Se acercan las decembrinas, así que te proponemos un viajecito a la , si es que ya extrañas el mar. Seleccionamos cinco destinos sin tanto bullicio, con hoteles bonitos y atractivos naturales únicos en los alrededores, que puedes explorar por tu cuenta o en tour.

Litibú, Riviera Nayarit

A unos 23 minutos en auto del pueblo mágico de Sayulita y a poco más de una hora del Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta, no muy lejos del lujoso desarrollo de Punta Mita está la Bahía de Litibú, una larga franja de arena dorada con playas semivírgenes y casi secretas, custodiadas por las montañas de la Sierra Madre Occidental y bañadas por el océano Pacífico, cuyas tonalidades van del turquesa hasta el intenso azul.

Foto: Imanta Resorts
Foto: Imanta Resorts

Este paraíso está lo suficientemente lejos de los grandes hoteles como para mantener un estatus prácticamente ‘privado’. La bahía solo tiene unas cuantas casas vacacionales, lo que ayuda a conservarse casi inalterada.

En la cima de un acantilado, al extremo norte de Litibú, se encuentra el hotel Imanta Resorts, el único hospedaje de lujo en la playa.

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Sus construcciones de piedra están inspiradas en la arquitectura de templos prehispánicos. Cuenta con un restaurante mexicano y un bar en la parte más alta de la propiedad con un bonito mirador, además de distintos tipos de villas, suites y hasta una casa del árbol. Algunas tienen terraza con vista al mar o a la montaña, tinas de piedra al aire libre o incluso albercas privadas. Tarifas desde mil 310 dólares (22 mil pesos) por noche para dos personas. Incluye desayuno. Web: imantaresorts.com/es

Del otro lado del acantilado hay una playa más pequeña y solitaria. En ella se estableció el club de playa Tzamaika (propiedad de Imanta), con un restaurante de mariscos frescos, camastros y acceso directo al mar, un espacio aún más íntimo.

Foto: Imanta Resorts
Foto: Imanta Resorts

El hotel también brinda experiencias y actividades dentro y fuera de la propiedad, como cenas románticas con ceremonia wixárika; caminatas al cerro del Mono (cerca del hotel) o por senderos selváticos; paseos en kayak y esnórquel, tours de observación de aves o de ballenas jorobadas (de diciembre a marzo), clases de surf y más. Desde 150 dólares (tres mil pesos) por pareja.

Los Ángeles Locos, Costalegre

Desde Cabo Corriente hasta Barra de Navidad se extiende la Costalegre del estado de Jalisco, cuyos 230 kilómetros de litoral son bañados por las aguas del océano Pacífico, con cientos de parajes prácticamente inexplorados, humedales y lagunas con gran biodiversidad, campamentos tortugueros y otro extenso ‘mar’: el de los platanales, una postal icónica de la región.

Su exuberante entorno selvático es la principal razón por la que se mantiene rústico, ya que no se incentiva la construcción de grandes desarrollos, aunque no faltan las experiencias que combinan el lujo y la relajación, como las que se encuentran a lo largo de los ocho kilómetros de la Bahía de Tenacatita.

Foto: Punta Serena & Resort
Foto: Punta Serena & Resort

El Hotel Punta Serena & Resort es un hospedaje en la punta de un acantilado y a un costado de la playa Ángeles Locos (a poco más de una hora en auto del Aeropuerto Internacional de Manzanillo), con una gran franja de arena dorada con pocos turistas, en comparación con otros destinos de México.

Por cierto, ahí se pueden ver algunos de los atardeceres más bellos y cielos nocturnos despejados.

Este hotel todo incluido es exclusivo para adultos, con villas de arquitectura estilo Puerto Vallarta (fachadas blancas y techos de teja roja). Son 24 amplias habitaciones, equipadas con tinas de talavera y terrazas con vista al mar.

En su restaurante Bellavista se preparan mariscos y platillos internacionales. Se localiza en la parte más alta del acantilado, protegido por una enorme palapa con vistas de 180° de la bahía (con suerte puedes ver delfines o ballenas jorobadas). También hay un par de jacuzzis al filo de la montaña, alberca, una pérgola para masajes y temazcal. Tarifas desde cinco mil 720 pesos por pareja. Whatsapp: (315) 152 1077.

