En 1969, el gobierno de México decidió darle un fuerte impulso al turismo, especialmente a las playas nacionales . Luego de estudiar el territorio, supieron que Bahías de Huatulco , en Oaxaca , eran perfectas para el proyecto. En 1983, cuando se concluyeron las carreteras Puerto Escondido-Salina Cruz y Oaxaca-Pochutla, Fonatur (Fondo Nacional de Fomento al Turismo) dio inicio a los trabajos de este complejo.
Actualmente, la zona turística de Huatulco comprende 9 bahías: San Agustín, Chachacual, Cacaluta, Maguey, El Órgano, Santa Cruz, Chahué, Tangolunda y Conejos, playas de arena dorada bordeadas por la Sierra Madre del Sur y por los ríos Copolita y Coyula .
En Tangolunda, que en zapoteco significa "mujer bonita", se encuentra la mayor infraestructura hotelera, pero el destino ofrece mucho más. Además de descansar, descubre otras cinco cosas que puedes hacer en todo Huatulco.
Una de las escenas más importantes de la película mexicana Y tu mamá también (2001), dirigida por Alfonso Cuarón, ocurre en la hermosa playa de Cacaluta .
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No encontrarás hoteles ni grandes restaurantes, pues es una playa virgen que forma parte del Parque Nacional Huatulco . Se puede llegar por una carretera de terracería en excursiones programadas a caballo o en automóvil, pero es más práctico —y romántico— llegar a través del mar, tomando un bote en el embarcadero de Santa Cruz.
Una vez ahí, se puede nadar, broncearse y disfrutar del paisaje que tiene una impresionante vegetación, donde viven aves y otras especies.
Si buscas artesanías típicas de la región, entre las que destacan las blusas y vestidos bordados o la alfarería de barro negro, característica de Oaxaca , debes visitar el Museo de las Artesanías, que está en La Crucecita, un poblado que se encuentra a 10 minutos de Tangolunda.
El museo está muy cerca de la plaza principal. Se inauguró en 1992, cuando Huatulco ya era un destino de playa conocido. El museo es el resultado del trabajo de cuatro maestros artesanos provenientes de distintas regiones del estado.
Aquí podrás conocer cómo se elaboran las piezas, la historia detrás del proceso y las biografías de algunos de los artesanos. La experiencia también representa un recorrido gastronómico, porque hay venta de mezcal, chapulines, mole negro, sal de gusano y otras productos de la región.
Abre todos los días a las 9:00 de la mañana.
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Foto: Archivo EL UNIVERSAL
Si te gusta la aventura extrema, no podrás resistirte a un paseo en cuatrimoto para recorrer parte de la selva oaxaqueña.
Antes de comenzar, los instructores explican cómo funciona el vehículo, dan algunas recomendaciones para el trayecto y preparan a los participantes con un casco de protección.
Durante el recorrido, antes de llegar a San Agustín, se toman caminos de terracería y pavimentados; se pasa por por pequeños poblados y te internas en la selva oaxaqueña por senderos marcados para no alterar el entorno. Hay tiempo para comer, descansar y nadar. El servicio incluye el traslado a los hoteles.
Las cuatrimotos pueden ocuparse por una o dos personas. Por precaución, no se recomienda que vayan niños ni adolescentes solos en la cuatrimoto, porque tratarse de un vehículo pesado.
El paseo dura de cuatro a cinco horas.
Foto: Istockphoto
Otra actividad para los intrépidos es practicar rafting en el río Copalita . Sus aguas representan un auténtico reto .
Antes de subir a la balsa, los participantes reciben chaleco salvavidas y casco, así como una clase para poder realizar la actividad.
Por seguridad, las embarcaciones no son individuales, sino grupales. Todas incluyen un instructor a bordo, así que no hay de qué preocuparse. Además, las indicaciones son muy fáciles de llevar a cabo. Eso sí, para maniobrar la balsa se requiere trabajo en equipo, estar atento a las órdenes durante el trayecto y un poco de esfuerzo físico pero, de verdad, esta actividad es de las más emocionantes y divertidas.
Durante el recorrido, que puede durar unas cuatro horas, se aprecia la tupida vegetación que crece al margen del río, aves de varias especies y otros animales de la región.
Foto: Archivo EL UNIVERSAL
Si lo tuyo es la fiesta, súbete a un catamarán para conocer las nueve bahías de Huatulco. Hay varios operadores que ofrecen el paseo, por lo que todos los días se puede encontrar lugar en algún catamarán del embarcadero de Santa Cruz.
Durante el viaje hay música a bordo y bebidas; además, un guía va explicando las características de las bahías visitadas. Se hace una parada en una de las playas para nadar, esnorquelear, recostarte en la arena y comer. El equipo se puede rentar en la misma embarcación.
Se recomienda llevar protector solar y toalla, así como dinero en efectivo para la renta del equipo y para pagar la comida.
El recorrido dura, aproximadamente, cinco horas.
Si te gustan las experiencias más exclusivas y con poca gente, te recomendamos tomar un recorrido privado.