Aproximadamente 100 mil piezas, que datan de los últimos cinco siglos, ayudan a revivir el pasado de nuestro país en el Museo Nacional de Historia, alojado en el Castillo de Chapultepec. El acervo incluye muebles, armas, documentos, fotografías, pinturas, monedas, relojes y prendas de vestir, por mencionar ejemplos, aunque no todos son exhibidos al público.
Si bien fue establecido formalmente en 1939, los antecedentes del Museo Nacional de Historia se remontan mucho tiempo atrás. Fue el 18 de marzo de 1825 que Guadalupe Victoria, primer presidente de México, encomendó la creación del Museo Nacional, que más tarde se convertiría en este recinto. Es decir, mañana se cumplen 196 años de esa iniciativa.
Conmemoramos la fecha con una pequeña lista de curiosidades y verdaderos tesoros que el museo resguarda, para que te des una idea de lo que puedes encontrar en tu visita cuando reabra sus puertas.
1. La casaca de José María Morelos. Esta prenda de tipo militar, que va ceñida arriba y tiene faldones en la parte inferior, perteneció al caudillo y había sido enviada a España durante la Guerra de Independencia como trofeo de guerra. Fue devuelta a México en 1910 por el rey Alfonso XIII. Mide 106 centímetros de alto.
Foto: Museo Nacional de Historia
2. El estandarte que fue portado por Hernán Cortés en su llegada a la Nueva España y usado como bandera durante la Conquista. Lleva la imagen de la Inmaculada Concepción de María, de gran importancia simbólica para la colonización espiritual. Posee aplicaciones de seda bordada con hilo metálico.
3. Se le llama chimalli al escudo circular que portaban los guerreros mexicas y con los cuales, en sus versiones de lujo, los gobernantes y sacerdotes ataviaban deidades y distinguían a combatientes destacados. Actualmente no se conserva ningún chimalli de guerra y en el mundo solo quedan cuatro de lujo, uno de ellos se resguarda en el Museo Nacional de Historia.
Según se cree, este chimalli salió de la Nueva España antes de 1524, y fue devuelto en 1866, durante el Segundo Imperio.
Entre los dos tipos de chimalli que se conocen, éste pertenece al grupo llamado cuexyo chimalli, decorado con medias lunas. Se ha descubierto que el escudo se ornamentó con la piel de tres animales: ocelote, venado y conejo teñido con grana cochinilla. Ya no tiene elementos metálicos, pero se hallaron trazas de oro en él y se sabe que estos escudos eran decorados con metales, piedras semipreciosas, plumas de aves y cascabeles. Mide 67.5 centímetros de diámetro.
Foto: INAH
4. Un casco militar de tipo prusiano. A principios del siglo XX, los cadetes y guardias presidenciales del Ejército Mexicano utilizaban cascos así. El ejemplar que el museo conserva es de piel con aplicaciones de latón; su decorado muestra un águila con las alas extendidas, posada sobre un nopal y devorando una serpiente.
5. En la colección del museo existe una gran cantidad de objetos personales o de uso cotidiano que pertenecieron a personajes históricos. Por ejemplo, hay un portafolios de Porfirio Díaz, un sombrero de copa que usó Benito Juárez y una tina de mármol que perteneció a Carlota de México. También se conservan 300 piezas de la vajilla de Maximiliano de Habsburgo, según el museo.
Foto: Museo Nacional de Historia
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6. Entre las piezas más destacadas de la colección de armas se encuentra una pistola de chispa que perteneció a Agustín de Iturbide. Este tipo de arma, llamada “de chispa” por su mecanismo para disparar, se utilizó entre los siglos XVII y XIX. La pistola que se guarda en el museo es de hierro forjado y está montada sobre una caja de madera tallada, pulida y barnizada; contiene incrustaciones de clavos en plata. Es posible distinguir marcas de golpes en la cantonera del arma.
7. La Galería de Emplomados es uno de los lugares más bellos y famosos del Castillo de Chapultepec. Se trata de un largo pasillo que, en uno de sus laterales, muestra una colección de vitrales (o emplomados) fabricados en París hacia el año 1900. En las obras, que Porfirio Díaz encomendó, se aprecian personajes femeninos de la tradición grecorromana.
