Irte de mochilazo es una de las alternativas más baratas y prácticas para conocer diferentes partes del mundo. Esta experiencia no solo está llena de mucha aventura, también ofrece independencia para explorar a tu ritmo cada lugar elegido. La clave para disfrutar plenamente tu viaje es llevar tan solo una mochila (o maleta de mano) con lo indispensable para moverte libremente. Recuerda que ahorrar más se traduce en viajar más.
¿Cuáles son los mejores lugares para irte de mochilazo a Sudamérica?
Bogotá, Colombia
La capital de Colombia tiene mucho que ofrecer a los turistas, incluidos los mochileros. De entrada, puedes conseguir vuelos redondos desde Ciudad de México por menos de cinco mil pesos. Además, hay diferentes opciones de precios en hospedaje, comida, transporte público y entradas a museos (algunas muy accesibles para los mexicanos).
Entre las mejores zonas para hospedarte están el Parque de la 93, Chapinero y la Zona Rosa. Esta última es una buena recomendación, si en tus planes está salir de fiesta. La Candelaria es el Centro Histórico, y muy cerca se localizan sitios emblemáticos como la Plaza Bolívar, el Museo Botero y el cerro de Monserrate, una visita obligada para admirar Bogotá desde las alturas.
A poco más de una hora en autobús, se ubica la Catedral de la Sal, en la ciudad de Zipaquirá. Se trata de un espectacular templo tallado dentro de una mina, a casi 200 metros de profundidad. También debes escaparte al municipio de Chía (a 30 minutos del centro) para cenar en el famoso restaurante Andrés Carne de Res, un lugar para rumbear y pasar una velada memorable.
Dato: la Catedral Basílica Metropolitana de Bogotá ha sido construida en cuatro ocasiones.
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Cusco, en Perú
Las miles de fotos colgadas en Instagram no le hacen justicia a la belleza de Machu Picchu ni mucho menos a la experiencia de estar en la cima de esta antigua ciudad inca. Desde Lima, la opción más práctica es volar a Cusco y, una vez ahí, trasladarte a la estación de tren para llegar al pueblo de Aguas Calientes. Luego, debes tomar un autobús a la Ciudadela. Ten en cuenta que debes comprar tus entradas con, al menos, 30 días de anticipación.
Esta visita no es todo si no te quedas al menos un par de días en Cusco, Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Una gran opción es perderte por sus callejones dignos de fotografía. Muchos de ellos aún conservan vestigios del gran Imperio Inca. Siéntate a descansar en una banca de la Plaza de Armas. La rodean la catedral y encantadores restaurantes y cafés.
Detrás de la plaza se localiza San Blas, un coqueto barrio con calles empinadas y un mirador, desde el que se tienen vistas panorámicas de la ciudad y de los Andes. Si quieres disfrutar la experiencia completa, piérdete en el Mercado Central de San Pedro, en el cual puedes encontrar desde alimentos frescos hasta una gran variedad de hermosos textiles.
Dato: En 2007, Machu Picchu fue nombrada una de las siete nuevas maravillas del mundo.
Buenos Aires, Argentina
A pesar de la difícil situación económica que atraviesa, la capital argentina resulta un destino atractivo para cualquier mochilero, aun cuando el vuelo redondo sale caro debido a que pocas aerolíneas conectan este punto con Ciudad de México. El tipo de cambio (de dólares estadounidenses a pesos argentinos) es muy beneficioso, solo debes buscar la tasa “turista” o “blue” para no perder tanto.
Buenos Aires se conoce caminando, por lo que debes llevar ropa y calzado muy cómodos.
La Plaza de Mayo concentra gran parte de la historia de esta nación y tiene varios edificios representativos: la famosa Casa Rosada (sede del poder ejecutivo), la Catedral Metropolitana y el Cabildo Histórico.
Por nada del mundo debes dejar de visitar el emblemático Obelisco, en la Plaza de la República. Si eres fan del personaje de ‘Mafalda’, hay una banca con una escultura de ella en el barrio de San Telmo. También incluye un paseo por el moderno y exclusivo distrito de Puerto Madero, donde podrás tomar espectaculares fotos y encontrar muy buenos restaurantes y bares.
Dato: Es una de las ciudades con mayor cantidad de librerías por persona: 20 por cada 100 mil habitantes.
La Paz, Bolivia
Por lo general, esta ciudad boliviana no aparece en las listas de las más visitadas. Sin embargo, eso no significa que carezca de grandiosos sitios y atractivos para irte de mochilazo. El primer aspecto que llama mucho la atención de los turistas son sus áreas urbanas localizadas en lo alto de las montañas. Las edificaciones modernas se mezclan con inmuebles llenos de historia, así como con un abanico de comercios.
El barrio El Alto, al cual puedes subir en teleférico, está a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar. Desde este punto puedes tomar impresionantes fotografías, dignas de una postal. También debes incluir en tu viaje una escapada al espectacular Valle de la Luna, a una media hora de La Paz. Se trata de una formación geológica creada por la erosión agresiva de la parte superior de una montaña.
Si eres amante de la aventura, agenda una excursión al pico Huayna Potosí o al Nevado Sajama, ambos con una altura superior a los seis mil metros sobre el nivel del mar.
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Por un precio mucho menor, puedes tomar un recorrido por la ciudad arqueológica Tiahuanaco o dirigirte al lago Titicaca. No olvides probar platillos típicos como el chairo y el plato paceño.
Dato: Aquí se halla el Camino de la Muerte, carretera donde se registran 200 accidentes al año en promedio.
Isla de Pascua, en Chile
Hay experiencias que no son para todos y que se comparan con pocas en el mundo. Visitar la Isla de Pascua es una de ellas. Aun cuando pertenece a Chile, se ubica en medio del océano Pacífico. Dada su lejanía, solo hay una forma de llegar a este punto: por avión. Desde Santiago de Chile, sale un vuelo de la aerolínea Latam de casi seis horas de duración.
Solo existe un poblado en la isla, por lo que conseguir todo tipo de productos no es sencillo y, además, resulta caro. Es por ello que se recomienda cargar en la maleta todo cuanto sea posible para abaratar costos: enlatados, panes e, incluso, botellas de agua. El principal atractivo de este destino son los moais, gigantescas estatuas misteriosas que representan el arte de la cultura Rapa Nui.
También debes dirigirte a la aldea ceremonial de Orongo, uno de los lugares mejor conservados de la isla donde se llevan a cabo tradiciones ancestrales. Empaca tu traje de baño para disfrutar las aguas cálidas, arena blanca y palmeras de la playa Anakena, donde además de recargar pilas, puedes admirar un espectacular atardecer.
Dato: Recibe este nombre porque un navegante holandés la descubrió en 1722, en la víspera de Pascua.
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