La mayor parte de nuestro planeta está cubierta por los océanos y el 94% de la vida en él es acuática. Sin embargo, aún es relativamente poco lo que sabemos sobre las profundidades. Tal vez por eso nos causa tanta fascinación, y hasta miedo, saber qué hay en su interior.
En este 8 de junio, Día de los Océanos, en Destinos te platicamos sobre 5 grandes misterios de las profundidades.
El océano sin explorar
Más del 80% de los océanos permanece sin explorar o siquiera mapear, dice la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA). Por tal razón, este es el primer gran misterio que deberíamos nombrar.
Para que te des una idea: si tomaras un vuelo de Nueva York hacia Beijing, estarías viajando sobre más de 2 mil 200 kilómetros de regiones sin explorar, de acuerdo con la unidad de investigación Bureau of Economic Geology de la Universidad de Texas en Austin. Además, hay mapas de Marte o Venus que son 50 veces más detallados que los existentes sobre el fondo del océano.
No saber qué hay exactamente en las partes más profundas de los océanos implica muchísimos potenciales descubrimientos sobre geología, fenómenos climáticos y nuevas formas de vida, por mencionar ejemplos.
En la actualidad, la mayor parte del fondo oceánico se ha mapeado desde el espacio, en una resolución que permite observar un punto por cada 25 kilómetros cuadrados.
Existe un plan de mapear el fondo oceánico a nivel global para 2030, mediante un proyecto internacional coordinado por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la Unesco. Mientras tanto, lo que hay en las profundidades (o siquiera cómo lucen las profundidades) permanece sin conocerse del todo.
Foto: iStock
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Calamares gigantes
Por más de 2 mil años, diversas culturas han mencionado criaturas que podrían compararse con lo que ahora conocemos como un calamar gigante: desde el kraken de la mitología escandinava y la Escila de los griegos, hasta la ciencia ficción de “Veinte mil leguas de viaje submarino”, explica la BBC. Sin embargo, en la actualidad sigue siendo poco lo que se conoce sobre esta especie, cuyo nombre científico es Architeuthis dux.
Desde su descubrimiento en 1857, lo que se tiene sobre el calamar gigante son varios ejemplares muertos que han llegado a diversas costas y apenas tres grabaciones de un ejemplar vivo: la primera se registró en 2006, mientras las otras sucedieron en 2012 y 2019.
El mayor calamar gigante que se ha visto alcanzó 13 metros de largo y pudo haber pesado casi una tonelada. Se estima que algunos ejemplares podrían medir hasta 20 metros, pero nunca se ha documentado uno, de acuerdo con The Ocean Portal. Por si fuera poco, tienen los ojos más grandes del reino animal, con el tamaño de un balón de básquetbol.
Debido a la falta de avistamientos y objetos de estudio, el conocimiento sobre su ciclo de vida se basa principalmente en suposiciones.
Pero, ¿por qué es tan difícil hallarlos? Habitan en profundidades de entre 500 y mil metros bajo la superficie del mar, donde la luz es mínima y no se puede llegar sin equipo especializado como vehículos de operación remota. Se tiene la hipótesis de que los enormes ojos del calamar gigante son tan sensibles que les permite evadir las luces y vibraciones del equipo, según Live Science.
Foto: Wikimedia Commons
El barco Mary Celeste
Este barco “fantasma” es uno de los misterios náuticos más grandes y famosos, que fue retomado por autores como Arthur Conan Doyle y aparecido en tramas cinematográficas.
El 5 de diciembre de 1872, el barco estadounidense fue encontrado navegando erráticamente en el océano Atlántico, a unos 600 kilómetros del archipiélago de Azores. No tenía grandes daños estructurales, su cargamento (mil 701 barriles de alcohol industrial) estaba casi intacto, todo parecía en su lugar y había provisiones para pasar seis meses en altamar. El único problema es que su tripulación de 10 personas había desaparecido sin dejar rastro.
¿Qué le pasó a la gente que viajaba en el Mary Celeste? Nadie lo sabe a ciencia cierta, y toda clase de teorías han intentado explicar el incidente: desde motines y ataques piratas hasta fenómenos paranormales y monstruos marinos, cuenta la revista Smithsonian.
En 2007, la documentalista Anne Macgregor dio a conocer una producción que revela su propia investigación sobre lo que pasó con el Mary Celeste. No es una conclusión definitiva, sino el “escenario más probable” según la realizadora.
En su trabajo, Macgregor empleó antiguos registros climáticos, cálculos sobre la región donde el barco navegó y las notas recuperadas que el capitán escribió unos días antes de su desaparición.
La explicación dice que el capitán pudo haberse equivocado respecto a la fecha en que tocaría tierra, por lo que cambió de curso; después descubrió que las bombas que eliminan el agua filtrada del barco estaban obstruidas. Es posible que el capitán decidiera abandonar el barco, pensando que se encontraban cerca de una isla, según Macgregor.
Foto: Wikimedia Commons
El Bloop
Se trata de un fenómeno que ya ha sido resuelto, pero eso no borra el misterio que significó por varios años.
En 1997, mientras un grupo de investigadores usaban hidrófonos para detectar actividad volcánica en el Pacífico sur, registraron un sonido que no se parecía a nada que conocieran. Era un ruido extraño, poderoso y extremadamente fuerte, relata el NOAA. Para que te des una idea: los micrófonos submarinos se encontraban a 3 mil 219 kilómetros de distancia de donde ocurrió el sonido, que fue llamado “Bloop”.
Durante cerca de una década surgieron teorías sobre operaciones militares, barcos pesqueros, calamares gigantes y criaturas totalmente desconocidas por la ciencia.
En 2005 se descubrió la verdad: el Bloop era el sonido de un iceberg agrietándose y separándose de la Antártida. Con el calentamiento global, es un fenómeno que ocurre cada vez más.
Foto: Unsplash/ Annie Spratt
Triángulo de las Bermudas
No se puede hablar sobre misterios del océano sin mencionar al infame Triángulo de las Bermudas. Sin embargo, la realidad acerca de este lugar podría ser menos perturbadora de lo que el cine y la televisión nos han hecho creer.
Se le llama Triángulo de las Bermudas a una región del océano Atlántico que se encuentra entre las islas Bermudas, Puerto Rico y Miami. No aparece en ningún mapa oficial ni es reconocido como un área geográfica real. Se estima que en la zona han desaparecido de manera inexplicable aproximadamente 50 barcos y 20 aviones, indica la Enciclopedia Británica.
Foto: Wikimedia Commons
Se han buscado hipótesis científicas para explicar los incidentes y también han nacido ideas un poco más disparatadas, que involucran vórtices hacia otras dimensiones y la influencia del continente perdido de la Atlantida. Por cierto, los primeros sucesos extraños en el triángulo fueron reportados a mediados del siglo XIX y el nombre fue usado por primera vez en 1964, en una revista “pulp”.
Sin embargo, sí es posible suponer por qué los aviones y barcos desaparecieron. En primer lugar estarían las condiciones ambientales, dice NOAA: la mayoría de las tormentas tropicales y huracanes pasan por el triángulo y, antes de que estos fenómenos fueran propiamente investigados, es posible que cobraran muchas vidas. Además, la Corriente del Golfo puede provocar cambios climáticos rápidos y violentos, y puede ser que las aguas poco profundas que rodean las numerosas islas del Caribe dificultaran la navegación.
Normalmente el Triángulo de las Bermudas es altamente transitado, tanto por mar como por aire.
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