El Popocatépetl tiene en jaque al centro de México debido a su actividad reciente. ¿Serán indicios de una gran erupción o son advertencias que no pasarán a mayores? No se sabe. Lo que sí sabemos es que este legendario volcán está lleno de historias y curiosidades que, a continuación, te vamos a compartir.
El ‘Popo’ es considerado un estratovolcán. Es decir, se ha ido formando con el paso del tiempo por varias capas de lava y cenizas.
De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), ha permanecido activo por más de medio millón de años a través de distintas etapas de crecimiento, en las que se formaron tres volcanes previos: el Nexpayantla (hace más de 400 mil años), el Ventorrillo (hace 30 mil) y El Fraile (hace 14,500). Lo que conocemos como Popocatépetl está construido sobre los demás.
El Popo es la segunda montaña más alta de México con sus 5,452 metros sobre el nivel del mar. Solo es superado por el Pico de Orizaba (ubicado entre Puebla y Veracruz), de 5,636 metros. Es decir, 184 metros más que don Goyo. Algo así como una Torre Reforma Latino (ubicada en Paseo de la Reforma, la doceava torre más alta de CDMX con 185 metros de altura) de diferencia.
El Popocatépetl está ubicado en el Eje Neovolcánico, una cadena de volcanes de México que une a la Sierra Madre Occidental y la Oriental. Está entre límites del Estado de México, Morelos y Puebla.
Se dio en diciembre del 2000. Fueron los días 18 y 19 cuando el volcán tuvo erupciones de baja intensidad, pero duraderas. Fragmentos incandescentes llenaron los flancos del Popo, ocasionando la evacuación de 14 mil personas.
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El 24 de diciembre aumentó su actividad provocando la destrucción de uno de los domos del volcán, cuyos fragmentos fueron lanzados hasta 2.5 kilómetros de distancia; igualmente se formó una columna de ceniza de 5 kilómetros de altura.
El Popocatépetl alguna vez tuvo algunas pequeñas erupciones que se relacionaron con la actividad humana.
Al ser una gran fuente de azufre ‘explotada’ y codiciada desde tiempos de la Conquista, en 1919, un capataz mandó a detonar 28 cartuchos de dinamita en el cráter, buscando obtener la mayor cantidad para su venta a gran escala.
Luego de esta acción, el Popo ‘despertó’ con algunos estallidos. En realidad, fue una actividad relativamente tranquila, pero el gigante respondió ante el ‘ataque’.
A tal altura, la nieve y los glaciares son paisajes comunes en el cono de un volcán. El Popo tenía un glaciar, mismo que fue declarado extinto oficialmente en 2001, tanto por la constante expulsión de material, como por el cambio climático.
Hay que aclarar algo: no todas las masas de hielo o nieve pueden ser consideradas glaciares. Para ello, deben cumplir ciertas características, principalmente, tener una dinámica de movimiento desde las alturas hacia niveles más bajos, así como una constante pérdida y ganancia de nieve/hielo (ganan con nieve, granizo, ventisca y pierden con el escurrimiento de agua).
Se cuenta que a ese glaciar se le conocía como ‘la gran fábrica de agua' del valle de Puebla y Tlaxcala.
Seguro que la experiencia de ascender por el Popo, uno de los sitios a mayor altura de México, de los más emblemáticos y con una mística impresionante debe ser agotadora, pero única. Desafortunadamente esto ya no es posible.
En 1991 ‘revivió’, luego de 70 años de inactividad, y desde 1994 está prohibido el ascenso al volcán debido al riesgo que implica.
Anteriormente sí era posible escalar el volcán, incluso, había un refugio llamado Tlamacas en el que los escaladores podían descansar. En el presente, desde ahí se monitorea, a través de videos, las 24 horas del día, la actividad del Popo.
En un día despejado se puede contemplar la majestuosa forma cónica del Popocatépetl desde CDMX. Aún más desde la ciudad de Puebla, donde se levanta como uno de los guardianes de la capital poblana. Ambas urbes se encuentran, respectivamente, a 72 y 43 kilómetros de distancia del volcán.
