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Hace poco más de ocho meses, cuando Fernando Hierro le ofreció entrenar al Guadalajara, Veljko Paunovic cayó seducido al escuchar que es un equipo que no admite jugadores de nacionalidades distintas a la mexicana, aunque eso también representa una complicación, sobre todo en el momento de buscar refuerzos.
El director técnico serbio aplaude la ideología de las Chivas, se identifica, pero admite que cierra el universo de opciones para fichar.
“Más que restricción, es una convicción, es cultura e identidad que tenemos en Chivas”, subraya el europeo. “Sí es más difícil a la hora de poder concretar una transacción, debido a esa exclusividad que tenemos, y muchas veces el mercado se aprovecha de eso, pero son cosas que han pasado, no es nada nuevo, sabemos lidiar con esto y volveremos a buscar la mejora en todos los aspectos”.
El delantero Ricardo Marín, el portero Óscar Whalley (nacido en España, pero de madre mexicana) y el volante Erick Gutiérrez son los futbolistas que han llegado para el actual torneo, prueba de que la convicción limita, pero no impide.
Risueño, Pauno reconoce que dirige a un equipo “Muy especial. Estoy encantado.
“Sé que, al principio, ha sido difícil convencer [a todos los aficionados], pero seguiremos trabajando, porque esto nunca para, aunque ya hay un camino recorrido y es importante”, recuerda el director técnico. “En cada partido tenemos la obligación de jugar bien”.
