En esta temporada del año, a veces nos gustaría pasar días enteros refrescándonos en una piscina. Por eso, en esta ocasión aquí en Destinos nos pusimos a fantasear con algunas de las albercas más bonitas e irresistibles que hemos visto en hoteles de México. Se encuentran no solo en playas, sino también cerca de viñedos o hasta en nuestra querida CDMX. ¿Cuál te gusta más?
1. El Ganzo – Los Cabos
Una alberca de borde infinito abarca casi todo el frente del cuarto piso de este hotel. Pero no solo es su magnífica vista o el tamaño lo que la hacen destacar: se trata de un jacuzzi totalmente transparente con el cual la piscina parece unirse. A unos cuántos pasos hay un restaurante especializado en ceviches y snacks como para probar cerca de la piscina.
El Ganzo es un hotel boutique con 69 habitaciones, algunas de las cuales ofrecen terraza privada y jacuzzi. Tiene un programa de residencias para artistas, los cuales han intervenido los interiores de la propiedad a lo largo del tiempo. También hay un club de playa para los huéspedes.
Se encuentra en la marina de Puerto Los Cabos, a cinco minutos de San José del Cabo.
Foto: Cortesía
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2. Amomoxtli – Tepoztlán
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La vista sin interrupciones del Cerro del Tepozteco en todo su esplendor, es lo que obtienes desde esta alberca. A su alrededor hay amplios y silenciosos jardines. La piscina se acompaña por dos tinas de hidromasaje, tumbonas sobre el agua y servicio de alimentos basados en ingredientes locales.
Amomoxtli es un hotel para mayores de 13 años orientado al bienestar y la espiritualidad, donde con frecuencia se dan clases de yoga, meditaciones guiadas, limpias y clases de artes energéticas. Su spa incluye temazcal y jacuzzi. Posee habitaciones con patio o balcón, además de cabañas para familias completas; están equipadas con edredones de pluma y sábanas de algodón de 350 hilos.
3. Mia Reef – Isla Mujeres
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En el terreno que ocupa este hotel está la Piscina del Rey, una pequeña poza de origen natural que se creó a partir de las rocas. Si te metes a nadar en ella es fácil alcanzar a ver peces entre tus pies. Además es bastante segura, pues las formaciones rocosas y los arrecifes cercanos evitan mucho oleaje o que el lugar se inunde. Solo los huéspedes pueden disfrutarla.
El resort trabaja con planes “todo incluido” y se localiza justo en el extremo norte de Isla Mujeres. Tiene habitaciones de estilo contemporáneo en una torre de altura media o villas de estilo español. Sus opciones gastronómicas incluyen un restaurante grill con cortes de carne, una cevichería y otro gourmet mexicano. Hay un spa que ofrece la opción de recibir tratamientos en suites privadas con aromaterapia o en un muelle.
4. San Gabriel de las Palmas - Amacuzac, Morelos
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En una hacienda del siglo XVI que se convirtió en hotel de lujo, hay una gran alberca que se extiende entre los jardines, con bastante espacio para que nades y hagas ejercicio a gusto. En el centro tiene dos islas con tumbonas. La propiedad que la aloja, a solo dos horas de CDMX, abarca 24 hectáreas de naturaleza.
La mayoría de las habitaciones están instaladas en la hacienda original. Conservan detalles arquitectónicos como bóvedas “de pañuelo”, paredes de piedra y muros semicirculares; algunas cuentan con jacuzzi interior o exterior, que llama la atención por estar rodeado de estructuras antiguas. En todo el hotel se distribuyen aproximadamente 600 piezas de arte y mobiliario antiguo.
Cuenta con un restaurante donde los platillos están inspirados en recetas antiguas, además de bar, temazcal y spa, donde se ofrecen tratamientos que emplean agave.
5. Hotel B - Cozumel
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Esta alberca es una de las más “instagrameables” de nuestra lista por el mensaje que tiene escrito en el fondo y puede leerse desde arriba: “Just be!”, una invitación a relajarte y dejarte llevar. Se construyó por encima de una caleta rocosa con aguas cristalinas, que puedes admirar tranquilamente mientras te refrescas.
El hotel boutique tiene 45 habitaciones de estilo retro con vista al mar, además de un restaurante especializado en mariscos donde sirven 10 tipos diferentes de ceviche. Hay un jacuzzi panorámico de color rojo y un bar flotante que se adentra en el mar. Además, en la pequeña bahía frente al hotel se puede practicar esnórquel, kayak o paddleboard (el equipo se renta aquí). Es pet friendly.
6. Sofitel Ciudad de México
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Una vista inigualable de nuestra capital te espera en el piso 38 de este hotel ubicado en Reforma. Específicamente, en una alberca techada con ventanas de piso a techo. Tiene varios chorros de masaje en la espalda y, para que termines de relajarte, hay un jacuzzi y jardines verticales en las paredes.
Este hotel dispone de dos restaurantes, uno de ellos en el rooftop, con fusión entre la gastronomía mexicana y francesa.
Su fecha de reapertura tras la contingencia sanitaria está para el 1 de julio.
7. W Punta de Mita
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Junto a la alberca de este resort transcurre un gran sendero elevado inspirado en la cultura wixárika; sus 140 metros de largo están cubiertos con más de un millón de baldosas de tonalidades azul, verde y amarillo. Permite apreciar tranquilamente la piscina y el mar frente a ella, además de ofrecer un estupendo escenario para fotografías.
Es un hotel lleno de color: por todos lados hay textiles, artesanías, alusiones al surf y murales que levantan el ánimo. Las habitaciones están equipadas con smart tv, cafeteras Nespresso, amenidades de lujo y menú de almohadas; en algunas el baño es de concepto al aire libre, aunque totalmente privado.
8. Tres Raíces – Guanajuato
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No muy seguido puedes nadar con un viñedo frente a ti, y este hotel boutique te da la oportunidad. Se trata de un espacio íntimo y tranquilo, para pasar un fin de semana romántico o de relajación. Esta casa vinícola está a 30 minutos de San Miguel de Allende, en la carretera hacia Dolores Hidalgo.
Posee 60 hectáreas de viñedos, cava subterránea y un restaurante de autor. Para los huéspedes ofrece tours, catas y experiencias fuera de lo común, como talleres para entrenar tu sentido del olfato o para embotellar tu propio vino.
9. Punta Caliza – Holbox
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Es padrísimo tener una alberca a unos pasos de tu habitación, pero ¿y si pudieras meterte al agua con tan solo dar un paso al exterior? En este hotel boutique todas las habitaciones están conectadas por canales de color turquesa, los cuales te llevan a la piscina principal.
Todas las suites están construidas en madera de cedro y techos de palapa, mientras presentan diseño minimalista en el interior. El hotel tiene restaurante y club de playa
10. Azul Talavera
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Es uno de los hoteles más lujosos de la ciudad. Localizada en el rooftop del quinto piso, la alberca ofrece vistas no solo del centro histórico, sino también del Popocatépetl e Iztaccíhuatl; en días muy despejados también se ve La Malinche, el Cofre de Perote y el Pico de Orizaba. Ahí mismo puedes probar tapas, un menú degustación o cocteles creativos preparados con cerveza artesanal, ginebra, tequila y mezcal.
La propiedad se aloja en edificios históricos que fueron restaurados pero conservan su esencia. En los interiores es fácil encontrar arcos de piedra, detalles de herrería y artesanías de talavera poblana.
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