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Para el futuro cercano, cuando el semáforo epidemiológico lo permita, te proponemos viajar por México, conectar con la naturaleza y recargar energía en 10 lugares apartados. En la playa, en la montaña o en la selva encontrarás la sana distancia y ese refugio de paz que necesitas.
El Madresal - Chiapas
Una franja de tierra situada entre la costa del Pacífico y un frondoso estero con manglares es el hogar de la comunidad Ponte Duro. En ella, un grupo de pescadores se organizó para proteger esta área natural y creó el proyecto turístico El Madresal, a una hora de Tonalá y a tres desde Tuxtla Gutiérrez en auto.
Por tratarse de un destino poco conocido, la playa de azul intenso es casi solo para ti; de septiembre a diciembre puedes liberar ejemplares de tortuga golfina. El manglar es un santuario natural de cocodrilos, y, durante un recorrido en lancha, no es raro observar aves como el águila pescadora.
Águila pescadora. Foto: El Madresal
El Madresal tiene 10 habitaciones dobles de estilo rústico, con techo de palma: La terraza privada dispone de una hamaca, ideal para observar el cielo estrellado.
El restaurante local sirve productos recién sacados del mar y el estero, cocinados a la leña. El platillo típico es el pescado divorciado: un robalo o lisa con una mitad preparada en chipotle y la otra al natural.
Facebook: Ecoturismo El Madresal
Foto: El Madresal
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Hacienda de la Luz - Estado de México
A finales del siglo XVII comenzó la historia de la Hacienda de la Luz como productora de ganado. Más de 300 años después continúa su labor, con un propósito extra: servir como escondite a menos de dos horas de Ciudad de México para los viajeros que quieren aislarse de todo, entre densos bosques de pino y lagos apacibles. Se encuentra a media hora en auto de dos Pueblos Mágicos, El Oro y Tlalpujahua (Michoacán).
Cada habitación es diferente en su distribución, pero tiene rasgos en común con el resto: techos altos, muros de piedra y adobe, ventanales, chimeneas y colores ocres. También está la oportunidad de acampar frente a un lago.
Foto: Hacienda de la Luz
Sin salir de la propiedad, hay diversas maneras de conectar con la naturaleza: desde seguir un circuito en bici de montaña o cabalgar, hasta navegar en kayak o pescar truchas. Para descansar, nada como el spa, que cuenta con jacuzzi y lámpara LED para terapia de color.
haciendadelaluz.com.mz
Foto: Hacienda de la Luz
Expediciones México Verde - Veracruz
Jalcomulco es uno de los mejores destinos en México para practicar rafting, consiste en desafiar los rápidos de un río a bordo de una balsa inflable, en un recorrido lleno de risas y emoción. También es la sede de México Verde, un resort de estilo safari inglés que ocupa siete hectáreas de terreno.
Hay dos tipos de hospedaje. El primero, para viajeros más aventureros, consiste en amplias tiendas de campaña con cama, las cuales comparten entre todas dos módulos de baños. El segundo es un conjunto de suites más lujosas, con baño privado y terraza amueblada.
Foto: Expediciones México Verde
El resort organiza 18 actividades y tours por la región. El cañonismo es una de las actividades más atractivas, con caminatas, saltos a pozas naturales y rappel en secciones de hasta 25 metros de altura.
Si nunca has hecho rafting puedes recorrer la sección Antigua del río, con rápidos amigables para principiantes; se hace de julio a octubre. La sección Pescados, más emocionante, está disponible todo el año. Ambas expediciones duran entre tres y cuatro horas.
mexicoverde.com
Foto: Expediciones México Verde
Pinochueco - Hidalgo
En el bosque que rodea al Pueblo Mágico de Huasca, a dos horas desde Ciudad de México, se instaló un complejo de cabañas suspendidas en los árboles, como casitas del árbol que también los adultos disfrutan. En ellas se pueden hospedar familias de hasta cinco personas.
No tienes que ser muy ágil, pues el acceso al alojamiento es mediante puentes colgantes. Por dentro, las cabañas recuerdan un poco el estilo escandinavo, con sus paredes de madera clara y decoración mínima. Cada una tiene un dormitorio, tapanco y una salita con sofá cama.
Foto: Pinochueco
Este lugar es perfecto para las convivencias familiares, ya que no hay internet (pero sí señal de teléfono para emergencias). Hay cocineta privada y asador para que lleves tus propios alimentos, además de terraza privada para disfrutar del bosque. Por la noche puedes pedir que te enciendan una fogata.
pinochueco.com
Foto: Pinochueco
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Nativus Tulum - Quintana Roo
En el punto más aislado de Tulum, a 20 minutos al sur de la zona hotelera, hay un glamping: un conjunto de tiendas de campaña inmersas en la selva. Su concepto es estar en contacto con la naturaleza pero sin sacrificar las comodidades que no tendrías en un campamento, como una cama suavecita.
Cada tienda dispone de amenidades ecológicas y un baño privado. La ducha tipo caída de lluvia está al aire libre.
Afuera de las tiendas, un estrecho sendero de madera rodeado de manglares te conduce hasta un gran cenote a cielo abierto con un muelle privado. Se permite nadar, navegar en kayak y practicar paddle board.
Foto: Nativus Tulum
Puedes tomar una clase de yoga, pedir una sesión de terapia de sonido o rentar una bici para visitar el pueblo. El hotel no tiene acceso directo a la playa, pero caminar hacia ella te tomará cinco minutos.
