Este miércoles el futbol argentino volvió a mostrar una cara lamentable al mundo cuando Juan Román Riquelme, presidente de Boca Juniors, tuvo que ingresar a las tribunas del estadio Marcelo Bielsa para intervenir y detener los enfrentamientos entre la hinchada xeneize y la policía.
Los incidentes ocurrieron en el marco de los cuartos de final de la Copa Argentina entre Boca Juniors y Gimnasia y Esgrima de La Plata. Cabe mencionar que, en dicho país, no están permitidas las aficiones visitantes en los torneos de Liga por el extenso historial de violencia en el futbol, pero sí están permitidos en los partidos de Copa, realizados en estadios "neutrales".
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El caos comenzó a minutos de que se reanude el partido, con Boca como el ganador parcial por 1-0 gracias al gol de Aaron Anselmino (9'). La transmisión del encuentro captó en video las imágenes donde hinchas del 'Lobo' lanzaron butacas hacia la parcialidad azul y oro, que respondió con el mismo ataque, mientras 'la 12', la barra brava oficial de Boca, rompió una puerta para correr hacia el lugar de conflicto.
Allí fue cuando la policía decidió actuar y formar una barrera, protegidos por cascos, escudos y macanas. El máximo ídolo y presidente del club de la Ribera, quien supo brillar como futbolista, bajó de su palco hacia la tribuna y se puso en el medio de los elementos de seguridad y de los fanáticos desenfrenados. Por lo mismo, recibió gas pimienta en su espalda que iba dirigido a los hinchas.
Riquelme detuvo en la carrera hacia los policías a un fanático, a quien le pidió que regrese con el resto de los hinchas a su zona. Así mismo, empezó a empujar a decenas de barras decididos a pelear y así logró controlar la situación.
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Incluso este viernes Riquelme confesó cómo fue el diálogo que sostuvo con un policía para que los elementos de seguridad también se tranquilicen y detengan sus ataques.