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Si todavía no tienes plan para este puente, aquí te dejamos 10 ideas que te morirás por aplicar de inmediato (o guardar para tus próximas vacaciones). Son recorridos, atractivos interesantes o sitios muy originales para pasar la noche. Todos están a unas horas en auto desde CDMX.
1. Duerme en las alturas
El Centro Vacacional El Salto, en Guanajuato, te permite pasar una noche fuera de lo común: colgado de una hamaca, a 30 metros de altura. Envuelto en un sleeping bag, puedes admirar tranquilamente las estrellas y observar los primeros rayos del sol iluminando el desierto. También cuentan con cabañitas, por si no quieres pasarte toda la noche al exterior. Por la mañana, hay vuelos en parapente y paseos para practicar rappel. Se encuentra a media hora de San José Iturbide, Guanajuato, y a una hora de Santiago de Querétaro.
Facebook: Centro Vacacional El Salto
Foto: Cortesía Centro Vacacional El Salto
2. Descubre cómo era vivir en la Colonia
Desde 1964, el Museo Nacional del Virreinato explora la época colonial en nuestro país. Y en realidad no hay mejor locación para esa labor, pues la historia de la edificación comenzó en 1606; el complejo que ocupa el museo alguna vez operó como sitio de formación para jóvenes de la orden jesuita. Se ubica en el Pueblo Mágico de Tepotzotlán, Estado de México.
Actualmente, el recinto se divide en dos grandes rubros. El primero está conformado por la edificación original del colegio, por lo que funciona como un museo de sitio. La estructura más famosa del complejo es el templo de San Francisco Javier, que corresponde al estilo barroco; construido en el siglo XVII, posee 10 retablos. El segundo ámbito consiste en una colección de objetos y obras de arte que sirven como un testimonio del Virreinato. Son aproximadamente 34 mil piezas que están ordenadas por temas: una de las muestras, por ejemplo, hace un recorrido por este periodo histórico y sus antecedentes, incluso antes de la Conquista.
https://virreinato.inah.gob.mx/
Foto: Cortesía Museo Nacional del Virreinato
3. Nada en pozas subterráneas
Al interior de una cueva en el estado de Morelos, existe un conjunto de pozas cristalinas; para llegar a ellas, hay un tour de espeleísmo llamado “Azul profundo”. Sin embargo, alcanzarlas no es fácil: es necesario caminar por pasillos de roca muy estrechos, arrastrarte y hasta aguantar por unos segundos la respiración en secciones donde el agua cubre el camino. Es un recorrido de aproximadamente un kilómetro. Se lleva a cabo entre enero y mayo.
4. Date un “baño forestal”
Rancho San Martín
es un sitio donde se cosecha y procesa la lavanda; aunque todavía no llega la temporada en que sus campos se tiñen de violeta, si los visitas te muestran ejemplares de las plantas con las cuales trabajan, así como el proceso de destilación para producir aceites esenciales. Todo el año tienen venta de productos hechos de lavanda, como jabones, cremas, peluches rellenos y hasta repostería. También dan un “baño forestal”: es un recorrido por un bosque de pinos, cedros y oyameles, en el cual aprecias la naturaleza a través de todos tus sentidos.
Se localiza en Santa Rita Tlahuapan, una hora antes de llegar a Puebla y a menos de dos horas de Ciudad de México.
Foto: iStock
5. Toma un tratamiento holístico
En Jiutepec, Morelos, se ubica el spa de destino Misión del Sol. Es un alojamiento construido en materiales naturales, como el adobe, y diseñado según los preceptos del feng shui. Tiene una gran variedad de tratamientos para sanarte física y espiritualmente: desde masajes de reflexología (es una terapia que estimula puntos clave del cuerpo) hasta sesiones de temazcal. Pero lo más especial de su carta son los tratamientos envolventes a base de chocolate, vino y café.
Foto: Cortesía Misión del Sol
6. Hospédate frente a un lago
En Zirahuén Forest & Resort, Michoacán, está todo lo que necesitas para pasar un fin de semana relajado en familia: un lago de color turquesa, actividades de aventura, cabañas de madera y deliciosos restaurantes. Tu día en este sitio se pasa entre tirolesas, apacibles paseos en kayak y recorridos en bici de montaña por el bosque. Se encuentra a una hora de Morelia y a cinco de CDMX.
Foto: Zirahuén Forest & Resort
7. Súbete a la combi del mezcal y el pozole
Este tour, a bordo de una colorida combi, te lleva a una fábrica de mezcal artesanal en Guerrero, uno de los estados que cuentan con Denominación de Origen; como referencia, la destilería queda cerca de Ixtapan de la Sal, Estado de México. También visitas una ex hacienda con varios siglos de historia y un espectacular mirador. Por supuesto, antes de concluir el paseo vas a probar un auténtico pozole de Guerrero.
Foto: iStock
8. Asciende por una vía ferrata
Si las alturas no te intimidan, la vía ferrata es una actividad perfecta para ti. Es un tipo de ruta que sirve para escalar una montaña, con ayuda de pasamanos, escaleras de metal, puentes colgantes y tirolesas; nació en Italia, durante la Primera Guerra Mundial. En Mineral del Chico, a una hora de Pachuca y dos de la Ciudad de México, puedes poner a prueba tu valentía con una vía ferrata. Las partes más altas del recorrido están a más de 200 metros de altura. La parte más difícil consiste en saltar de una plataforma a otra sosteniéndote con una cuerda, al estilo de Tarzán. No necesitas ningún tipo de experiencia para unirte a esta aventura.
Haz un tour del café
Tosepán Kali es una cooperativa creada por campesinos de la Sierra Nororiental de Puebla, quienes ofrecen paseos por los alrededores del Pueblo Mágico de Cuetzalan. Uno de sus tours más famosos te muestra cómo se produce el café orgánico. También cuentan con alojamiento en “cuevañas”: son un híbrido entre una cueva y una cabañita de bambú, ubicada en plena naturaleza.
Foto: Tosepán Kali
Escápate a una cabaña… en CDMX
Si observas las fotos de Orgánico Hotel Boutique, piensas que se encuentra en algún punto remoto, de difícil acceso. Pero está en el Ajusco, por lo que resulta lo suficientemente accesible y apartado del bullicio. Sus cabañas son de lujo, con estilo industrial, terraza y chimenea; además, cuenta con un restaurante (cuya especialidad es la cocina tradicional mexicana) y un bar de mixología orgánica. Para pasar el rato, hay tratamientos de spa, tours a caballo y vehículos todoterreno. Además, es pet friendly.
Foto: Orgánico Hotel Boutique
