¿Qué puede ser mejor que un fin de semana "puebleando"? Exacto, esperar que lleguen las semanas previas a Día de Muertos y aprovechar para visitar comunidades que, además de sus atractivos históricos, naturales y culturales, son ricas en historias de fantasmas y leyendas misteriosas.
Para abrirte el "apetito" viajero, te dejamos una pequeña lista con Pueblos Mágicos especialmente conocidos por sus fantasmas y seres fantásticos.
Real de Catorce, San Luis Potosí
Foto: Sectur San Luis Potosí
Cuando se habla sobre lugares embrujados en México, Real de Catorce es un favorito por excelencia. No es una sorpresa, pues basta con ver las antiguas construcciones de piedra, paredes carcomidas y algunos lugares en ruinas que son testigo de la época en que este destino fue un pueblo fantasma. Aunque hoy en día es un Pueblo Mágico romántico, encantador y bohemio, no es difícil ponerte a pensar en historias sobrenaturales.
Fundado alrededor del año 1778, Real de Catorce nació como un pueblo minero que dependía de la extracción de plata. Tuvo su mayor esplendor a finales del siglo XVIII, pero continuó siendo próspero durante el siglo XIX. Quedó prácticamente abandonado después de la Revolución y no reviviría hasta décadas después.
Hay un fantasma que, según los locales, nunca se fue. Se trata de “El Jergas”, un minero que murió hace muchos años mientras laboraba. Dicen que “El Jergas” acostumbraba aparecerse ante otros mineros cuando se encontraban solos. Como su atuendo de trabajo no causaba sospechas, les daba instrucciones equivocadas a sus colegas para perderlos; sin embargo, con frecuencia los conducía a puntos donde había una rica cantidad de minerales para extraer.
El Túnel de Ogarrio es un lugar que adquiere una atmósfera realmente tétrica al caer la noche. Es un camino que atraviesa la montaña y abarca 2.3 kilómetros, perforado durante el Porfiriato para facilitar el acceso al pueblo (hoy es su principal entrada). Te retamos a recorrerlo a pie con un guía, quien seguro te contará un par de misteriosos accidentes que en su interior han ocurrido a lo largo de más de un siglo y sobre sus supuestas apariciones fantasmales. Más de un visitante se asusta cuando los focos del camino fallan por breves instantes.
Otro lugar lleno de anécdotas sobrenaturales es el hotel boutique Mesón de la Abundancia, alojado en una construcción de 1863 que alguna vez fue tesorería del pueblo. Algunos huéspedes han reportado llaves del agua que se abren sin explicación o sonidos de pasos que resultan inexplicables.
Mineral de Pozos, Guanajuato
Foto: Archivo EL UNIVERSAL
La historia de este Pueblo Mágico se parece bastante a la de Real de Catorce: un destino dedicado a la minería que durante el siglo XX se convirtió en población fantasma , solo para renacer gracias a la actividad turística.
Hace más de 100 años se explotaban cerca de 310 vetas en Mineral de Pozos, aunque la extracción de minerales data de la llegada de los jesuitas, en el siglo XVI. Ahora es posible entrar a algunas de ellas, como las minas Pirata y San Rafael. La primera está acondicionada para recibir a los turistas, con iluminación y escaleras, mientras que la segunda requiere de mayor esfuerzo, es necesario descender con una cuerda y llevar lámparas.
Los guías de turistas conocen varias anécdotas relacionadas con fantasmas que han sucedido dentro de las minas. Está la historia, por ejemplo, de un grupo de visitantes que iba liderado por un guía, quien frecuentemente contaba el número de personas que lo seguía en la penumbra; en algún punto notaron que el guía había contado de más, había “alguien” que los acompañaba pero se esfumó.
Hace algunos años tuvimos una experiencia curiosa en la mina San Rafael. Íbamos a la mitad de su recorrido, que abarca unos 120 metros en descenso; de pronto escuchamos varias piedritas cayendo y siendo removidas, como si alguien más estuviera caminando, hasta el fondo de la mina. Creímos que el guía nos estaba jugando una broma y seguramente había otra persona ahí, pero cuando llegamos al final del recorrido vimos que no había ningún camino alternativo: el resto de la mina estaba inundado, de manera que era imposible seguir, y el único sendero de regreso era por donde habíamos bajado.
Las construcciones coloniales, calles solitarias y el paisaje cubierto de cactáceas invitan a develar este tipo de misterios en Mineral de Pozos.
Huichapan, Hidalgo
Foto: Archivo EL UNIVERSAL
Incluimos este Pueblo Mágico en esta lista porque en él abundan las leyendas sobre las brujas. Por ejemplo, se dice que en el cerro de Coatépetl ellas suben para mutilarse a sí mismas: se arrancan los ojos, los brazos y las piernas para luego echarlos al fuego y que no puedan ser encontrados.
Existe la creencia de que la palabra “bruja” no debe mencionarse los días viernes y que a los recién nacidos hay que cuidarlos muy bien porque estas mujeres se dedican a cazarlos. También se cuenta que en el cerro vuelan enormes bolas de fuego y algunas personas colocan sus propios amuletos para evitar “presencias no deseadas”, como líneas de sal en la azotea de sus casas o tijeras de acero acomodadas en forma de cruz.
La siguiente leyenda de brujas es otra de las más famosas en el Pueblo Mágico.
