Los robos a museos son un tema que en incontables ocasiones ha sido representado por el cine y la televisión. Puede involucrar secuencias muy complejas, suspenso, persecuciones y hasta comedia. Pero, por extraordinarias que parezcan estas tramas, la realidad nunca se queda atrás y muchas veces ha inspirado a la ficción.
Faltando muy poco para la conmemoración del Día Internacional de los Museos, este 18 de mayo, en Destinos te contamos sobre algunos de los peores robos a museos que se han cometido.
1. El robo de la Mona Lisa
“¿Robar la Mona Lisa? ¡Es tan imposible como robar las torres de Notre Dame!”, dijo un oficial de alto rango francés en 1910, según relata el mismo Museo del Louvre. Pero menos de un año después, en agosto de 1911, la obra maestra fue sustraída.
En la actualidad cualquiera pensaría que se trató de una compleja operación, resultado de meses de planeación. Pero fueron tres trabajadores de mantenimiento quienes cometieron el robo, comandados por el italiano Vincenzo Perugia. Un año antes del crimen, Perugia había formado parte de un equipo que instaló cristales para proteger una docena de obras en el Louvre, explica la revista Smithsonian.
Los tres hombres se escabulleron una noche entre los almacenes del museo, simplemente retiraron la pintura de su lugar y Vincenzo la escondió en su ropa. Pasaron 26 horas hasta que alguien se diera cuenta de la desaparición. Y no había mucha razón para culpar al personal: el museo tenía más de mil habitaciones y menos de 150 guardias para vigilar unos 250 mil objetos.
Foto: Louvre
Para ese tiempo La Gioconda no era muy popular. Apenas en 1860 la comunidad artística la había reconocido como una obra maestra del Renacimiento, y este valor no había llegado al gran público. Pero después del robo, se convirtió en la pintura más famosa del mundo: apareció en todo tipo de periódicos, se instalaron carteles en París y miles de espectadores llegaban al museo solo para ver el sitio vacío.
No es que Perugia fuera un conocedor de arte y quisiera robar la Mona Lisa por eso. En parte, escogió la pintura porque era muy pequeña, según le dijo el periodista Simon Kuper a la BBC.
La obra fue recuperada hasta 1913, cuando Perugia intentó venderla en Florencia.
Sobre el museo
Actualmente, posee 482 mil piezas como parte de su colección, provenientes de diversas partes del mundo; hay pinturas, esculturas, muebles, documentos, joyas y textiles. Puedes ver su colección entera en línea.
Foto: Unsplash. Federico Scarionati
2. Museo Isabella Stewart Gardner
Se dice que el de este museo en Boston es el robo de arte más grande de la Historia y, tristemente, las obras sustraídas no han sido encontradas. Incluso, la institución ofrece 10 millones de dólares como recompensa para quien dé información que lleve directamente a la recuperación.
El crimen ocurrió una noche de 1990, cuando dos hombres en uniforme de policía se presentaron en la puerta con el pretexto de estar atendiendo una emergencia. Tras someter a los guardias del museo y encerrarlos en el sótano, les tomó 81 minutos llevarse 13 obras del edificio.
Entre lo robado había obras de Rembrandt y bocetos de Edgar Degas, además de una pintura de Johannes Vermeer y otra de Édouard Manet. Intentaron tomar una bandera de la Guardia Imperial de Napoleón, pero solo lograron quedarse con una insignia en forma de águila.
"La tormenta en el mar de Galilea", de Rembrandt. Foto: Wikimedia Commons.
Al día de hoy, las piezas reúnen un valor de 500 millones de dólares, según la revista Smithsonian; sus marcos siguen en exhibición, esperando el regreso de las obras. Curiosamente, los ladrones dejaron la obra más cara del museo: “El rapto de Europa”, de Tiziano.
Sobre el museo
La estadounidense Isabella Stewart Gardner pasó gran parte de su vida viajando y coleccionando arte, al punto en que surgió la idea de abrir su propio museo. La institución abrió sus puertas en 1901, en un edificio inspirado en el Palazzo Barbaro de Venecia.
Google Arts & Culture tiene un recorrido virtual acerca del famoso robo, y Netflix estrenó una serie documental sobre el tema este mismo año, llamada “Esto es un atraco”.
Foto: Isabella Stewart Gardner Museum
3. Museo de Antropología
El peor robo de piezas arqueológicas en nuestro país no estuvo a cargo de una organización criminal o de ladrones profesionales, sino de dos estudiantes de veterinaria cuyas razones nunca han sido esclarecidas. Se trataba de Carlos Perches y Ramón Sardina, de 25 y 26 años de edad.
Todo ocurrió durante la Nochebuena de 1985, solo unos meses después del terremoto que devastó nuestra ciudad. Los ladrones saltaron la barda metálica del Museo de Antropología, en Paseo de la Reforma, y entraron al edificio por una escalera que daba hacia el sótano; después, avanzaron por los ductos de aire acondicionado hasta las salas de exhibición.
Los guardias del museo tenían la instrucción de recorrer cada dos horas todas las instalaciones, pero como se trataba de una noche de fiesta, omitieron los rondines. A los ladrones les tomó tres horas robar 140 piezas invaluables de las salas Maya, Oaxaca y Mexica. El crimen se descubrió hasta las 8 de la mañana.