Foto: Museo Nacional de Historia
8. La colección de relojes del museo abarca aproximadamente 200 piezas, muchas de ellas perfectamente conservadas. Una tercera parte corresponde a relojes de mesa, el resto son de bolsillo.
9. Antes de que hubiera cerillos existían los eslabones, piezas de hierro forjado que antiguamente se utilizaban para prender fogones en las cocinas. El museo tiene una colección de 200 eslabones elaborados entre los siglos XVI y XX.
Estos objetos se hacían con materiales de reúso como las espuelas desgastadas o pedazos de lima, de acuerdo con la historiadora Thalía Montes Recinas. Los metales eran llevados a los talleres de fundición para darles otra forma y en ocasiones tenían un acabado estético; había eslabones con grabado de serpientes, águilas, faisanes, perros, flores, corazones y hasta rostros caligrafiados.
Para prender el fuego necesitabas un trozo de tela de algodón y una piedra que hiciera fricción con el eslabón.
Foto: Museo Nacional de Historia
10. En el museo hay un biombo que muestra un plano de cómo lucía la Ciudad de México a finales del siglo XVII. Incluye una lista que señala cada lugar mostrado en el plano. Es posible distinguir la antigua capilla de San Miguel Chapultepec, ubicada en lo que ahora es el castillo (construido en 1785), además del acueducto de Chapultepec, que conectaba con la fuente Salto del Agua en un recorrido de casi cuatro kilómetros, en el cual había 904 arcos.
Foto: Museo Nacional de Historia
11. El carruaje de gala que perteneció a Maximiliano y que usó en apenas un par de ocasiones. Data de 1864 y fue traído de Milán como un regalo por parte de los habitantes del reino de Lombardía-Venecia, el cual Maximiliano gobernó entre 1857 y 1859.
12. En el Museo Nacional de Historia están las piezas de malaquita más grandes que existen fuera de Rusia. Este mineral, que se da en los Montes Urales, fue empleado por los lapidarios rusos con una técnica de mosaico que después se aplicó en muebles, columnas y salones.
Porfirio Díaz fue quien mandó traer estas piezas de malaquita para adornar Palacio Nacional, pero terminaron en el Castillo de Chapultepec. Algunas de ellas fueron enviadas por el zar Nicolás I a la Gran Exposición Universal de Londres, en 1851.
Foto: Museo Nacional de Historia. Omar Dumaine
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13. En siglos pasados existían los retratos en miniatura, usados por familias nobles para llevar a cabo convenios matrimoniales. Eran una manera de mostrar a los pretendientes, de acuerdo con el museo. También se hacían retratos de santos y vírgenes.
Foto: Museo Nacional de Historia
14. ¿Sabías que el Castillo de Chapultepec tuvo el primer elevador instalado en México? Ya no se usa, pero aún es posible ver el interior y palanca de control del ascensor Stigler, de 1901.
15. En este recinto también hay alrededor de 200 abanicos, confeccionados entre los siglos XVIII y XX, involucrando materiales como la seda, marfil y concha nácar. Entre los más célebres está el de Josefa Ortiz de Domínguez.
Foto: INAH/Conaculta
16. Los escritores portátiles son un ejemplo de objetos antiguos y muy curiosos que puedes hallar en el museo . Eran cajas con diversos compartimentos que se ampliaban y permitían transportar documentos o armar tu espacio de trabajo en cualquier lugar. Se fabricaban entre los siglos XVI y XVIII. Hay piezas con incrustaciones de maderas preciosas.
Foto: Museo Nacional de Historia. Omar Dumaine
17. Cuenta el museo que durante la segunda mitad del siglo XIX se presentaba en francés los menús de banquetes y restaurantes a donde acudía la clase alta. Todavía se conservan ejemplos de esta costumbre, la cual era motivo de burla entre escritores y periodistas.
18. Puedes ver un proyector de cine Pathé Baby, fabricado en 1922 para que la gente viera películas en casa. Fue creado en Francia por la compañía Pathé Frères, una de las más importantes productoras de cine en ese entonces.
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