Cierto día un hombre terminaba el trabajo en sus tierras y veía con tristeza que la cosecha de ese año se perdía. De pronto vio una luz brincar de un árbol a otro, a la cual derribó arrojándole una bolsita de sal. Cuando se acercó encontró un cerdo enorme. El animal le habló, prometiéndole que si lo dejaba ir por la mañana su corral estaría lleno de animales.
El hombre dejó ir al cerdo y, al día siguiente, comprobó que la promesa era cierta: en su corral había más de cien cabezas de ganado. No le duró mucho el gusto, porque al mediodía los animales comenzaron a pelearse entre sí violentamente, matándose. Lo único que al hombre se le ocurrió fue acudir al cura de la iglesia, quien bendijo a los animales y terminó con la escena grotesca.
Además de sus leyendas, Huichapan es conocido porque aquí se conmemoró por primera vez el Grito de Independencia, en 1812. También tiene el acueducto con el arco más alto de América, con 34 metros.
Tecate, Baja California
Foto: Descubre Baja California
¿Has escuchado sobre la “carretera de la muerte”? Así se le llamó hasta los años noventa a La Rumorosa, la carretera que conecta al Pueblo Mágico de Tecate con la ciudad de Mexicali.
En estricta teoría, La Rumorosa es una muy pequeñita localidad en el municipio de Tecate, que se ubica en la parte más alta de la carretera. Sin embargo, independientemente del pueblo, se llama así a toda la región que forma parte del trayecto entre las dos ciudades.
El nombre de La Rumorosa es por el peculiar sonido del viento que pasa entre las formaciones rocosas. Muchos describen sus paisajes como 'estar en otro planeta'; millones de rocas de todos tamaños se apilan unas sobre otras a los lados de la carretera.
El apodo de “carretera de la muerte” se debe a que antiguamente solo contaba con dos estrechísimos carriles, uno de ida y otro de regreso, y el viento y las curvas no ayudaban, por lo que había numerosos accidentes, muchos de ellos fatales. De hecho, aún pueden verse al fondo de algunos peñascos los restos de autos y camiones volcados.
En la carretera han surgido diversas historias de fantasmas . Las dos más famosas leyendas son las de la enfermera y la del trailero. Se dice que hace muchos años una enfermera que vivía en un pueblo al lado de la carretera fue despertada en la noche por un grupo de vecinos, pues en la carretera había sucedido un terrible accidente y su ayuda era necesaria hasta que llegaran los médicos.
La enfermera salió de su casa, pero nunca más se volvió a saber de ella. Poco después de su desaparición, comenzaron los avistamientos de su fantasma en forma de una mujer que se sienta o camina por la carretera, o que se presenta a los conductores en el asiento del acompañante.
En cuanto a la historia del trailero, se cuenta que un conductor tuvo un grave accidente mientras manejaba rápidamente para llegar a su casa, pues su esposa estaba a punto de dar a luz. Despertó aturdido y caminó largo rato hasta que se dio cuenta de que había vuelto al lugar donde ocurrió el accidente. Tres días pasaron y encontraron el trailer, pero nunca el cuerpo del conductor.
Tiempo después, un joven se detuvo al ver que un hombre pedía ayuda a la orilla de la carretera. Este le explicó al joven que su esposa necesitaba dinero, pero que él no podía dejar solo su trailer descompuesto, que si podía hacerle el favor de llevárselo. El chico así lo hizo, pero la mujer, sorprendida, le contestó que su esposo tenía cinco años de haber muerto.
Otra más (sí, hay más) habla de un joven en bicicleta que se atraviesa de noche frente a tu coche, y cuando te paras a ver cómo está, ha desaparecido; sin embargo, la misma escena se vuelve a repetir más adelante.
Huasca, Hidalgo
Foto: Archivo EL UNIVERSAL
Si algo vuelve realmente peculiar al Pueblo Mágico de Huasca, más allá de sus paisajes boscosos y su historia minera, son las leyendas relacionadas con duendes. Tanto así, que existen recorridos temáticos y un pequeño museo lleno de fascinación por estas criaturas míticas (encuentras artesanías de duendes en todos colores y formas).
Entre las familias que llevan varias generaciones en esta región del estado de Hidalgo, no es raro escuchar anécdotas sobre crines de caballo que amanecen trenzadas sin que haya una manera de explicarlo. En el Museo de los Duendes, es posible ver algunos ejemplos de estas crines; queda en ti dejarte llevar por estas historias o sacar tu lado escéptico.
A veces las historias no solo son contadas por los locales. Una turista colombiana contó su experiencia con los duendes en un hilo de Twitter que puedes leer aquí. Ella platica que visitó Huasca y compró tres duendecitos para la buena suerte; un local le había contado que su esposa acostumbraba dejarle “ofrendas” de dulces y monedas a estos seres, así que ella decidió hacer lo mismo. De vuelta en casa, pronto se dio cuenta de que cuando les dejaba “regalos” a las figurillas, ellas parecían responderle con pequeños favores.
Empezaron a desaparecer cosas en su casa y, justo después de hacer su “ofrenda”, reaparecían en cuestión de minutos.
El problema comenzó cuando la chica olvidaba dejar dulces y monedas, o les dejaba menos cosas. Fue entonces que los fenómenos paranormales, como sonidos de cosas cayendo por la noche y golpes inexplicables en las puertas. Además, ella y su novio amanecían con rasguños pequeñitos en el cuerpo. Al final tuvo que buscar la ayuda de un experto en cosas sobrenaturales, quien le ayudó a deshacerse de los duendes que había comprado.
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