La posibilidad de cambiar el río Sena por el estadio de Francia para la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos en París —debido a temas de “seguridad”— es real, aunque los organizadores aseguran que los asistentes no correrán peligro alguno.
“La seguridad es una prioridad. Sabemos cuál es el contexto y la amenaza terrorista, pero estamos listos, y para la ceremonia de apertura tendremos 45 mil policías desplegados”, contó Jerome Audin, encargado de negocios de la Embajada de Francia en México, en exclusiva a EL UNIVERSAL Deportes.
El funcionario explicó que recibir este evento deportivo conlleva la responsabilidad de cuidar a los ciudadanos locales y extranjeros; por eso, “diario estarán 30 mil policías desplegados en la ciudad y todo saldrá bien, con varios dispositivos de seguridad en la zona”.
Fuera de este aspecto, Jerome resaltó la importancia que tiene para Francia albergar los Juegos Olímpicos por tercera vez en su historia.
“Ahora queremos romper códigos, hacer algo diferente, que genere mucha expectativa”, indicó.
Específicamente, quieren que sean recordados como la justa veraniega en la que innovaron en la realización del evento, por lo que varias competencias serán al aire libre.