Antes de la pandemia, Eugenio visitaba un destino al menos una vez por mes. Así ha sido desde hace casi una década, en la cual su pasión por viajar y conocer otras culturas lo ha llevado a lugares tan diametralmente distintos como Alaska y Costa Rica, o los Emiratos Árabes y Haití. Ha estado en 60 países de tres continentes.
Desde 2018 comparte sus experiencias en el blog Viajeros Ocultos, que tiene canal de YouTube y una cuenta de Instagram con más de 200 mil seguidores; lo acompaña su esposa y dos hijas.
Mientras se prepara para retomar los viajes tras casi un año de descanso obligado, entrevistamos a Eugenio para conocer algunas de sus experiencias y consejos basados en las cosas que ha vivido.
Foto: Cortesía Viajeros Ocultos
1. Cómo hospedarte por periodos largos
Si en un futuro (esperemos, no tan lejano) quisieras, por ejemplo, armar una gran ruta por un continente como Europa o Asia, existen varias opciones de hospedaje a las que puedes recurrir para no tener que ahorrar una fortuna.
Por ejemplo, están los sitios web donde gente de diversos países ofrece hospedaje y alimentación gratuita a cambio de que diariamente hagas algún trabajo para ellos. “Dichos trabajos pueden constar desde dos a cuatro horas diarias, y el fin de semana te lo dan libre para que te vayas a explorar por tu cuenta el país donde te encuentras”, explica Eugenio.
Foto: Cortesía Viajeros Ocultos
Puede tratarse de labores domésticas, como barrer, trapear y pintar la casa, o una institución que requiera de tus conocimientos de diseño, contaduría, negocios, etc. En algunos destinos incluso hay granjas, refugios de animales o áreas naturales que requieren ayuda.
“Dichas plataformas son muy abiertas y receptivas”, cuenta el viajero mexicano. “Su intención es siempre apoyar y buscarán la manera de hacerte empatar con sus necesidades”.
Foto: Cortesía Viajeros Ocultos
2. Países caros y económicos
Al preguntarle cuáles son los destinos más caros en los que ha estado, el fundador de Viajeros Ocultos responde que algunos países de Europa y regiones específicas de Estados Unidos.
“Europa ya es caro de entrada. Pero todavía se puede volver más caro si buscas hacer las actividades más top de cada país. Te doy un ejemplo: París. Esta ciudad de entrada ya es cara. Pero además, nosotros quisimos experimentar las actividades más exclusivas porque lo estábamos documentando para nuestras redes sociales. Entonces, planeamos cenar en la punta de la Torre Eiffel y al día siguiente cenamos a bordo de una embarcación a lo largo del majestuoso río Sena. Aquello fue una cena elegantísima, barra libre y un servicio al cliente de otro nivel. Resultado final: mi esposa y yo quedamos encantados, sin embargo, todo a un costo altísimo”.
El lugar más caro que Eugenio ha encontrado también es uno de los más raros donde estado. Barrow, un pueblo de Alaska donde solo viven cinco mil personas y que oculta el asentamiento humano más al norte del continente americano.
Foto: Cortesía Viajeros Ocultos
“A Barrow no se puede llegar ni por carretera ni por mar, ya que el océano Ártico está congelado la mayor parte del año. Entonces todo lo que hay en Barrow, todo, llega por avión (la comida, artículos de limpieza, etc.). Si quieres comprar un carro, lo pides, y dos meses después te llega por avión”. Además, “ahí los meseros ganan 60 dólares la hora, o sea, casi 10 mil pesos mexicanos por día. Los cocineros ganan aun más”.
En cambio, entre las regiones más económicas se encuentra Sudamérica. También destaca un destino que resulta sorpresa de todos: Emiratos Árabes Unidos.
“Al escuchar Dubái, toda la gente piensa que es de lo más caro del mundo, y no es así. Al contrario, Dubái, Abu Dabi y en sí todo el país, están entre los lugares más baratos que he visto en mi vida. Quizá lo más caro podría ser el vuelo para llegar a aquel país pero, una vez estando allá, les garantizo que no se gastarán mucho dinero”, afirma.
3. Sobre viajar de manera permanente
Podría considerarse que Eugenio forma parte de una tendencia internacional en los últimos años: los nómadas digitales. Es decir, aquellas personas que pueden adaptar su trabajo y vidas personales a los viajes constantes por el mundo.
