Desde hace varios años se ha popularizado a nivel mundial la leyenda del Krampus, el ayudante malvado de Santa Claus que tiene aspecto de demonio con cuernos y rasgos parecidos a los de una cabra; la labor de este personaje surgido en países como Alemania y Austria es asustar y castigar a los niños mal portados. Pero, pese a su fama creciente, no es el único ser aterrador que extrañamente se relaciona con la Navidad .
De hecho, en el mundo existen leyendas y tradiciones sobre brujas que castigan a los mentirosos, duendes traviesos y hasta trolls que se hacen presentes en esta época del año. A continuación, te mostramos 5 ejemplos.
1. Mari Lwyd
Foto: Wikimedia Commons/ Andy Dingley
Imagínate que tocan la puerta de tu casa y, cuando abres, en medio de la noche encuentras frente a ti al cráneo de un caballo con esferas en donde deberían estar sus ojos, sostenido por un palo, cubierto por una túnica blanca y ocultando a una persona detrás. Estamos hablando sobre la tradición del Mari Lwyd, originaria de Gales.
Este personaje es llevado a través de las calles de un pueblo por un grupo de personas, quienes intercambian rimas y canciones tradicionales en galés con la persona que en cada casa que visitan; esto ocurre entre la Navidad y el 5 de enero (llamado Duodécima Noche). Si el propietario de la casa les da el paso a Mari Lwyd y sus acompañantes, su hogar tendrá buena suerte durante el año que se aproxima. Sin embargo, este misterioso personaje es conocido por su naturaleza traviesa, tratando de robar cosas y perseguir personas.
El primer registro de Mari Lwyd está en un libro de 1800, pero en realidad no se sabe a ciencia cierta qué tan antigua es la tradición o cómo surgió. Hay varias versiones: por ejemplo, se dice que Mari Lwyd se puede traducir como Grey Mare o “yegua gris”, y existe como herencia de diversas tradiciones celtas y británicas, dice el sitio web gubernamental Wales.com.
Algunos académicos también creen que Mari Lwyd proviene de una leyenda relacionada con el nacimiento de Jesús: se dice que una yegua preñada rondaba en los alrededores del establo donde María dio a luz, pasando varios días buscando un lugar donde tener a su potrillo.
A mediados del siglo pasado la tradición estuvo a punto de desaparecer, pero en años recientes ha reaparecido en diversos festivales y eventos locales.
2. Frau Perchta
Foto: Wikimedia Commons/ Holger Uwe Schmitt
Según la leyenda, Frau Perchta es una bruja que podría verse como una versión femenina del Krampus. Se aparece durante las 12 noches de Navidad (entre el 25 de diciembre y el 5 de enero) con algunos espíritus seguidores y comete actos que bien podrían haber salido de una película de terror. Por ejemplo, sacarle los ojos a los niños mentirosos o, si eres una persona floja que no limpia bien su casa, cortar de un tajo tu panza para sacar tus entrañas y rellenar el cuerpo con paja y guijarros.
Sin embargo, según relata el blog German Girl in America, la historia de este personaje es mucho más interesante que el horror que podría causarte.
En la tradición pagana germánica, Berchta o Bertha (que significa “brillante” o “la que brilla”) era una diosa que protegía a los niños y las mujeres, como una “prima” de la deidad nórdica Frigga. Se consideraba como un ser dual, que se hallaba entre la vida y la muerte, o la seguridad y el peligro; por esa dualidad era representada como una bruja (aunque no necesariamente sería algo malo).
A partir del siglo VI, la Iglesia Católica ganó poder en la región de Baviera e inició una lucha en contra de las prácticas paganas, explica el blog. Desde ese tiempo y por cientos de años, creencias como la de Berchta fueron transformadas. Así fue como, poco a poco, nacieron las historias terroríficas sobre Frau Perchta (ya con el nombre cambiado), con cara horrorosa y casi siempre representada con una gran nariz de gancho.
También aparecieron nuevos rituales, como vestirse con disfraces y máscaras para asustar a Perchta y sus seguidores. Actualmente en las regiones alpinas de Austria se llevan a cabo festivales y representaciones turísticas que recuerdan dichos rituales.
En parte, que la leyenda de Frau Perchta haya sobrevivido hasta ahora se debe a Jacob Grimm (sí, de los hermanos Grimm), quien publicó un libro dedicado a la mitología germana en 1835.
