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Si uno de tus propósitos del 2022 es viajar a bordo del tren Chepe Express , en Destinos te contamos cuáles son algunos de los lugares que puedes conocer en esta travesía que va de Sinaloa a Chihuahua. Entre ellos encontramos Pueblos Mágicos, miradores a más de 2 mil metros de altura, valles empedrados, recorridos extremos en Barrancas del Cobre y más actividades.
Este tren de pasajeros pasa por 5 estaciones, en un recorrido que se extiende por casi 10 horas:
Los Mochis, Sinaloa.
El Fuerte, Sinaloa (2 horas de camino desde Los Mochis).
Bahuichivo (4 horas de camino desde El Fuerte).
Divisadero (hora y media de camino desde Bahuichivo).
Creel (2 horas desde Divisadero).
Es posible bajar en las estaciones que prefieras y quedarte ahí un par de días antes de volver a abordar (con el mismo precio de tu boleto).
1. La Sierra Tarahumara y su biodiversidad
Foto: Cortesía Chepe Express
En el estado de Chihuahua, a 2 mil 270 metros sobre el nivel del mar, yace la Sierra Tarahumara, la cual forma parte de la Sierra Madre Occidental, la cadena montañosa más grande de México y una de las zonas con mayor biodiversidad del país. Esta región es la casa de la etnia rarámuri.
El paisaje de la Sierra Tarahumara, además de tener barrancas y cañones de gran profundidad, se encuentra salpicado por bosques espigados de pino y encino con follaje abundante. De acuerdo con el gobierno de Chihuahua, en la Sierra Tarahumara hay alrededor de 3 mil 271 especies de plantas y también habitan aves endémicas como la cotorra serrana, el águila real y el halcón peregrino.
Y qué mejor manera de conocer esta región, sus bosques, cuerpos de agua y diversidad a bordo del legendario Chepe, que durante todo el año atraviesa 37 puentes y 86 túneles a lo largo de la sierra. Durante el invierno, los bosques se cubren de nieve, resultando en un paisaje no solo espectacular sino bastante fuera de lo común en México .
2. El Fuerte, Pueblo Mágico en Sinaloa
Foto: Cortesía Chepe Express
Un poblado de origen colonial, con cerca de 500 años de historia y vestigios arqueológicos del pueblo yoreme que datan de antes de la llegada de los españoles.
Puedes pasar un día visitando la zona arqueológica del Cerro de la Máscara, la más abundante en petrograbados del estado de Sinaloa, o el Museo Fuerte-Mirador, una réplica de la fortaleza del siglo XVII que, se cuenta, le dio nombre al pueblo. También hay artesanías hechas de ixtle, como tapetes y hamacas, además de cobijas de lana y piezas de barro.
No te vayas sin probar la gastronomía típica, que incluye platillos como la machaca, los tamales de piña, los filetes de lobina y los langostinos (cauques).
3. Un mirador de cristal en el Cerro del Gallego
A una hora y 14 minutos de la estación de tren Bahuichivo se encuentra un antiguo sitio minero; abrazado por las montañas, delineado por riachuelos y cascadas: se trata del pueblo de Urique.
En lo más alto del Cañón de Urique, a casi 2 mil metros de altura, se encuentra el Cerro del Gallego y, justo en la cima, un mirador de cristal que te permite contemplar las imponentes Barrancas del Cobre y sus alrededores. Aquí el vértigo se olvida, pues la vista tan bella vale la pena. La foto del recuerdo es obligada en este punto.
4. Parque de Aventuras Barrancas del Cobre
Foto: Cortesía Chepe Express
A nueve minutos de la estación del tren Divisadero está el Parque de Aventuras Barrancas del Cobre, un lugar para vivir emociones extremas y pasar un día en contacto con la naturaleza. Las actividades favoritas de los visitantes son lanzarse por el circuito de siete tirolesas, subir al teleférico y disfrutar de un restaurante con mirador de cristal.
Hacer la vía ferrata representa un desafío en donde tienes que pasar por puentes colgantes, descender 48 metros a rappel y caminar por la orilla de un abismo (sujeto con arneses, por supuesto). El Ziprider es la atracción más famosa: una tirolesa en la que vas sentado por dos minutos y recorres 2 mil 583 metros a toda velocidad.
5. El Pueblo Mágico de Creel
Foto: Cortesía Chepe Express
Entre sus imperdibles está el Museo Tarahumara de Arte Popular y el Monumento a Cristo Rey. En la avenida principal del pueblo puedes encontrar artesanías rarámuri como vasijas de palma, accesorios de metal, tambores, cinturones y rebozos.
Desde Creel es posible contratar tours para conocer la cascada Basaseachi, la segunda más alta de México; su potente chorro de agua cae a 265 metros de altura y se pierde en el cañón Candameña, una de las Barrancas del Cobre . A tres kilómetros de Basaseachi está su rival, la cascada de Piedra Volada; es la más alta del país, con 456 metros. Resulta apenas un “hilito” de agua aprisionado en el cañón, y solo se forma en temporada de lluvias (julio a octubre).
Es un paseo para un día entero, pues estas maravillas naturales quedan a 2 horas y media de Creel.
6. Valle de los Monjes
Foto: Cortesía Chepe Express
A tan solo 7 kilómetros del Pueblo Mágico de Creel se encuentran algunas de las formaciones rocosas más alocadas que seguramente verás alguna vez. En el Valle de los Monjes la naturaleza ha hecho de las suyas delineando rocas gigantes y dándoles siluetas que, de acuerdo con los locales y visitantes ,parecen monjes, pero si eres más imaginativo puedes encontrar otras formas. Algunas pueden medir hasta 30 metros de altura.
Las siluetas son fruto de la erosión en la zona, a través de millones de años. Sin embargo, la leyenda cuenta que un grupo de monjes solía hacer oraciones y reflexiones en ese lugar, pero era tanta su concentración que un día sin darse cuenta se convirtieron en piedra.
7. El lago de Arareko
Foto: Wikimedia Commons/ Christian Cariño
Muy cerca del pueblo de Creel, en el municipio de San Ignacio Arareko, se encuentra el Lago de Arareko. Aquí es posible hacer paseos a caballo, acampar, andar en bicicleta, pasear en lancha y pescar. Este lago de color azul tiene una peculiar forma de herradura y una longitud de 2.5 kilómetros.
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