Foto: Punta Serena & Resort
Foto: Punta Serena & Resort

Para actividades en la zona, la touroperadora Pacific Adventures organiza paseos en lancha para avistar ballenas, lobos marinos (ambos durante invierno), delfines y tortugas (todo el año); también puedes hacer esnórquel en los parches de arrecife de Cuastecomates, hiking y recorridos en bicicleta por las montañas costeras; paddle board y kayak en el estero La Vena (con posibilidad de ver cocodrilos). Precios desde mil 500 pesos por persona. Teléfono: (315) 115 0595. Web: pacificadventures.mx

El Cuyo, Yucatán

A unas tres horas y media al noreste de Mérida y muy cerca de los límites con Quintana Roo se encuentra la Reserva de la Biósfera Ría Lagartos, cuya característica principal es su laguna rodeada de manglares y separada del golfo de México tan solo por una delgada línea de costa, en la cual se localiza el pequeño y rústico pueblo de El Cuyo.

Sus paisajes y biodiversidad se resumen en cinco colores: el turquesa del mar (sí, como el del Caribe), el blanco de la arena, el verde de los manglares, el rosa de los flamencos (visibles de abril a mayo) y el naranja de sus atardeceres.

Foto: Sefotur Yucatán
Foto: Sefotur Yucatán

El Cuyo apenas cuenta con una población de unas dos mil personas (la mayoría dedicadas a la pesca), por lo que su ambiente es sumamente tranquilo, inmediatamente notable al caminar por sus pintorescas calles flanqueadas por casas tradicionales de madera, algunas construcciones de aspecto colonial con arte callejero en los muros que muestran la riqueza natural de la región.

Todavía se mantiene como una ‘joya oculta‘, aunque eso no es sinónimo de falta de infraestructura, pues cuenta con una buena oferta gastronómica y hotelera, como el hotel boutique CUCU, con tan solo seis lujosas habitaciones de estilo minimalista, una alberca de 1.50 metros de profundidad y a tan solo 50 metros de una playa prácticamente vacía. Las tarifas comienzan en los tres mil pesos por noche para dos personas. Incluye desayuno. Web: cucuelcuyo.com

El hotel también ofrece actividades en El Cuyo, como paddle board al amanecer, tour en lancha en los manglares, paseos en cuatrimoto por la selva o de avistamiento de aves, sesiones de yoga y masajes. Desde 200 pesos por persona.

Otra propuesta es visitar las lagunas rosadas del Parque Turístico Las Coloradas.

Foto: Cucu Hotel El Cuyo
Foto: Cucu Hotel El Cuyo

Estos cuerpos de agua adquieren su característico color debido a microorganismos que se desarrollan en ambientes saturados de sal. Por el mismo motivo, es sede de la salinera más importante del sureste mexicano. Ofrecen tours en autobús o bicicleta por las lagunas e incluye explicación del proceso de extracción. Desde 350 pesos por persona. Web: lascoloradas.com.mx

Para comer, hay muy buenas opciones. A orilla de la laguna está el restaurante El Chile Gordo, con un menú de temporada que consiste en nueve platillos de distintas regiones de México; prueba la cocina mexicana de Casa Mangle, a una calle del mar; El Bucanero prepara unas buenas hamburguesas de langosta; y Zapote Bar Asador se especializa en cocina local a las brasas.

Pichilingue, La Paz

Balandra es probablemente la playa más famosa de La Paz y de toda la península de Baja California, aunque esta tiene muchas otras igual de asombrosas y que no cuentan con gran afluencia turística. Algunas de ellas son Las Gaviotas, El Tesoro y Pichilingue, esta última a tan solo unos pasos del muelle de cruceros.

Foto: FITUPAZ
Foto: FITUPAZ

El entorno de Pichilingue es bastante accidentado debido a las montañas semidesérticas. Los colores ocre de los cerros contrastan con el azul celeste de las cristalinas aguas del mar y el dorado claro de la arena. Son todo un oasis en una naturaleza árida.