Esta cercanía no se compara a la del pueblo de Santiago Xalitzintla, en el municipio de San Nicolás de los Ranchos, en el estado de Puebla. La localidad está a tan solo 12 kilómetros del Popocatépetl y, por consiguiente, es la que corre mayor riesgo ante una eventual explosión.
Este pequeño pueblo de unos 2,000 habitantes se levanta a 2,560 metros sobre el nivel del mar. Ahí, la caída de ceniza es común, cubriendo casas y edificios de un tono grisáceo.
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Lo conocemos por Popocatépetl, nombre de origen mexica derivado de las palabras ‘popoca’ (humear) y ‘tepetl’ (cerro o montaña): ‘montaña que humea’.
Sin embargo, se dice que primero fue nombrado ‘Xalliquéhuac’ por los toltecas, y que se traduce como ‘arena que vuela’. Ya imaginarás por qué.
Hay otro más, mucho más reciente y castellanizado, también muy popular: ‘Don Goyo’. El origen de este sobrenombre te lo decimos a continuación.
Seguramente escuchaste que al Popo también se le conoce como ‘Don Goyo’, ¿pero cuál sería la razón? No se llama Gregorio, ¿cierto?
Sin salir de Santiago Xalitzintla, cuenta la leyenda que hace muchos años, Antonio Analco, el ‘tiempero’ del pueblo, se encontraba caminando por las faldas del volcán. De repente, se le apareció un hombre mayor que le dijo llamarse Gregorio Chino Popocatépetl asegurando que era el mismísimo espíritu del volcán. El encuentro no quedó ahí, pues este ‘viejito’ encomendó a Antonio ser su intercesor ante Dios para pedirle buenas lluvias y cosechas.
Don Antonio aún vive. Desde entonces se le considera el mensajero del Popo, al que cariñosamente se refieren como ‘Don Goyo’.
En una especie de sincretismo religioso, cada 12 de marzo se celebra a San Gregorio Magno, santo patrono de Xalitzintla, festividad en la que también se ofrenda al Popocatépetl (el 'tocayo').
Cada año, pobladores de Xalitzintla y comunidades cercanas suben hasta el llamado ‘Ombligo’, un paraje a casi 5,000 metros de altura. Liderados por los ‘tiemperos’, llevan ofrendas: flores, comida, música, ropa, huaraches, cobijas y todo lo necesario para que ese ‘anciano’ les otorgue buenas cosechas y lluvias.
Dicen los cronistas que, de vez en cuando, en las fotos que se toman los asistentes al ritual, aparece de fondo un viejito con un aspecto fantasmagórico. 'Don Goyo' sigue pendiente.
Cuenta la leyenda que Popocatépetl era un guerrero, que se enamoró de Iztaccíhuatl, una princesa, ambos tlaxcaltecas. En un momento, inició una guerra contra los aztecas, por lo que Popocatépetl fue requerido, no sin antes pedir la mano de la doncella. El padre de ella aprobó la unión con la condición de que debía regresar vivo de la justa.
Una vez en la contienda, otro guerrero enamorado de Iztaccíhuatl le hizo creer que Popocatépetl había muerto, por lo que ella murió de tristeza. Contrario a lo que se pensaba, Popocatépetl regresó victorioso y recibió la noticia. Desconsolado, buscó una manera de honrarla y “amontonó” 10 cerros para crear una montaña que sirvió de tumba. Dejó el cuerpo inerte de su amada en la cima, le dio un último beso y se arrodilló para velarla, quedando inmortalizados en ambos volcanes. Desde entonces, permanecen juntos.
El camino que separa ambas montañas es llamado 'Paso de Cortés', debido a que el conquistador español entró al Valle de México por ahí y ordenó una expedición a los cráteres para obtener azufre para fabricar pólvora con el fin de vencer a Tenochtitlán.
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