México fue escenario del desarrollo de grandes ciudades y culturas mesoamericanas, las cuales dejaron un importante legado histórico y arquitectónico, aún visible por todo el territorio nacional.
Estas zonas arqueológicas son de los principales atractivos turísticos de nuestro país y, según el INAH, se tiene registro de 49,347 sitios, de los cuales 193 están abiertos al público.
Estas son 15 de las más bonitas e importantes de México
Oculta en la selva, Palenque fue una de las principales ciudades del periodo clásico maya (entre los años 400 y 900 de nuestra era) y sede de una de las dinastías más poderosas de la época, liderada por el famoso rey Pakal.
Esta zona arqueológica fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987 y sus edificios más notables son: el Templo de la Reina Roja; el del Sol (uno de los mejor conservados), con crestería y decoración estucada original); El Palacio y sus relieves; y el imponente Templo de las Inscripciones, un basamento piramidal escalonado con glifos tallados en su interior. Es el mismo lugar donde fue descubierta la tumba de Pakal decorada con relieves, quien portaba una máscara de jade, joyas y ofrendas.
Abre de lunes a domingo de 8:00 a.m. a 5:00 p.m.
El costo de acceso es de $90 pesos por persona.
Rival de Palenque y Tikal, Calakmul fue la ciudad maya con mayor trascendencia y esplendor; además, un rasgo notable de esta zona arqueológica es que se erigió en medio de la actuallo que ahora es la Reserva de la Biósfera de Calakmul, la segunda reserva de su tipo más grande de América, declarada Patrimonio Mixto de la Humanidad.
Hay más de 6,000 estructuras registradas, la mayoría ‘devoradas’ por la naturaleza, aunque destaca la mayor cantidad de estelas con jeroglíficos mayas (120) que relatan la historia de la urbe, la Gran Plaza Central que conecta 5 complejos arquitectónicos y la imponente Estructura II, de 55 metros de altura.
Abre de lunes a domingo a partir de las 6:00 a.m., con último ingreso a las 11:30 a.m. y cierra a la 1:00 p.m. La entrada tiene un costo de $95 pesos por persona.
Continuamos en la península de Yucatán, pero ahora nos vamos a un acantilado a orillas del exuberante mar Caribe, donde se encuentra la zona arqueológica de Tulum, una antigua ciudad costera amurallada que, aunque estuvo habitada desde el año 564, vivió su esplendor del 1250 hasta la llegada de los españoles.
Además de su belleza escénica por su privilegiada ubicación, llaman la atención algunas de sus estructuras bien conservadas: la Casa de las Columnas, el Templo de la Serie Inicial (de los más antiguos de Tulum), el Templo de los Frescos con murales antiguos y El Castillo, el más alto (y fotografiado) de todos, donde se celebraban las principales ceremonias religiosas.
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Abierto de lunes a domingo de 8:00 a.m. a 5:00 p.m.
La entrada tiene un costo de $95 pesos por persona.
Chichén Itzá es la ciudad maya más conocida en el mundo. Poblada desde el 300 a.C., sus mejores épocas las vivió entre los años 987 y 1200 de nuestra era.
Desde 1988 es Patrimonio de la Humanidad y su arquitectura está influenciada por la cultura tolteca. Algunos de sus edificios principales son el Templo de las Mil Columnas, el Tzompantli, el Juego de Pelota, el Observatorio y el más llamativo: El Castillo o Templo de Kukulkán, considerado una de las 7 maravillas del mundo moderno, en cuyas escalinatas ocurre un juego de luz y sombras cada equinoccio.
Abre de lunes a domingo de 8:00 a.m. a 4:00 p.m.
La entrada para visitantes locales es de $95 pesos por persona; para turistas nacionales, $285 pesos. Extranjeros mayores de 13 años pagan $614 pesos. En los 2 últimos casos, las tarifas incluyen un pago adicional impuesto por el Gobierno del estado de Yucatán, a través de la Agencia de Administración Fiscal de Yucatán (AAFY).
Terminamos de explorar la zona maya en la llamada región Puuc, sitio donde se levantó la imponente ciudad de Uxmal desde el año 550 a.C. y cuyo apogeo se dio entre los años 700 y 950 d.C.