A cinco kilómetros se localiza la Reserva de la Biósfera Sian Ka’an, un paraíso natural que puedes disfrutar en variedad de tours con comunidades locales.
nativustulum.com
Foto: Nativus Tulum
Cabañas Rancho San Jorge - Querétaro
Así es Rancho San Jorge: un lugar para disfrutar de la naturaleza sin sentirte totalmente aislado en las afueras del Pueblo Mágico de Bernal. Desde Ciudad de México tardarás tres horas en llegar. Su gran atractivo La vista sin interrupción de la Peña de Bernal.
Cada cabaña está decoradas con detalles alusivos a la equitación y lleva el nombre de una raza de caballo. Todas se construyeron en adobe y madera. Para no desconectarte del todo, tienen televisión e internet. La capacidad va de dos a seis personas.
No hay restaurante, pero sí un asador. Si vas en pareja puedes pedir una cena en una terraza panorámica o una fogata.
La propiedad posee varios caballos, con los que convives si decides tomar una clase de equitación o un paseo por el campo. También puedes elegir un tour en jeep hasta las faldas de la peña.
cabanasranchosanjorge.com
Foto: Cabañas Rancho San Jorge
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Centro Vacacional El Salto - Guanajuato
Una hamaca suspendida a 30 metros de altura será tu cama por una noche. Incluye una vista magnífica del cielo estrellado y una panorámica donde el semidesierto y el bosque se encuentran. Se llama SkyDream y es la máxima atracción de El Salto, un centro ecoturístico en el municipio de Tierra Blanca, a casi tres horas desde Ciudad de México.
La región alcanza temperaturas bajo cero, así que te prestarán un sleeping bag muy calientito. Si no crees aguantar la noche colgado de un cable, acostado en una hamaca, y sin poder bajar para ir al baño, está la alternativa de pasar solo un par de horas en el SkyDream y hospedarte en una habitación aparte.
La otra actividad estelar del centro vacacional es el vuelo en parapente, cuya mejor temporada va de mayo a diciembre. También se dan cursos breves de descenso a rappel en alturas de seis a 60 metros.
419 596 5000
Foto: El Salto
Paraíso de Ayotoxco - Puebla
A una hora desde Cuetzalan y a cinco horas de CDMX se encuentra este rancho ganadero. Promueve el cuidado de los recursos naturales, pues sus instalaciones están hechas con materiales locales como madera de cedro y piedras de río. Posee biodigestores y paneles solares.
Con vistas directas al río Tecolutla se construyó un conjunto de cabañitas de bambú, equipadas con chimenea y amenidades orgánicas. También hay habitaciones de estilo colonial con terraza panorámica.
Foto: Paraíso de Ayotoxco
En el terreno de 678 hectáreas hay espacio de sobra para andar en bici, además de alberca, temazcal, un puente colgante y una tirolesa.
Cerca del rancho se organizan cabalgatas guiadas para visitar una zona de petroglifos. Si amas la aventura, puedes descender una gruta de 50 metros a rappel.
El restaurante del rancho se especializa en mariscos y cortes de carne.
elparaisodeayotoxco.com
Foto: Paraíso de Ayotoxco
Marea - Guerrero
¿Has soñado con tener tu propia casa en la playa? Este resort te cumple el deseo, al menos por unos días. Todas sus villas privadas, de una a tres habitaciones, tienen una cocina equipada, sala y terraza con alberca.
Se localiza en Playa Blanca, a 20 minutos en auto desde Zihuatanejo. Son casi 15 kilómetros de costa solitaria, sin grupos de turistas ni muchos comerciantes. Al mar, solo puedes meterte si eres buen nadador, pero un atardecer espectacular reflejado entre las olas está garantizado.
Foto: Marea
En su restaurante frente a la playa pide un pescado a la talla o la especialidad local: las tiritas de pescado, preparadas con limón, cebolla y chile. Mientras esperas tu comida, puedes refrescarte en la alberca de 25 metros de largo.
Muy cerca del hotel, visita una reserva natural con senderos, un puente colgante y torres para admirar la selva. Otra opción es rentar una bici de llanta ancha para explorar la bahía. Por la mañana, cárgate de energía con una clase de yoga.
mareabeachfrontvillas.com
Foto: Marea
Monteverde - Jalisco
Por sus densos bosques, y atmósfera y clima de montaña, el Pueblo Mágico de Mazamitla, a dos horas de Guadalajara, es apodado “la Suiza mexicana”. En parte, se ha ganado esa fama gracias a sus complejos de cabañas que representan un escape del estrés. Y, Monteverde es uno de los más solicitados.
Todas sus cabañas ofrecen vistas a la naturaleza y terraza. Sin importar su capacidad, que va de dos a ocho personas, están equipadas con cocina, sala y chimenea. Por si no quieres llevar alimentos, te llevan carne asada y antojitos directamente hasta tu puerta.
Foto: Monteverde
Con ayuda de una touroperadora, el resort ofrece varias experiencias de aventura. Destaca el recorrido panorámico en vehículos abiertos, hasta la cima del Cerro del Tigre. Te recomendamos hacer la ruta de 13 tirolesas en la sierra y la de puentes colgantes con diferentes grados de dificultad.
monteverde.com.mx
Foto: Monteverde
