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Enramadas, hamacas, fogatas nocturnas y pequeños hoteles a la orilla del mar son algunos de los “apapachos” que podrás darte en estos rincones de la costa del Pacífico mexicano
Playa Troncones: cabalgatas solitarias y olas rebeldes
Este pequeño paraíso playero en el estado de Guerrero, se localiza entre Zihuatanejo y Ciudad Lázaro Cárdenas, en Michoacán, en el municipio de La Unión. Es visitado por lunamieleros que desean esconderse en búngalos ecológicos construidos entre enormes rocas y con vista al océano. El hotel Present Moment Retreat ofrece clases de yoga, masajes y cabalgatas a la orilla del mar. Si te gustan las caminatas largas, entonces puedes contratar el tour para descubrir cascadas en las montañas que custodian la playa. Troncones también es para los viajeros que buscan montar las olas en una tabla de surf. La Boca y La Saladita son los puntos donde el mar rompe con furia y se observa a los surfistas experimentados.
(Foto: Cortesía Present Moment)
Playa Ventura: date la buena vida entre tortugas y fogatas
A 10 minutos del pueblo de Copala, encontrarás un destino que solo sabe de hotelitos rústicos de apenas seis habitaciones y enramadas para montar una casa de campaña y dormir arrullado por las olas. Así es Playa Ventura , cuyos habitantes te invitan a pasar el día remando en un kayak entre manglares, a encender una fogata para contemplar la Vía Láctea o a patrullar la playa para resguardar huevos de tortugas golfina y laúd, las cuales llegan en mayo. El atardecer es todo un espectáculo, no solo porque puedes ver al astro rey como una gigante pelota naranja, sino porque es el momento en que las rayas voladoras salen del mar .
(Foto: Cortesía Mesón Casa de Piedra)
Marquelia: la puerta de entrada a la Costa Chica
Hay que viajar al sur de Guerrero , a solo dos horas de Acapulco , para encontrar una franja de playas vírgenes y solitarias llamada Marquelia. La Bocana y Las Peñitas son las zonas más buscadas para bañarse en un mar tranquilo y acampar bajo una enramada. Sin embargo, también hay cabañas ecológicas para una escapada romántica, como las de El Papalote. En los pequeños restaurantes que se ubican a pie de playa, además de preparar la pesca del día y disponer de albercas, también ofrecen recorridos a la Barra Tecoanapa, una laguna alimentada por la desembocadura de cuatro ríos. Es un punto importante para la observación de aves.
Pie de la Cuesta: mar y laguna en un solo lugar
Unas cuantas enramadas con hamacas decoran el paisaje. Más allá, la vista apenas distingue mesas y sillas de madera. Del otro lado, ahí donde las olas bufan pero también revuelcan a los aprendices de surf, pasean los caballos, esperando que algún turista los monte para llevarlos a ver el atardecer. Esto es solo una probadita de lo que significa pasar unas vacaciones en Pie de la Cuesta , una playa ubicada a 30 minutos de Acapulco . Otra de sus grandes características es estar rodeada por la Laguna de Coyuca , donde se organizan paseos para observar aves y se puede comer en medio del agua. Es “de ley” degustar un pescado a la talla.