Fue incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 1996, en parte gracias a la complejidad de sus estructuras con contornos redondeados, decorados con mosaicos de piedra con relieves geométricos y figuras humanas o de animales, la mayoría relativas a Chac, dios de la lluvia.
Sus edificios más relevantes son el Palacio del Gobernador, los vestigios del Cuadrángulo de las Monjas y el Templo del Adivino, donde se encontró la estatua de la Reina de Uxmal y el cual, según una leyenda, fue construido en tan solo una noche.
Abierto de lunes a domingo de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. La tarifa de acceso es de $95 pesos por persona, pero se cobra una cuota adicional de $157 para turistas nacionales. En total, pagas $252 pesos.
Lyobáa era su nombre zapoteco original y se traduce como ‘lugar de descanso’. 'Mitla' viene de la palabra náhuatl mictlán, ‘lugar de los muertos’. Ambos indican que esta ciudad zapoteca —que vivió su gran esplendor entre los años 200 d.C y 1521 d.C.— fue un importante centro ceremonial dedicado a los difuntos.
Este sitio Patrimonio de la Humanidad, desde 2010, se divide en 5 complejos arquitectónicos. Un par de ellos con palacios similares a los de Monte Albán, grandes columnas talladas de una sola piedra, tumbas e incluso una iglesia católica construida con las piedras de la ciudad prehispánica.
Los restantes se componen de patios cuadrangulares y edificios con fachadas y muros labrados con diversas figuras geométricas.
Una característica de este sitio arqueológico son las grecas talladas en piedra que decoran sus muros.
Abre de lunes a domingo de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. La tarifa de entrada es de $95 pesos por persona.
En la cima del Cerro del Jaguar, en los Valles Centrales de Oaxaca, Monte Albán fue la capital y principal ciudad de los zapotecas, habitada desde el año 500 a.C. hasta el año 900 d.C.
Su edificación fue compleja, pues se tuvo que allanar el cerro para construir calzadas, templos, tumbas, casas y palacios influenciados por la arquitectura teotihuacana, siendo sus principales atractivos el juego de pelota, el grupo de figuras humanas labradas en piedra llamadas Los Danzantes, el edificio J u Observatorio pentagonal y sus unidades habitacionales en las laderas.
Abierto de lunes a domingo de 8:00 a.m. a 5:00 p.m.
El boleto de entrada tiene un costo de $95 pesos por persona.
El origen de Cholula se remonta al año 500 a.C., convirtiéndola en la ciudad ‘viva’ más antigua de todo el continente. Fue ocupada por distintas culturas —mixteca, olmeca, tolteca y mexica—, que levantaron la urbe en distintas etapas constructivas.
De la misma sobreviven un par de patios ceremoniales con pequeñas estructuras escalonadas. No obstante, el máximo atractivo es la llamada Gran Pirámide, el basamento piramidal más grande del mundo con 450 metros de ancho y 65 de altura; actualmente está cubierta, casi en su totalidad, por la vegetación.
Estuvo dedicada al dios Tláloc, aunque en 1594 se construyó el Santuario de la Virgen de los Remedios en su cima. Este es una muestra del proceso de evangelización y sincretismo religioso.
Abre de martes a sábado de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. La entrada tiene un costo de $95 pesos por persona.
Su ubicación privilegiada entre Teotihuacán y el golfo de México le permitió ser parte de una importante ruta comercial que floreció entre los años 650 y 950 d.C., por lo que Cacaxtla fue una ciudad rica y próspera.
Se divide en 2 grandes zonas: en Cacaxtla, se encuentra un complejo arquitectónico llamado el Gran Basamento con escalinatas, en cuyo interior se encuentran algunas de las pinturas murales prehispánicas mejor conservadas. Estas muestran escenas principalmente religiosas, militares y mitológicas.
En Xochitécatl, en la cima del cerro homónimo, se construyeron algunas terrazas donde se levantaron casas, templos y pirámides, destacando la de las Flores y de la Espiral, con forma circular.
