontal; te pedirán que la reacomodes de todos modos y solo te ganarás el odio de tus compañeros.
Sabemos que da un poquito de ansiedad pensar que ya no alcanzarás espacio para tu maleta, pero eso no es justificación para ponerla en la fila 10 si tú estás en la 30. Si llegas a tu lugar y no hay espacio, pídele ayuda al sobrecargo para acomodarla; en el peor de los casos, la documentarían sin costo adicional.