Con un tanto de Michael Gregoritsch en último tramo del encuentro, el Friburgo ganó 1-0 al West Ham y sacó petróleo en un duelo en el que fue muy inferior a su rival y en el que tomó ventaja, en la ida de los octavos de final de la Europa League.
Nunca antes el Friburgo ha disputado unos cuartos de final de una competición europea. Su techo, de momento, son los octavos de final de la Liga Europa que también jugó la temporada pasada y que perdió ante el Juventus. El West Ham era su último escollo antes de hacer historia y, con mala nota, pasó el primer examen.
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El West Ham fue bastante mejor durante casi todo el partido, pero desperdició sus ocasiones y se volvió a Londres con un tanto en contra. Tuvo varias oportunidades para llevarse la victoria, pero la falta de puntería y las paradas del guardameta Noah Atubolu le dejaron sin premio.
Primero lo intentó Jarrod Bowen con un zurdazo al cuarto de hora que salvó el portero del Friburgo; después, ya en la segunda parte, fue Mavropanos quien mandó un cabezazo al palo de la meta del cuadro germano; y en el minuto 64, otra vez Bowen, se encontró con una mano salvadora de Atubolu.
Y cuando todo parecía destinado al empate, apareció Gregoritsch para desnivelar la balanza. El jugador del Friburgo salió desde el banquillo en el minuto 72 para marcar en el 80 un tanto a placer tras un disparo desviado de Roland Sallai.
Fue suficiente para el Friburgo. No necesitó mucho más para ponerse por delante en la eliminatoria y mantener su sueño de alcanzar por primera vez en su historia los cuartos de final de una competición europea.