Abierto de lunes a domingo de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. La entrada tiene una tarifa de $95 pesos por persona.
En el Totonacapan, en la selvática zona norte de Veracruz, entre los años 800 a 1150 d.C., se desarrolló El Tajín, la capital de los totonacas y un importante centro religioso dedicado al dios Tajín, vinculado a los fenómenos naturales como el huracán.
Patrimonio de la Humanidad desde 1992, es la ciudad prehispánica con el mayor número de juegos de pelota: 21. Además, hay diversos basamentos piramidales que sirvieron como complejos habitacionales, decorados con relieves, grecas y pintura mural, aunque el edificio más relevante es la Pirámide de los Nichos, con 7 plataformas escalonadas y 365 nichos en su fachada.
Abre de lunes a domingo de 9:00 a.m. a 6:00 p.m.
La tarifa de entrada es de $95 pesos por persona.
En lo alto de la sierra de El Tepozteco, en el año 1200 de nuestra era, un grupo de indígenas xochimilcas (provenientes del Altiplano Central) fundaron el señorío de Tepoztlán y construyeron esta importante ciudad sagrada en las montañas.
Sus conjuntos habitacionales, palacios y templos fueron construidos nivelando el terreno mediante terrazas y muros. Destaca el santuario del dios Tepoztecatl, donde se cree que vivió un ‘hombre-dios’, considerado portador de una esencia divina, razón por la que el acceso a El Tepozteco estaba muy restringido.
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Abre de miércoles a domingo de 9:00 a.m. a 4:00 p.m. Entrar cuesta $95 pesos por persona.
A las afueras de Cuernavaca, en lo alto de uno de los cerros, se cree que algunos habitantes de la decadente Teotihuacán fundaron la ciudad de Xochicalco, siendo un importante centro comercial y científico que floreció entre los años 650 y 900 d.C.
Considerado Patrimonio de la Humanidad desde 1999, esta urbe muestra los avances en ingeniería y ciencia de aquel entonces, pues el cerro fue aplanado y, mediante un sistema de terrazas, se construyeron casas, adoratorios, juegos de pelota y un importante observatorio astronómico.
Los sitios más destacados son: la Plaza de la Estela de los Dos Glifos, con un altar y una estela grabada y la Pirámide de las Serpientes Emplumadas, con sus muros tallados con relieves que relatan la vida cotidiana de Xochicalco y parte de su cosmogonía.
Abre de lunes a domingo de 9:00 a.m. a 6:00 p.m. La cuota de acceso es de $95 pesos por persona.
Es una de las zonas arqueológicas mexicanas más conocidas a nivel mundial, y en su tiempo fue una de las ciudades más grandes del México antiguo, así como un importante centro político, religioso, comercial y cultural, teniendo su apogeo entre los años 350 y 450 d.C.
En la lista de Patrimonio de la Humanidad desde 1987, destaca por sus gigantescos basamentos y construcciones: las pirámides del Sol y de la Luna, la Calzada de los Muertos, el Templo de la Serpiente Emplumada con mascarones que representan al dios Quetzalcóatl, el Palacio de Quetzalpapálotl con relieves de aves y las pinturas murales de sus zonas habitacionales
Abierto de lunes a domingo de 8:00 a.m. a 5:00 p.m.
El costo de entrada es de $95 pesos por persona.
Fue un importante centro ceremonial militar cuyo apogeo se dio entre el año 900 y 1521 de nuestra era. Estuvo dedicado a la iniciación de los guerreros águila y jaguar, los elementos de élite de la milicia mexica.
El caso de Malinalco es especial y único, pues sus estructuras fueron completamente talladas en una gran piedra al filo de una barranca.
El edificio más imponente e importante de Malinalco es el llamado Cuauhcalli, una ‘pirámide’ cuya escalinata está flanqueada por un par de ocelotes; su puerta principal tiene la forma de la boca de una serpiente y en el piso está tallada una lengua bífida. Dentro, hay una banqueta semicircular con las figuras talladas de un jaguar y 3 águilas.
Abierto de martes a domingo de 10:00 a.m. a 5:00 p.m.
El acceso es de $80 pesos por persona.
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