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Este sábado se vivieron unas escenas lamentables en el futbol italiano. Durante el partido entre Udinese y AC Milan, el portero Mike Maignan abandonó el campo de juego tras recibir insultos racistas por parte de la afición local.
El partido se suspendió por unos minutos y luego reanudó las acciones.
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Maignan recibió el apoyo de sus compañeros, quienes le dieron palmadas en la espalda y esperaron la determinación del árbitro en el campo de juego; sin embargo, llegado al minuto 35 se quitó los guantes y fue hacia los vestidores.