Esto no significa que no haya ofertas de actividades, de hoteles o restaurantes. A pie de playa encuentras el tradicional restaurante Pichilingue, una rústica palapa donde sirven exclusivamente pescados y mariscos fresquísimos y en variadas preparaciones. No te puedes perder la típica almeja chocolata rellena, una sopa de mariscos o unos camarones a la diabla.

Al otro extremo de la pequeña bahía y a un costado del muelle se encuentra el hotel Club Cantamar. Sus habitaciones son sencillas pero cubren todas las necesidades y, además, algunas cuentan con terraza con vista al mar. También tiene alberca, acceso a la playa, una marina y hasta un centro de buceo. Las tarifas por noche para dos personas van desde los mil 800 pesos. Incluye desayuno. Sitio web: clubcantamar.com

Foto: FITUPAZ
Foto: FITUPAZ

El hospedaje también ofrece expediciones a través de la touroperadora Cantamar Tours & Scuba. En estas descubrirás por qué el mar de Cortés fue nombrado ‘el acuario del mundo’ por el explorador francés Jacques Cousteau. Se organizan visitas a la Isla Espíritu Santo, donde es posible nadar con lobos marinos; hay recorridos para contemplar formaciones rocosas; también se organizan avistamientos de aves o tortugas marinas; paseos en yate privado hacia Balandra y nado con tiburones ballena, presentes de diciembre hasta finales de abril. Desde mil 400 pesos por persona.

Otra de las experiencias imperdibles es el tour de las perlas. En la Bahía de La Paz existe un área de cultivo, incluidas las rarezas de color negro.

Visita esta granja perlera y conoce los métodos de cultivo, observa cómo se realizan los implantes e injertos en el laboratorio, la forma en que se clasifican según los criterios de calidad y termina, por supuesto, en la tienda, donde se puede adquirir una joya con perlas 100% locales. La visita tiene un precio de 850 pesos por persona. Sitio web: perlasdelapaz.com

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Troncones, Guerrero

Un trayecto de unos 30 minutos entre las montañas de la Sierra Madre del Sur separa al pueblo mágico de Zihuatanejo de la pequeña localidad Troncones, habitada por unas 500 personas, en su mayoría pescadores y extranjeros que eligieron este pacífico lugar por sus playas prácticamente vírgenes y selvas repletas de árboles de mango y palmeras.

Foto: Oliver Olsson
Foto: Oliver Olsson

La región es frecuentada por surfistas, ya que sus olas son muy valoradas por su buen tamaño, aunque también es refugio de parejas y sibaritas que buscan un ambiente relajado, con una baja densidad de personas, una playa de fina arena dorada e íntimos hospedajes de lujo.

Así es el hotel boutique Lo Sereno - Casa de Playa, una buena opción que puede convertirse en tu próximo refugio para escapar del frío invernal. Su arquitectura es minimalista y cuenta con su propio restaurante gourmet, una infinity pool rodeada de vegetación y vista al mar, un bar de mixología y 10 suites de lujo con terraza, baño encapsulado con paredes de cristal y ducha de lluvia al aire libre. Tarifas desde $275 dólares (cinco mil pesos) por noche para dos personas. Incluye desayuno. Web: losereno.com

Si eres huésped, puedes unirte a sus sesiones de meditación y yoga, pero fuera de la propiedad hay opciones variadas: una caminata al atardecer por la costa, clases de surf o bodyboard y paseos a caballo en la playa. Precios a partir de 600 pesos por persona.

Foto: Leandro Bulzzano
Foto: Leandro Bulzzano

En la plataforma de Civitatis podrás elegir entre varias opciones de recorridos guiados para conectar con la naturaleza: excursiones en lancha para avistamiento de ballenas jorobadas (de diciembre a marzo) y delfines en libertad; kayak y esnórquel en la Bahía de Zihuatanejo, visita a campamentos tortugueros para liberaciones responsables. Precios desde $700 pesos por persona. Sitio web: civitatis.com/mx

Te proponemos tres opciones, si quieres explorar otros sabores fuera del hotel: Costa Brava y Present Moment, ambos a tan solo unos pasos del mar y con menús que se basan principalmente en recetas locales de pescados y mariscos, aunque hay opciones veganas. Si no eres tan fan del pescado, el Café Pacífico es un buen lugar, sobre todo para desayunar o cenar. Este es un must por su terraza.