Máscara del dios murciélago. Foto: Wikimedia Commons. Adrián Hernández
De acuerdo con la BBC, entre los objetos que se llevaron estaba la máscara zapoteca del dios murciélago, artículos de la tumba del rey Pakal en Palenque y el escudo de Yanhuitlán, pieza de orfebrería mixteca.
Durante la búsqueda a nivel internacional, la asociación de Amigos del Museo Nacional de Antropología reunió 50 millones de pesos para dar como recompensa por información que condujera a la recuperación de las piezas.
Los objetos nunca abandonaron la casa de Carlos Perches, en Naucalpan, y fue hasta casi cuatro años después, cuando el estudiante entabló relaciones con narcotraficantes, que se dio con su paradero.
Se sabe que los dos estudiantes planificaron su crimen por seis meses y que visitaron la institución unas 50 veces para analizar el comportamiento de los guardias y las instalaciones.
Carlos Perches fue arrestado y murió tras salir de la cárcel, pero Sardina se dio a la fuga y nunca apareció, cuenta la BBC.
Sobre el museo
Con 45 mil metros cuadrados de instalaciones, se trata del museo más grande de México y uno de los más importantes. Alberga tesoros como la Piedra del Sol de la cultura mexica, un Atlante de Tula (cultura tolteca), la Coatlicue de Coxcatlán (cultura mexica) o la Máscara de Pakal (cultura maya). También posee una gran colección de objetos etnográficos que reflejan la cosmovisión y vida cotidiana de los pueblos indígenas de nuestro país.
Foto: Wikimedia Commons. Rob Young
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4. Museo Munch
“El Grito”, otra de las pinturas más famosas del mundo, fue robada durante un asalto a mano armada en el Museo Munch de Oslo, Noruega. El crimen se llevó a cabo en 2004, a plena luz del día.
Fue a las 11:30 de la mañana cuando dos hombres en pasamontañas sometieron a los visitantes del museo y a los guardias, quienes no estaban armados. Empleando un cutter, arrancaron el cuadro de la pared y huyeron en un coche robado, de acuerdo con The Guardian. Además de “El Grito”, se llevaron “La Madonna”, otra obra maestra.
Según reportó el New York Times en su momento, los testigos describieron a los ladrones como “torpes”, debido a que se les cayeron las pinturas durante la huida.
Foto: Wikimedia Commons.
En su momento se temió que las pinturas estuvieran gravemente dañadas, pues los marcos y cristales aparecieron el mismo día del robo, explica la revista Smithsonian. Sin embargo, sí fueron descuidadas: se sabe que se guardaron en bolsas de basura, bajo el asiento de un autobús, al menos durante un mes.
Las obras fueron recuperadas en 2006 y tres hombres fueron sentenciados. Algunas personas creen que el robo fue una manera de distraer a la policía otro crimen que había ocurrido poco antes, debido a que no fue una operación muy cuidadosa y nunca quedaron claras las razones; es poco probable que los ladrones pensaran en vender las pinturas, por lo difícil que resultaría.
Cabe mencionar que existen cuatro versiones que Munch hizo de “El Grito”. Otra de ellas ya había sido robada y recuperada de la Galería Nacional de Noruega en 1994.
Sobre el museo
Como su nombre indica, la institución está dedicada a la vida y obra del noruego Edvard Munch. El sitio abrió en 1963, un siglo después del nacimiento del artista. En otoño de este mismo año, el museo estrenará locación en un nuevo edificio con 11 salas y más de 200 obras en exhibición.
Foto: Munch Museum
5. Bóveda Verde
Uno de los peores robos a museos en los últimos tiempos ocurrió en noviembre de 2019. Tres sets de joyería del siglo XVIII, cuyo valor en conjunto se calcula en mil 200 millones de dólares, fue sustraído de la Bóveda Verde, que es considerado uno de los museos más antiguos del mundo y se encuentra en Dresde, Alemania.
Según relata Deutsche Welle, fue en la madrugada cuando el grupo de ladrones provocó un incendio cerca de la institución, lo cual desactivó algunos de los sistemas de alarmas; ellos aprovecharon para cortar las rejas de hierro y entrar a la bóveda. Existe material en video que muestra a dos sujetos entrando a la galería con linternas, y rompiendo instalaciones de cristal para tomar los objetos.
Los criminales tuvieron aproximadamente un minuto para cometer su robo.
Foto: Wikimedia Commons. Jörg Blobelt
Entre las piezas robadas, lo más valioso es el Diamante Blanco de Dresde, un objeto de 49 quilates que proviene de India y perteneció a Augusto II de Polonia.
En noviembre de 2020, fueron arrestados tres sospechosos. Sin embargo, todavía no hay rastro de las piezas robadas.
Todavía falta localizar algunos miembros del clan. Según el diario The National, se cree que uno de ellos está protegido por la organización criminal alemana Remmo.
Sobre el museo
La Bóveda Verde es una de las mayores colecciones de tesoros en Europa. Su origen data de 1723, y fue una iniciativa de Augusto II. Tiene aproxiadamente tres mil piezas en exhibición.
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