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No tienes que subirte a un avión ni alojarte en un hotel de lujo para disfrutar de un viaje. Elegimos seis maravillas relativamente cercanas a la Ciudad de México , que te permitirán desconectarte del fantasma de la cuesta de enero por un rato. La mayoría son escapadas de ida y vuelta y en cada uno te decimos las actividades que puedes realizar y dónde puedes ir a recargar la energía perdida con una deliciosa comida.
1. Cosmovitral,
la joya de cristal del Estado de México . Un guía te explica los simbolismos de la obra cumbre del artista Leopoldo Flores y te conduce por su jardín botánico. Se encuentra dentro de un edificio art nouveau, donde antiguamente había un mercado.
(Foto: ALAN CARRANZA)
Rancho San Martín
, en Puebla . En medio de un bosque, el rancho cuenta con un bello campo de lavanda. Ofrecen baños forestales guiados y talleres para la producción de jabones naturales. Se dedican a la elaboración de esencias naturales de cítricos, romero y, por supuesto, lavanda.
(Foto: Istock)
Conviértete en minero por un día. En la Mina de Acosta , en el Pueblo Mágico de Real del Monte , en Hidalgo, viste botas, casco y lámpara para explorar el viejo socavón de 450 metros de profundidad. Conoce las condiciones en las que trabajaban los mineros y algunas leyendas de miedo.
(Foto: Cortesía Archivo Histórico y Museo de Minería)
Acueducto del Padre Tembleque
. Entre el Estado de México e Hidalgo se extiende esta joya monumental del siglo XVI. Hace dos años y medio, la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad. Para recorrerlo, lo mejor es contratar un tour guiado.
(Foto: Cortesía)
El parque Zirahuén Forest & Resort , en Michoacán , ofrece un fin de semana de aventura en medio del bosque, si tu presupuesto no está tan apretado, aunque cuenta con varios paquetes que incluyen alojamiento y actividades. Cuenta con cabañas tipo chalet, paseos en kayak y bici, pero lo más divertido es su circuito de tirolesas y puentes colgantes que, por cierto, tienen precios accesibles.
(Foto: Cortesía)
Pocos saben de su existencia, pero la zona arqueológica de Cantona , en Puebla , fue una ciudad esplendorosa: con calles amuralladas, estructuras piramidales y 27 juegos de pelota.