3. Los kallikantzari
Foto: Wikimedia Commons/ Katolophyromai
Los kallikantzari (kallikantzaros, en singular) son criaturas pertenecientes al folclor griego, aunque también están presentes en otros países como Bulgaria, Serbia y Chipre. Son una especie de duendes que emergen de sus guaridas subterráneas en esta temporada del año para jugar bromas y hacer estragos, dice el libro The Completely Useless Guide to Christmas, de Martin Pullen.
Las descripciones físicas varían, pero la constante es una extrema fealdad, de acuerdo con un artículo publicado por la Universidad de Sídney. Por ejemplo, hay quienes dicen que tienen una descuidada cabellera larga, aterradores ojos rojos, dientes de jabalí, manos de mono con grandes garras y pies de asno, además de vestir túnicas roídas y zapatos de hierro. Por si fuera poco son muy ágiles, con la capacidad de escalar paredes y caminar por los techos.
Se aparecen durante los doce días de Navidad (entre el 25 de diciembre y el 5 de enero). Puedes evitar que entren a tu hogar encendiendo fuego en la chimenea o quemando viejos zapatos.
4. Belsnickel
Foto: Wikimedia Commons/ Peptobismolman1
Originario del suroeste de Alemania y llevado por inmigrantes europeos al estado de Pensilvania, en Estados Unidos, el Belsnickel es un personaje que acompaña a San Nicolás y también trae regalos, aunque castiga a quienes no se los merecen. Si eres fan de la serie The Office, tal vez lo recuerdes de un episodio navideño protagonizado por Dwight.
Según la tradición, explicada por el blog NY State Parks, el Belsnickel es un hombre mayor vestido en pieles pesadas y sucias, con expresión poco amable y molesta. Se aparece en la puerta de las casas entre el Día de San Nicolás (6 de diciembre) y Navidad , cargando un saco de dulces y una vara. A diferencia de Santa Claus, este personaje sí es visto por los niños y su objetivo es más amenazar que dar obsequios.
El Belsnickel pregunta a los niños si han sido buenos este año y, en ocasiones, pide recitar algún aprendizaje de la escuela o un pasaje de la Biblia; los pequeños que responden correctamente tienen un regalo, mientras los que fracasan reciben un golpe de la vara o una advertencia.
Entre los siglos XVIII y XIX, el Belsnickel era una creencia popular tanto como San Nicolás. Su nombre significa “San Nicolás en pieles”, de acuerdo con un artículo del diario The Morning Call.
5. Grýla
Foto: Wikimedia Commons/ David Stanley
Es una bruja navideña que perfectamente puede competir con Frau Perchta. Grýla es una especie de ogresa que vive en una cueva oculta entre las solitarias montañas de Islandia y funge como la matriarca de una familia de criaturas aterradoras, cuenta la revista Smithsonian. Su nombre podría traducirse como “gruñidora”.
Existen cuentos, sagas históricas y poemas que mencionan a Grýla desde el siglo XIII. Un poema, por ejemplo, dice lo siguiente: “Grýla está bajando desde los campos / Con 40 uñas / Una bolsa en su espalda, una espada en su mano / Viene a tallar en los estómagos de los niños / Quienes lloran por carne durante la Cuaresma”.
Grýla no se relacionó con la Navidad hasta el siglo XIX, pero sí era vista como una personificación del invierno y su oscuridad. En Islandia existe una festividad antigua conocida como jól, que viene de la palabra Yule (de orígenes ingleses y germánicos) y se refiere a una época de reunirse, festejar y hacer banquetes, una tradición europea que forma parte de lo que ahora conocemos como Navidad . Pero en este país nórdico la temporada no solo era vista como una oportunidad de reunir a la familia, incluyendo a los muertos, sino también de rodearse de elfos, trolls y otras criaturas mágicas.
Esta bruja navideña no llega sola. Se dice que es acompañada por su marido, un troll, y un gato negro que come carne humana. También tiene 13 hijos y cada uno hace una maldad durante su visita, cuenta el sitio web Guide to Iceland. Cada “travesura” tendría como propósito dar una enseñanza a los niños mediante los sustos; por ejemplo, uno de los hijos de Grýla específicamente lame cucharas, lo que dejaría como lección la importancia de la limpieza, y otro ronda afuera de las casas o toca las ventanas, lo que recordaría los peligros de la intemperie durante el invierno.