Técnicamente, lo que necesitas para ser un nómada digital es conseguir un trabajo que no implique pasar todo el día en una oficina; como tal vez lo hiciste durante la cuarentena, pero aplicado en el futuro. En el caso de la familia de Viajeros Ocultos, su ocupación es el marketing digital. “Tenemos una agencia en la cual atendemos a empresas que se encuentran en los diferentes países de habla hispana”, dice Eugenio. Pero los viajes son su hobby permanente.
Si le pides su consejo para adoptar este estilo de vida, su respuesta es “que SÍ se puede. Es un hecho. Es toda una realidad, y más aun después del año que acabamos de pasar. El 2020 nos trajo una pandemia, pero también nos trajo una oportunidad grande de reinventarnos”.
Foto: Cortesía Viajeros Ocultos
Sin embargo, hay un aspecto en el que debes fijarte muy bien antes de elegir destino, más de lo que le pone atención cualquier viajero: la conexión a internet. “Ahí tienes a Cuba, donde el servicio de internet es muy limitado. El día que fuimos a Cuba a grabar contenido para nuestras redes sociales, no pudimos subir nada durante nuestra estancia”, relata Eugenio.
“Cuba tiene gente maravillosa. Es una nación de gente noble y trabajadora, sin embargo, el tema de su conexión a internet es como si estuvieran quizá unos 20 o 25 años atrás. Deja mucho que desear. En los hoteles si hay internet, pero es muy lento”. Si tu intención es estar conectado por cuestión de trabajo o acostumbras enviar archivos pesados, se dificultaría mucho.
Si se trata de citar lugares extraños donde uno podría pasar tiempo, tenemos que volver a mencionar Barrow, Alaska. “Está aislado de todo. Es otro mundo hasta allá arriba. No hay nada de nada. Solo hay un supermercado, hay una gasolinera y ya. Nadie quiere ir a vivir allá ya que está lejos de todo. Y a los pocos que se atreven a ir a vivir allá les pagan la millonada”.
En este pueblito, la luz del sol deja de verse por más de dos meses, durante el invierno; sin embargo, en el verano el sol no se oculta por otros dos meses. Está a más de 500 kilómetros por encima del Círculo Polar Ártico.
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4. Sobre viajar en familia
La planeación entera de un viaje cambió para Eugenio cuando sus hijas nacieron. Antes, la pareja podía estar cenando una noche y pensar en un viaje internacional para el día siguiente, o buscar opciones de hospedaje ya estando en el aeropuerto.
La prioridad ahora es hallar un lugar adecuado para niños, como una playa o destinos de parques temáticos.
Se trata de balancear las ventajas y desventajas. “Si mi esposa y yo nos llevamos a mis hijas a Dubái, el lugar es impresionante y lujoso, pero no siento que si vamos de turistas sea un destino para niños porque hay que caminar mucho. Sí, está la playa, a menos que nos fuéramos a meter a los hoteles o al Burj Al Arab, pero uno no va a Dubái a meterse cinco días a la playa o a la alberca”.
Foto: Cortesía Viajeros Ocultos
También hay que buscar un clima adecuado. Esto lo aprendieron tras visitar un destino de nieve, donde todos estaban “muriendo de frío” y terminaron cambiando pañales en el hielo. Una opción podrían ser los viajes de ida y vuelta, desde una ciudad o un lugar más cálido donde hospedarse.
Su recomendación son las playas mexicanas, del Caribe, Veracruz y Tampico. También ciudades como San Diego, con un gran zoológico reconocido a nivel internacional y parques temáticos.
Y, aunque hay lugares que funcionan mejor para niños, “uno hace el destino”.
Foto: Cortesía Viajeros Ocultos
5. Sobre abrirte a otras culturas
Si algo ha caracterizado a los viajes de Eugenio y su familia, es la diversidad. Ha visitado lugares tan populares como Nueva York, tan peculiares como las islas Malvinas o donde el turismo es casi inexistente, como Haití.
Su objetivo es valorar lo nuevo, aprender de cada sitio y, desde que creó el blog, compartir las cosas fuera de lo común o contrastantes con su propia realidad.
Foto: Cortesía Viajeros Ocultos
Su método es adaptarse por unos días a la vida de un país, comer su comida y platicar con su gente. “Aunque se escuche medio loco, pero tocar puertas de casas para ver cómo es la vida de un local o comer con ellos. Los atractivos los puedes googlear, pero el corazón y los sentimientos de cada país, eso no siempre se encuentra”.
El consejo que Eugenio daría, en este sentido, sería que “para viajar hay que ir con la mente abierta y el corazón dispuesto para conocer nuevas cosas”.
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